Por: Jaime Sánchez Susarrey: La ola
No hay que tener una bola de cristal para predecir que la legalización de la marihuana está a la vuelta de la esquina y que todo indica que será en California donde primero suceda
Antes de venir a México, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, adoptó una posición más flexible que Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Nacional.
Ante la pregunta de si Estados Unidos se sumaría a un debate hemisférico, como el que está proponiendo el presidente de Guatemala, sobre el fin de la prohibición de las drogas, Biden respondió:
“Si bien hemos dejado claro quela Administracióndel Presidente Obama no apoya la legalización o la descriminalización de las drogas, damos la bienvenida a la oportunidad de discutir el tema…” (Reforma, 4/III/12).
El debate sobre la legalización de las drogas, al menos de la marihuana, no es nuevo en Estados Unidos.La Proposición19, que se votó en California el 2 de noviembre de 2010, planteaba la legalización del consumo recreativo de la marihuana.
Y si bien es cierto que los electores rechazaron tal posibilidad por un margen considerable: 54 por ciento vs. 46 por ciento, la propuesta no está muerta y es probable que quienes la promovieron lo vuelvan a intentar en la elección de este año.
Pero el dato más interesante está en la encuesta nacional que publicó Gallup a finales de 2011: 50 por ciento de los estadounidenses están a favor de la legalización de la marihuana vs. 46 por ciento que considera que debe mantenerse ilegal.
Esta es la primera ocasión que la mayoría se pronuncia a favor de la legalización. El cambio en la percepción a lo largo de 40 años no podría haber sido más profundo. La primera medición de Gallup data de 1970 con 84 por ciento en contra y 12 por ciento a favor de la legalización.
Y todavía en 2006, la gran mayoría (60 por ciento) estaba en contra y sólo el 36 por ciento a favor. Esto significa que en un lapso de seis años se produjo un giro radical.
Estos cambios están, sin duda, asociados a factores generacionales. Las cifras son evidentes por sí mismas: el 62 por ciento de los jóvenes entre 18 y 29 años están a favor; entre 30 y 49 años aprueba el 56 por ciento; entre 50 y 64 años aprueba el 49 por ciento; con los mayores de 65 años la cifra de aprobación se reduce al 31 por ciento (Gallup, 2011).
Esto significa, en buen castellano, que estamos ante una tendencia irreversible. A lo que hay que agregar un factor adicional. La encuesta de Gallup 2010 encontró que el 70 por ciento de los estadounidenses están a favor de que los médicos receten la marihuana para aliviar el dolor y el sufrimiento.
Esto explica por qué la marihuana está legalizada con fines terapéuticos en 16 estados y el Distrito de Columbia. Y permite predecir que esa tendencia se acentuará rápidamente. De hecho, leyes similares se encuentran en estudio en otros 10 estados.
Ahora bien, como mucho se ha repetido, el uso con fines terapéuticos puede llegar a ser tan laxo como la prescripción de la marihuana para combatir el insomnio o la ansiedad.
El cambio que esto ha implicado en la producción, distribución y comercialización de la cannabis en Estados Unidos está ampliamente documentado. La revista Gatopardo publicó en 2008 un reportaje, muy ilustrativo, de David Samuels sobre la forma en que se cultiva y comercia la marihuana en California (http://info.upc.edu.pe/hemeroteca/tablas/actualidad/gatopardo/gatopardo94.htm).
Y como emblema de los nuevos tiempos está la foto y el reportaje sobre Paul Stanford, un magnate de 50 años, que goza retratándose en sus plantíos de marihuana y cuyos ingresos ascendieron entre 2009 y2010 a10 millones de dólares (La Razón, 3/I/12).
Curiosamente, pero por muy buenas razones, entre los opositores ala Proposición19 -que se votó en California- se contaban justamente quienes se dedican al cultivo y venta de marihuana con fines medicinales. La razón es fácil de entender: perderían el monopolio de la distribución y venta de la cannabis.
No hay que tener, en consecuencia, una bola de cristal para predecir que la legalización de la marihuana está, prácticamente, a la vuelta de la esquina y que todo indica que será en California donde primero suceda.
Pero independientemente de eso, el cambio que está ocurriendo en Estados Unidos es una realidad. Para fines prácticos, la legalización terapéutica ha puesto la marihuana al alcance de millones de estadounidenses.
Por esola Junta Internacionalde Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) dela ONU, presidida por Hamid Ghodse, un hombre de 74 años que es un verdadero cruzado contra las drogas, ha conminado al gobierno federal para que actúe aplicando la ley.
Y de hecho no le falta razón. Estados Unidos suscribió los acuerdos dela ONUy en ellos se establece la prohibición de la producción y consumo de la marihuana. De forma tal, el gobierno de Washington debería aplicar la ley independientemente de lo que hayan aprobado 16 estados y el Distrito de Columbia en sus legislaciones interiores.
Pero el hecho de que no ocurra así, y de que no haya probabilidades de que vaya a ocurrir, muestra, por sí solo, que el proceso de legalización de la marihuana es imparable.
Y permite pronosticar que ante el hecho consumado de la legalización de la cannabis para fines recreativos en un estado como California,la Casa Blancano tendría otra opción que cruzarse de brazos.
Este contexto favorece, aunque no simplifica, la propuesta del presidente Otto Pérez Molina de abrir un debate hemisférico sobre la legalización de las drogas.
La urgencia y las razones en América Latina son distintas a las de Estados Unidos. Pero el cambio está en marcha y es el momento de montarse en la ola.
Washington no puede exigirle a América Latina lo que no práctica en casa.
Fuente TerraMexico
3 Responses
Buen artículo!
si son normales cuando comienzan , vasta ver como terminan , ya no son normales, son personas destruidas , no se dejen engañar los dominan con la plantita para que no piensen
Brother enserio la ignorancia es peor que cualquier droga, la ignorancia es la que te hace hacer cosas sin pensarlas, si tu no sabes de eso, mejor no deberías de opinar, te aseguro que no conoces ni la historia detrás de la prohibición. Nadie ha muerto por consumo de marihuana al contrario de tabaco y alcohol, infórmense bien