El Estado italiano producirá marihuana para uso clínico. Según leíamos en el periódico italiano La Stampa, el ejército del país la cultivará en la instalación militar de química de Florencia. Los orígenes de este Instituto Farmacéutico se remontan a 1853 cuando se estableció en Turín como un depósito de Farmacia militar.
Hoy la planta florentina, nace con el objetivo de producir medicamentos ampliando su actividad al sector civil. Actualmente los medicamentos de cannabis son importados desde el extranjero a un costo elevado. La luz verde fue dada por los ministros de Defensa y Salud, Roberta Pinotti y Beatrice Lorenzin, después de varias controversias y retrasos. La noticia se ha hecho oficial ahora en septiembre.
Pinotti (Defensa) ha dado un poco de tiempo. Lorenzin (NCD) fue más cauta, no sólo como un enfoque cultural distinto: sobre todo porque los ministerios son diferentes y es un tema muy delicado desde el punto de vista técnico. Se estableció una mesa de trabajo donde el tema fue examinado también con los militares del instituto farmacéutico. Ahora, explica el ministerio de Salud, se encuentran en un proceso de elaboración de los protocolos de aplicación. En este punto, es posible que en el 2015 los fármacos cannabinoides ya están disponibles en las farmacias italianas.
Sin embargo, esta conclusión no parece tan sencilla: se temía que se abriesen las puertas a la liberalización de las drogas blandas. Pero se aclaró que esto no es el caso, el acuerdo está cerrado. La ministra Lorenzin siempre dijo que “desde el punto de vista farmacológico, no hay problemas con el uso terapéutico del cannabis: nadie duda de sus efectos beneficiosos, pero deben ser tratados como una droga.” En resumen, no es humo de un bong, el cultivo y la producción estará controlada y supervisada por una estructura, incluso militar.
La Ministra de Salud, que se define como una persona de “mente abierta” y no encerrada en prejuicios ideológicos, como se demuestra también en la fecundación heteróloga, no acepta que este asunto agite batallas culturales con el objetivo de liberalizar las drogas blandas. “Mi impresión es que en este país no se puede hablar de temas en términos laicos y asépticos, sin empezar a hablar de la liberalización.”
A diferencia de facilitar el uso de cannabis para uso terapéutico, se trata de utilizar los llamados fármacos cannabinoides para el alivio del dolor en pacientes con cáncer o afectados por el VIH y en el tratamiento de los síntomas de enfermedades tales como la esclerosis múltiple, SLA, glaucoma. Este es el objetivo que trae el punto de inflexión de confiar a una estructura militar el cultivo de marihuana y la producción de medicamentos derivados.
Ahora ya hay una respuesta positiva y en las próximas semanas se dará a conocer oficialmente