Conmoción esta semana por la muerte por complicaciones por coronavirus de la niña que cambió la forma en la que el mundo ve el cannabis.
“Charlotte ya no está sufriendo. Ella está libre de convulsiones para siempre. Muchas gracias por todo tu amor”.
Este fue el mensaje de despedida de su familia Figi en Facebook. Charlotte tenía 13 años y sufría una epilepsia llamada Síndrome de Dravet. Además, en los últimos días también se había contagiado de coronavirus al igual que sus padres y hermanos.
Su familia anunció el fallecimiento de la que niña sufría una epilepsia severa (Síndrome de Dravet) y que fue la inspiración para la creación de la variedad de cannabis Charlotte’s Web. Esta cepa era rica en CBD, y junto a la historia de Charlotte provocó un movimiento de aceptación del cannabis medicinal.
La confirmación de que su muerte fue por COVID-19 fue publicada en la página de Facebook de Realm of Caring, una organización caritativa iniciada por Paige Figi.
“Algunos viajes son largos y suaves y otros son cortos y conmovedores y están destinados a revolucionar el mundo. Tal fue el camino elegido por esta pequeña niña con una forma catastrófica de epilepsia llamada Síndrome de Dravet. La madre de Charlotte, Paige, ayudó a allanar el camino para miles de niños enfermos con pocas esperanzas de futuro. Una vida que creó un movimiento revolucionario para legitimar el cannabis como una opción terapéutica. Tu trabajo está hecho, Charlotte, el mundo ha cambiado, y ahora puedes descansar sabiendo que dejas el mundo en un lugar mejor “. – Facebook de Realm of Caring.
Una niña muy especial
Charlotte fue la niña que estaba detrás de la inspiración de la variedad de cannabis con alto contenido en CBD y de la que se producía aceite de CBD para ayudar a los que sufren de convulsiones.
Con tres meses a la niña se le diagnosticó una forma de epilepsia llamada Síndrome de Dravet. Sufría de grandes convulsiones diarias y los tratamientos farmacéuticos no surtían efecto. A sus cinco años necesitaba ayuda para ser alimentada y tenía problemas para caminar. Su madre Paige, buscó otros tratamientos alternativos y conoció a los hermanos Stanley, quienes habían desarrollado una variedad con alto contenido en CBD. A partir de ahí Charlotte probó el aceite de CBD y sus convulsiones se redujeron , suprimió ciertos fármacos antiepilépticos, comenzó a andar, a jugar de nuevo y comer sin ayuda.