Por Sergio Sarmiento.- Durante años las autoridades estadounidenses han buscado comprobar los males generados por la marihuana para justificar su prohibición. A pesar de que Ronald Reagan afirmó en 1974 que el consumo de marihuana provoca daño cerebral permanente, la información científica disponible sugiere, por el contrario, que esta sustancia es significativamente menos dañina que el tabaco o el alcohol.
Quizá por eso ha habido tanto entusiasmo de las autoridades estadounidenses en los últimos días por difundir los resultados de un estudio realizado en Nueva Zelanda por un amplio grupo de universidades sobre las consecuencias del uso de la marihuana.
“Éste es el estudio más claro que he visto hasta ahora” acerca de los efectos en el largo plazo del consumo de la marihuana, ha dicho la directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, la doctora Nora Volkow (quien, incidentalmente, nació en la ciudad de México y es bisnieta de Trotsky).
La investigación, encabezada por la doctora Madeleine Meier de la Universidad Duke de Estados Unidos, consideró a 1,037 hombres y mujeres nacidos entre 1972 y 1973 en la población de Dunedin, Nueva Zelanda, a quienes se les hicieron exámenes neuropsicológicos de los 13 a los 38 años de edad.
La conclusión es que “el uso persistente de la cannabis. se asocia con una declinación neurológica amplia”. La afectación se registra cuando la marihuana se consume antes de los 18 años y no se revierte complemente aunque se suspenda el uso.
No se encontró, sin embargo, ninguna consecuencia negativa por el consumo de marihuana, incluso intenso, posterior a los 18 años.
El estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States, fue financiado en parte por los gobiernos de Estados Unidos y la Gran Bretaña y ha sido utilizado para respaldar la prohibición del consumo de la marihuana: “Los resultados sugieren un efecto neurotóxico de la cannabis en el cerebro adolescente y subrayan la importancia de los esfuerzos de prevención y política dirigidos a los adolescentes.”
Dado que las afectaciones se registran sólo en el consumo antes de los 18 años, el estudio parecería justificar que se prohíba el consumo de marihuana únicamente a los menores de edad, como ya se hace con las bebidas alcohólicas y el tabaco, pero no se desprenden argumentos para mantener la prohibición a los adultos.
Pero incluso estas limitadas conclusiones han empezado a ser cuestionadas. “Desde un punto de vista científico, estos resultados son extraordinariamente preliminares” señala Carl Hart dela Universidad Columbia de Nueva York en una entrevista para la revista Time.
Solamente un 8 por ciento de los sujetos de Dunedin que probaron la marihuana, 38 en total, la utilizaron con asiduidad. Esto no es una muestra suficiente para generalizar los resultados. De hecho, en los estudios del propio doctor Hart, con personas que fuman marihuana cuando menos tres veces a la semana, se registran desempeños iguales al resto de la población “en una amplia gama de dominios, incluyendo función ejecutiva, memoria y control inhibitorio”.
Las autoridades estadounidenses, como vemos, no han logrado probar que el consumo de marihuana sea dañino en mayores de 18 años. Ni siquiera parece claro que lo sea en menores de edad. De lo que no parece haber duda es que la marihuana causa menos daño que las bebidas alcohólicas y el tabaco.
Que sí son legales.
Quizá tenía razón la doctora Joyce Elders que, cuando era surgeon general de los Estados (portavoz del sistema de salud pública), afirmo que la marihuana simplemente “no es una sustancia tóxica”. Por Sergio Sarmiento
Fuente Criterio