¿Es tarde para comenzar un cultivo en exterior?

Son muchos los cultivadores que a estas alturas de la temporada se preguntan si todavía están a tiempo de iniciar un cultivo tardío en exterior.

Y aunque desde luego no estamos ya en las mejores fechas, la típica expresión de “menos da una piedra” sería la mejor respuesta posible.

Aspectos a tener en cuenta en un cultivo tardío

Tenemos que tener en cuenta en primer lugar, que la floración de una planta en exterior generalmente comienza entre finales de julio y principios de agosto.

Desde el solsticio de verano que tuvo lugar este año el 21 de junio, los días comienzan a decrecer y las noches aumentan poco a poco su duración.

Las plantas de cannabis esto lo interpretan como una señal que indica que el otoño se aproxima y deben comenzar la floración.

Pero como decimos no será hasta finales del mes de julio o principios de agosto cuando las plantas inicien la floración. Será cuando la diferencia entre la duración del día y la noche comiencen a igualarse.

Por otro lado, nos encontramos con que una planta nacida de semilla no florecerá hasta que haya alcanzado la edad sexual adulta. Esto sucede a las 4-5 semanas desde la germinación.

Así que mientras que por un lado el fotoperíodo fuerza a las plantas a florecer, éstas no lo harán hasta pasado aproximadamente un mes.

También es cierto que en este caso la floración finalizaría un poco más tarde que en condiciones normales debido a que también la iniciarían más tarde.

No sucede lo mismo con los esquejes, ya que su edad será la misma que la de su madre. Puede que varios meses o incluso varios años.

Si comenzamos un cultivo de esqueje ahora, éste comenzará la floración entre finales de este mes y principios del que viene.

Por supuesto que en un mes que queda por delante para que una planta crezca, no será suficiente para que ésta alcance un gran tamaño. Pero como decimos, “menos da una piedra”.

La cosecha que podamos conseguir comenzando un cultivo a estas alturas, sea partiendo de semillas o esquejes será mucho mejor que no tener nada que cosechar.

Otra opción son las variedades autoflorecientes, que comienzan la floración independientemente del fotoperíodo, pasadas unas 3-4 semanas desde la germinación.

Y completan su ciclo en un total de unas 8-10 semanas desde la germinación, puede que un poco antes o después dependiendo de la genética.

Consejos para iniciar un cultivo tardío en exterior

Como explicamos, si partimos de semilla, lo normal es que inicien la floración más tarde que en condiciones normales, lo que también influirá en la fecha de la finalización.

Se debe tener esto muy en cuenta en función del clima exterior de nuestra zona a la hora de seleccionar la semilla que vayamos a cultivar.

Si en el mes de octubre ya son bastante frecuentes las lluvias, se debería optar por alguna variedad de floración muy rápida como las índicas o las conocidas como fast version.

También se deben evitar los trasplantes. Estos suponen un estrés para la planta, que tardará en reponerse unos días antes de continuar su desarrollo con normalidad.

Cuando el tiempo en este caso juega en nuestra contra, debemos dar todas las facilidades a las plantas para que alcancen el máximo tamaño posible antes de comenzar la floración forzada por el fotoperíodo.

Lo ideal sería como siempre usar un muy buen sustrato y una maceta de tamaño medio. No tiene sentido usar un gran contenedor cuando las raíces no llegarán a colonizar todo el sustrato disponible en exterior.

También conviene usar estimuladores de crecimiento y de enraizado. Y también preventivos contra plagas. En estas fechas están en su máxima actividad y el daño que pueden hacer en una planta de pequeño tamaño es enorme.

Jabón potásico, aceite de neem o tierra de diatomeas, por ejemplo, son buenos productos para prevenir prácticamente cualquier tipo de plaga.

Conclusiones sobre el cultivo tardío

Si a estas alturas del año estás pensando en iniciar un cultivo tardío, no lo pienses. Cada día que pase, será un día más tarde que cosecharás.

La producción que se pueda obtener no será ni mucho menos comparable al de una planta que ha tenido por delante dos o tres meses de crecimiento. Pero siempre se puede compensar si son varias plantas en lugar de una sola.

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Las plantas crecen cuando los días crecen. Y en el solsticio de verano cuando las horas de día comienzan a descender, recibe la señal que el otoño se acerca y debe completar el ciclo floreciendo. Mención aparte merecen las autoflorecientes, que no dependen de fotoperíodos. Con ellas podemos conseguir varias cosechas anuales, siempre que las temperaturas lo permitan igualmente.

Con las horas de luz que tenemos en el hemisferio norte y que continúan disminuyendo hasta el solsticio de invierno, las plantas se desarrollan más lentamente. El frío además llega a ser más peligroso. Con temperaturas bajas las plantas tienen dificultad para asimilar determinados nutrientes. Ésto también ralentiza su crecimiento y pueden mostrar carencias.

¿Cómo cultivar cannabis en invierno?

En primer lugar, decir que ésto no es posible en todas las zonas. Mientras la zona norte de España tiene un inviernos muy fríos y lluviosos, el sur goza de en ocasiones de temperaturas menos suaves y cortos días pero de intenso sol. Aunque en ocasiones las noches vienen frías, los días son lo suficientemente buenos para que las plantas aprovechen al máximo el sol disponible.

Y siendo el frío el mayor problema, ésto lo podremos solucionar con un pequeño invernadero. Éste concentrará más el calor durante el día y lo conservará buena parte de la noche. Las temperaturas bajas son siempre peores para la zona radicular que para la aérea. Y en este aspecto el uso de contenedores de porexpan consiguen mantener las raíces a una buen temperatura. Los más sibaritas pueden echar mano de mantas calentadores.

Sin invernadero estamos expuestos a las inclemencias típicas de estas fechas. Lluvias, tormentas, granizos, heladas…Cada cultivador conoce mejor que nadie su zona, así que debe valorar si es factible un cultivo en invierno o no.

¿Semillas o esquejes?

Los esquejes siempre cuentan con una gran ventaja. Si conocemos su procedencia, sabremos como se comporta, cual es su período de floración, si es especialmente resistente a las duras condiciones del invierno… Y además, contarán con un crecimiento que partiendo de semilla a estas alturas puede ser de algunas semanas. Lo mejor y pudiendo hacerlo, es crecer semillas o esquejes en interior, y florecer en exterior.

La opción más apropiada pasa por tener un pequeño armario interior donde podamos dar a las plantas un crecimiento mínimo de 20-30 cm antes de sacarlas al exterior. Además, el corto fotoperíodo exterior hará que las plantas florezcan muy temprano, por lo que en cualquier caso trataremos con ejemplares de un tamaño bajo-medio.

Las autoflorecientes aunque son una opción, mejor dejarlas para primavera. En igualdad de condiciones lumínicas, las variedades fotodependientes siempre producen más que las autoflorecientes. Además se pueden conseguir plantas de mayor tamaño. Así que regulares o feminizadas, aunque mejor siempre algún esqueje de alguna buena selección.

Los cuidados de las plantas en invierno

En invierno las plantas necesitan menos abonos. El crecimiento es menor y por lo tanto también lo es el consumo de nutrientes. Con temperaturas bajas o grandes variaciones de grados entre el día y la noche, además las plantas tienen más dificultad para asimilar, entre otros nutrientes, el potasio.

Es común en los cultivos invernales las plantas de colores oscuros. Desde negros hasta morados, en sus hojas o también en sus cogollos. Variedades que en verano se muestran completamente negras, con temperaturas suaves o bajas puedes adquirir unos tonos espectaculares. Y muchos cultivadores coinciden que la misma variedad resina más en invierno. La producción de resina al fin y al cabo obedece a un sistema de autodefensa ante condiciones climáticas adversas.

Y finalmente también lucharemos contra la humedad. Pero en cambio la ausencia de plagas es bastante común en estas fechas. El uso de preventivos contra los hongos nos garantizará unas plantas libres de entre otros, la botritis o el oídio. Las cosechas serán menores porque las horas de sol y el clima no son comparables a los del veranos. Pero las satisfacciones sí son comparables.