¿Tu cultivo ya está grande pero aún no ha florecido? Es momento de que conozcas los cuidados para una planta de marihuana y cómo estos ayudarán a la salud de tu hierba.
Ver que tu planta de marihuana ya ha crecido lo suficiente como para que pronto empiece a producir los cogollos que consumirás puede ser una de las mayores satisfacciones cuando tienes tu propio cultivo. Una vez que ya llegaste a este momento, las atenciones que le tienes que dar a tu hierba son de vital importancia para que sus flores y lo que obtengas de ella sean de la mejor calidad.
Es por eso que nos hemos dado a la tarea de elaborar una breve guía en la que te explicaremos todo lo que tienes que saber de tu hierba antes de que florezca y los cuidados para una planta de marihuana. Recuerda que en La Marihuana contamos con toda la información que necesitas para tu cultivo de cannabis.
¿Cuáles son los cuidados para una planta de marihuana?
- Protege el cultivo de marihuana desde que es una semilla
- Elige el método de cultivo más adecuado
- Vigila la humedad de la tierra y la temperatura del agua
- Escoge el abono adecuado para el ambiente y la variedad
- Respeta el mínimo de horas de exposición a la luz
- Cuida el nivel de pH
Protege el cultivo de marihuana desde que es una semilla
Lo principal y más básico que tienes que saber de los cuidados para una planta de marihuana es que estos empiezan desde que te haces a la idea de que vas a plantar tu propia cannabis. Lo más relevante en ese momento es que escojas con cuidado la variedad de cannabis que vas a plantar, pues de ello dependerán los posteriores cuidados.
Recuerda que las tres variedades de marihuana más comunes son la cannabis sativa, la cannabis índica y la cannabis ruderalis. De cada una puedes obtener efectos diferentes, como una sensación de letargo o más dinamismo. Sin embargo, también hay algunas otras variedades híbridas que te pueden resultar mucho más interesantes.
En la venta de semillas de marihuana, podrás notar que los catálogos tienen una descripción de cómo es y cómo se debe cuidar la planta desde su etapa de plántula. Asegúrate de investigar el ambiente específico que necesitas para cuidar de tu variedad de cannabis. El entorno y el ambiente son importantes dentro de los cuidados de una planta de marihuana desde la semilla, pues solo así podrás conseguir la calidad que buscas para tu propio consumo.
Elige el método de cultivo más adecuado
Dependiendo también de la variedad de cannabis que hayas decidido cultivar, puede ser la técnica de cultivo que vas a necesitar. Aunque todas las variedades pueden amoldarse a casi todas las técnicas de cultivo, siempre habrá una que potencia sus características.
Puedes escoger, por ejemplo, técnicas como el cultivo hidropónico, en bandejas de propagación o hasta en materias más orgánicas como un coco o en algodón. Todo es cuestión de que analices las propiedades de tus semillas e incluso del espacio en el que verás crecer a tu planta de marihuana.
Vigila la humedad de la tierra y la temperatura del agua
Dependiendo de la variedad que escojas para sembrar, la forma en la que cultives tu marihuana, la fase de crecimiento en la que se encuentre la planta y hasta el tiempo en que deseas obtener tu cosecha, puedes pensar en una forma de riego específica. Alguien que sabe de los cuidados para una planta de marihuana te puede asegurar que el agua con el que se riegue la hierba puede aportar todos los nutrientes que la planta necesita.
Cuando ya has aplicado un sustrato al espacio en donde estés cultivando la marihuana, es probable que esté necesite de un riego periódico para seguir liberando sus beneficios. Además, el control sobre la frecuencia de riego también balancea el pH de la planta y les brinda el suficiente oxígeno a las raíces para mantenerlas fuertes.
Las recomendaciones principales para el riego es que utilices agua de buena calidad, no solo aquella de la llave. Agua destilada podría ser la mejor opción. También, asegúrate que al distribuir el agua en la planta se haga de manera uniforme, sin que se creen encharcamientos por exceso de agua.
Escoge el abono adecuado para el ambiente y la variedad
Aunque decimos que algo básico en los cuidados para una planta de marihuana es el abono, no solo se trata de este producto en relación a aportar nutrientes en el crecimiento de la hierba. Desde que es una semilla, puedes colocar estimulantes para la raíz, que harán que crezcan fuertes.
Los expertos recomiendan que solo cuando la plántula de marihuana llegue a las tres semanas de crecimiento después de que la hayas plantado, se puede agregar un fertilizante o abono. Aunque casi cualquier abono podría servir, opta por aquellos que contengan nitrógeno, pues es la mejor y más saludable alternativa para que la planta acelere su proceso de crecimiento y pase más rápido a la etapa de floración.
Respeta el mínimo de horas de exposición a la luz
Las plantas de marihuana son una de las especies que más cuidados precisos respecto a su iluminación durante todo su ciclo de vida. Incluso, esta necesidad puede variar si estás realizando un cultivo interior o exterior. Para que sigas con detenimiento los cuidados para una planta de marihuana en relación a la iluminación, primero considera tu cultivo.
Si estás incursionando con la marihuana en exterior, tu fuente de iluminación es el sol y lo que necesitas es protegerla en horas específicas. El medio día es la hora crítica de la luz, por lo que es el momento en que tu planta requiere más protección. Esto lo puedes hacer con una malla o tela de colores claros. Si tienes tu planta en una maceta y te es posible moverla, llévala a la sombra pero no lejos del sol, para que el cambio de temperatura no sea abrupto y no afecte su ciclo de floración.
Por otra parte, si tienes un cultivo interior, la luz que le brindes a tu planta provendrá de focos y lámparas. Las bombillas CFL pueden ser las más adecuadas para tus plantas de cannabis en interior, pues la luz es moderada y no te generará un gran gasto en electricidad. Manténla a una distancia promedio de entre 10 y 20 centímetros de tu planta y procura que la temperatura a la que llegue oscile entre los 25°C y los 27°C.
Para los dos casos anteriores, procura que los periodos de luz a los que esté expuesta la planta no sean mayores de 18 horas. Con este tiempo de exposición, la planta de cannabis debería tener por lo menos 6 horas de oscuridad completa o moderada.
Cuida el nivel de pH
Cuando hablamos de pH nos referimos al nivel de acidez o alcalinidad que se encuentra en la tierra, el agua o el material donde estés haciendo crecer tu planta. En tiendas de jardinería o en plataformas digitales puedes conseguir sin problema un medidor digital o análogo de pH. La importancia de saber este nivel en la planta es vital, pues puede afectar desde la calidad del cultivo y hasta el sabor del fruto.
Lo que las mediciones de pH te dirán es si tu planta está absorbiendo los nutrientes de forma óptima. El nivel ideal de pH en el que debería encontrarse el material en el que está creciendo la planta es entre 5 y 7, pues demuestra un estado base en el que nutrientes como el azufre, magnesio y nitrógeno están nutriendo bien a tu planta adulta.
Cómo puedes ver, los cuidados para una planta de marihuana son específicos y, de alguna forma, rigurosos. No todas las personas siguen con estos cuidados al pie de la letra, pero aún así pueden conseguir un cultivo para su propio consumo con una calidad normal pero que le funciona adecuadamente.
Sin embargo, si lo que estás buscando es tener la máxima calidad en tu cosecha de marihuana y tener los mejores sabores que podría tener tu variedad, además de estos cuidados para una planta de marihuana, te recomendamos seguir visitando el blog de La Marihuana y encontrar algunos consejos de la comunidad en nuestros foros.