Cuánta agua necesita una planta de cannabis es una pregunta que se hacen muchos cultivadores. Pero la realidad es que la respuesta es complicada.
Una planta necesita el agua que demande. Sabemos que esto no resuelve ninguna duda, pero es que realmente no existe ninguna fórmula para saber exactamente cuándo regar.
Son muchos los factores a tener en cuenta, como temperatura, humedad, calidad del sustrato, tamaño de la maceta, tamaño de la planta, fase de cultivo e incluso la variedad cultivada.
Así que la regla es regar cuando la planta lo necesite y con todo el agua que necesite. Te lo explicamos a continuación para que no te quedes con dudas.
¿Cuánta agua necesita una planta de cannabis?
Aproximadamente un 80% de una planta se compone de agua. Y cuando el agua disponible en el sustrato se agota, la planta pronto comenzará a mostrar síntomas de deshidratación.
Principalmente podremos observar como las hojas se vuelven flácidas. Y aunque con un buen riego recuperen su aspecto habitual, el daño más importante se produce en el sustrato.
Los pequeños pelos radiculares corren el riesgo de morir de deshidratación, a diferencia de las raíces primarías que se hidratarán enseguida. Esto obligará a la planta a desarrollar nuevos pelos radiculares.
Como decimos, saber cuánta agua necesita una planta de cannabis es imposible. Como regla general, evitaremos regar como haría un novato.
Es algo común regar con vasitos varias veces al día o cada tantos días. En una planta pequeña, puede que sea suficiente. Pero en una planta que cuente ya con un buen tamaño, será poco.
El motivo de esto, es que puede que a muchas zonas del sustrato no llegue el agua, creando zonas secas. Y una zona seca será un lugar que las raíces evitarán a toda costa.
Una planta con exceso de riego, por otro lado, también suele presentar lacidez en sus hojas. No se debe confundir en ningún caso con falta de riego.
Cuando sea hora de regar, un sustrato puede llegar a absorber un 20-25% de agua con respecto a su capacidad. Es decir que una maceta de 10 litros, absorberá unos 2-2,5 litros de agua.
Maneja esa cifra como referencia. Puede variar un poco hacia arriba o hacia abajo. En gran medida dependerá de la cantidad de perlita, fibra de coco o humus contenga el sustrato.
¿Cómo saber cuándo hay que regar una planta?
Saber cuánta agua necesita una planta es complicado. Pero saber cuándo hay que regar una planta es realmente muy sencillo.
Si se cultiva en macetas de pequeño y mediano tamaño, simplemente levantándolas nos podremos hacer una idea de cuánta agua contiene el sustrato.
Un sustrato completamente deshidratado apenas pesa. Así que sería como levantar una maceta prácticamente vacía. Si la maceta aún pesa, querrá decir que todavía no es hora de regar y debemos esperar más para hacerlo.
Cuando se cultiva en macetas o contenedores que difícilmente podremos levantar, o bien se cultiva directamente en suelo, nos fiaremos de la capa superior del sustrato.
Cuando los primeros 2-3 cm del sustrato estén secos, será momento de darle a nuestra planta su tan ansiada dosis de agua. Podemos introducir un dedo en el sustrato, por ejemplo.
Pero bajo ningún concepto lo que nunca se debería hacer, es regar marcando las fechas en un calendario. Es decir que una planta puede necesitar un riego hoy y el siguiente a los tres días.
Pero a medida que crezca, los riegos tendrán que ser más frecuentes. O debido a la temperatura puede pasar de necesitar un riego cada tres días, a necesitarlo cada dos o cada cuatro.
Cuánta agua necesita una planta de cannabis también variará mucho dependiendo de la calidad del sustrato y cantidad de material drenante, el tamaño de la maceta, la humedad o la variedad.
¿Cómo se debe regar correctamente una planta?
Un sustrato con la zona superior deshidratada forma una “costra” impermeable. Si añadimos una gran cantidad de agua, ésta no penetrará en él y buscará una salida.
Y la salida en estos casos la encuentra por el borde de las macetas directamente hacia el drenaje. El agua sale finalmente por el fondo de las macetas.
Es algo muy habitual el creer que se ha regado una planta cuando vemos que por el fondo de la maceta sale el agua después de añadir varios litros. Y realmente no se ha llegado a humedecer ni una mínima parte del sustrato.
A la hora de regar nunca son buenas las prisas y debe tomarse siempre con calma. Siempre se debe hacer pausadamente, dando tiempo a que el sustrato vaya absorbiendo todo el agua que añadamos.
Poco a poco el agua llegará a todas las zonas del sustrato. Además como decimos, los riegos deben ser siempre abundantes, hasta que veamos que por el drenaje comienza a salir el sobrante.
Esto también es algo bueno para no saturar el sustrato de sales que a la larga puede acarrear problemas. Riego a riego, iremos eliminando sales innecesarias por el drenaje de la maceta.
Puedes aprovechar para calcular cuánta agua necesita una planta de cannabis de tu cultivo. Así en los siguientes riegos o abonados, podrás preparar tan sólo la cantidad necesaria.
¿Cómo afecta las aguas duras y aguas blandas al cultivo de cannabis?
La buena calidad del agua en cultivos de cannabis es fundamental. Puede llegar a marcar la diferencia entre un gran cultivo o un cultivo con problemas desde sus inicios. La mayoría de cultivadores usa agua del grifo, que depende de la zona geográfica puede mostrar grandes variaciones de una a otra. Estas variaciones comúnmente las conocemos como dureza.
Se denomina dureza del agua a la concentración de sales de magnesio y calcio que hay en una cantidad de agua determinada. El agua dura tiene una elevada concentración de calcio y magnesio y el agua blanda contiene muy poca cantidad.
La dureza del agua básicamente depende de las formaciones geológicas que atraviesa el agua. Los acuíferos de suelos calizos presentan una mayor dureza, y los suelos silicatados presentan acuíferos de aguas blandas.
Los efectos de un agua dura o un agua blanda los podemos comprobar en nuestro día a día. Por ejemplo en zonas de aguas duras o muy duras, los jabones hacen menos espuma ya que calcio y el magnesio reaccionan con sus compuestos y dejan de ser efectivos.
También en electrodomésticos, que tienen a una menor durabilidad en zonas de aguas duras debido a las incrustaciones de cal que se forman. Incluso para nuestro organismo es perjudicial tanto un exceso de calcio y magnesio por consumir aguas duras, pero también una carencia si se consumiese exclusivamente aguas blandas.
A las plantas les sucede lo mismo. El calcio y magnesio son dos nutrientes imprescindibles para su desarrollo y un exceso o desequilibrio puede producir alteraciones. El uso continuado de aguas duras forman incrustaciones de cal en las raíces de las plantas, lo que hace que éstas no pueden absorber nutrientes como calcio, magnesio y fósforo entre otros.
Los excesos de magnesio no se suelen dar por el uso de aguas duras, aunque puede llegar a bloquear la absorción del calcio.
El uso continuado de aguas blandas, por su parte, suele causar las típicas carencias de calcio y magnesio. Éstas se acentúan en cultivos hidropónicos, ya que generalmente son dos nutrientes presentes también en los suelos. Cuando se usa una gran cantidad de sustrato, no suelen presentarse carencias a lo largo del cultivo.
En macetas pequeñas, la planta llega a consumirlos rápidamente. Además aún estando presentes, en climas fríos y húmedos puede recudirse su asimilación por parte de las plantas.
Hoy en día algunos fabricantes ofrecen fertilizantes especiales para el cultivo cuando se usan aguas duras o aguas blandas. Pero no es lo habitual, y la mayoría de ellos usan cantidades de calcio y magnesio mínimas.
El motivo únicamente para no crear excesos de estas sales cuando se parte de aguas de riego duras, a costa de crear en ocasiones carencias si se usan aguas de riego blandas, sea por su naturaleza, o conseguidas mediante métodos como la destilación u osmosis.
¿Qué hacer en caso de usar agua dura?
Las únicas soluciones son la de reducir su dureza con agua blanda, o eliminar completamente el contenido de sales mediante un filtro de osmosis. Sin duda la segunda opción será a la larga la más beneficiosa, tanto para nuestras plantas, como para nuestra salud y la de nuestros electrodomésticos.
Cuando los cultivos son de pequeñas dimensiones o corta duración, se puede usar agua mineral para mezclarla con la del grifo. Puede que una garrafa nos dure una o dos semanas. Pero cuando el cultivo es continuo, no llegará a ser rentable tener que comprar grandes cantidades de agua.
¿Qué hacer en caso de usar agua blanda?
La mejor solución es la de usar un suplemento de calcio y magnesio. La mayoría de fabricantes de abonos para cannabis los comercializan. Las dosis a usar generalmente son muy bajas y un bote nos durará muchos cultivos.
Y las concentraciones de uno y otro elemento son las apropiadas para el cultivo de esta especie. También se puede usar dolomita o sales epson cuando se prepare la mezcla del sustrato.
Son de liberación lenta, estarán presentes en el sustrato muchas semanas y la planta los asimilará cuando los necesite.
One Response
Anda que hablar del agua de riego y ni mentar el reposo necesario en el caso de agua del grifo para que evacúe el cloro…