Todo cultivador de marihuana en interior siempre busca el máximo rendimiento. Con genéticas más o menos productivas, pero siempre intentando sacarles el máximo partido. Lógico por otro modo, ya que desde el primer momento el contador de la electricidad comenzará a aumentar su ritmo. El mayor consumo se lo lleva la iluminación, a lo que hay que sumar el conjunto del sistema de ventilación (extractor, intractor y ventilador). Y la factura será la misma se tenga una planta o diez en el mismo espacio de cultivo.
En un interior nunca conviene contar con huecos vacíos entre plantas, ya que será un gasto de luz que podríamos aprovecharlo. También conviene que todas las plantas cuenten con una misma altura. Las plantas más altas marcarán la distancia a la que podemos situar la iluminación y si alguna quedase muy por debajo de ésta, la producción se resentirá al no recibir ni la misma cantidad ni la misma calidad de luz. Así que teniendo en cuenta todo ésto… ¿con qué técnica de cultivo se conseguirá más producción?
CULTIVO ESTÁNDAR PARTIENDO DE SEMILLAS
Sería el cultivo tradicional, dejar que las plantas crezcan unos 30cm o cuenten con un mes de vida para posteriormente cambiar el fotoperíodo a floración. Como hemos comentado antes, conviene no dejar espacios entre plantas, por lo que una buena densidad serían unas 8-9 plantas por m2. Si cultivamos la misma variedad, no tendremos muchos problemas y las plantas crecerán a un mismo ritmo y alcanzarán una altura muy similar.
Con este tipo de cultivo conseguiremos una increíble porra de cada planta, pero en cambio las ramas más bajas y debido al espacio, competirán entre sí y se estorbarán. Además quedarán muy alejadas del sistema de iluminación con respecto a las apicales, por lo que su producción será media-baja. Realmente conseguiremos 8-9 excelentes apicales, una buena producción de las ramas secundarias más altas y próximas a la luz, y una pobre producción en las zonas bajas.
CULTIVO EN SCROG PARTIENDO DE SEMILLAS
Un SCROG o “screen of green” (pantalla verde) consiste en podar o guiar una o varias plantas para limitar su crecimiento vertical y promover el crecimiento horizontal, cubriendo así toda la superficie de cultivo. Para ello se usa una malla o enrejado a determinada altura de las plantas que servirá para ir guiando las ramas sin que la superen. En floración y como se traduce, tendremos una pantalla horizontal llena de cogollos irguiéndose hacia la luz.
Para un SCROG se suelen usar pocas plantas en macetas grandes, ya que finalmente cada una de ellas cubrirá un gran espacio de cultivo. En un m2 una buena densidad serían 3-4 plantas. Si se usan más plantas el período de crecimiento será menos que si se usan pocas, ya que no se debe dejar ningún hueco de la malla sin rellenar. No son los cultivos más rápidos, pero si de los más espectaculares.
CULTIVO EN SOG PARTIENDO DE ESQUEJES
SOG o “sea of green” (mar verde) sólo es posible partiendo de esquejes. Una planta nacida de semilla no florecerá hasta pasadas las 4-5 semanas, a diferencia de un esqueje que florecerá tenga el tamaño que tenga. Un SOG básicamente es un cultivo de muchas apicales. Se usan tantos esquejes entren en un espacio de cultivo y en macetas de 1 a 3 litros. No se precisan de más capacidad, ya que la fase vegetativa es tan corta que es innecesario para las raíces.
Los esquejes lo ideal es que no superen en floración los 40cm, por lo que se cambiaría el fotoperíodo en cuanto cuenten con unos 20cm (siempre dependiendo de la genética. Para las sativas 20cm es excesivo, para las índicas puede ser muy poco). Se podrían cultivar hasta 100 esquejes por m2 en macetas de 1 litro, aunque su mantenimiento no sería sencillo. 36 esquejes en macetas de 3 litros también sería una buena opción.
CULTIVO EN MAIN LINING PARTIENDO DE SEMILLAS O ESQUEJES
El main-lining es una técnica que se ha puesto de moda en los últimos años, y no es para menos. Podría considerarse como una mezcla de SOG y SCROG. Consiste en darle forma a una planta mediante una serie de podas simétricas, con lo que se conseguirán 8 o 16 apicales creciendo a un mismo ritmo y sin ramas secundarias o bajas. Por un lado se parece al SCROG por su uniformidad, y por otro al SOG por la gran cantidad de apicales que podremos conseguir por m2 de cultivo.
La densidad de plantas por m2 con esta técnica también puede ser variable. La fase de crecimiento será lenta, ya que cada planta tras una primera poda, requerirá un tiempo de recuperación antes de realizar las siguientes podas. 4 o 5 plantas por m2 estaría bien, siempre dependiendo de la genética y el número de apicales por planta que pretendamos conseguir.