Si vas a cultivar cannabis y quieres saber qué tipo de tierra para marihuana es la mejor para obtener una abundante producción de cogollos, estás en el lugar correcto.
El cultivo de marihuana requiere dedicación y cuidados para poder crecer sanamente. Pero, si además se utilizan productos que benefician y ayudan a potenciar el desarrollo de las plantas de marihuana, los resultados pueden ser impresionantes. Estos productos suelen agregarse al sustrato, uno de los principales elementos que como cultivador debes tener en cuenta.
El sustrato de un cultivo es la base y el soporte para su desarrollo. Este elemento no solo se encarga de sostener la planta, también tiene la tarea de proporcionar las condiciones adecuadas para que las plantas tengan una correcta absorción de nutrientes necesarios para su crecimiento.
Si bien existen sustratos comerciales, también puedes elaborar tu propio sustrato ideal con nutrientes añadidos. En este artículo, te compartimos cuál es el mejor tipo de tierra para marihuana y cómo puedes mejorarla.
¿Qué tipo de tierra para cultivo de marihuana se puede usar?
Este tipo de cultivo tiene diferentes opciones de tierra. Algunos tipos de tierra ayudan a que la planta de cannabis tenga un buen drenaje de agua y otros tienen características específicas que la hacen fácil de trabajar.
A continuación, te compartimos una lista de las mejores opciones de tierra para cultivo de marihuana y sus características:
- Arcillosa: este tipo de tierra para marihuana está formado por partículas muy finas. Pese a que es difícil de labrar, cuenta con muchos minerales y nutrientes esenciales. Sin embargo, aunque retiene bien el agua, no permite que esta se drene bien.
- Arenosa: a diferencia de la tierra tipo arcillosa, la tierra arenosa se caracteriza por tener un buen drenaje de agua y ser fácil de trabajar. Es una gran opción para los cultivadores de cannabis por los niveles de nutrientes básicos que tiene, pero no suele retener mucha agua y eso puede ser un problema.
- Limosa: la tierra de este tipo tiene partículas de un tamaño intermedio. Tiene un buen drenaje y una gran variedad de minerales, elementos que ayudan a la fertilidad del suelo. También es conocida por tener buena retención del agua y ser fácil de trabajar.
- Margosa: este tipo de tierra es una mezcla de tierras arcillosas, arenosas y limosas. Aunque también cuenta con otros compuestos orgánicos. Tiene muchos nutrientes, un buen drenaje de agua y una excelente retención de agua.
Para poder decidir cuál de estos tipos de tierra para marihuana es el mejor, deberás considerar las condiciones de la zona donde has sembrado tus plantas de marihuana y que cuidados puedes proporcionarles. Por ejemplo, si vives en una zona seca, donde la lluvia o el agua puede ser un problema para tu cultivo, tal vez lo mejor sea un tipo de tierra para marihuana que pueda retener bien el agua.
De igual manera, si eres un cultivador novato, la tierra que es más difícil de trabajar puede no ser una opción viable. En cualquier caso, debes considerar todas las condiciones que enfrentará tu cultivo para elegir el mejor sustrato.
¿Cómo mejorar cualquier tipo de tierra para marihuana?
- Elige un acondicionador de suelo
- Aprovecha los desperdicios orgánicos
- Agrega estructura a la tierra del cultivo
- Toma en cuenta el contenedor del sustrato
Elige un acondicionador de suelo
Para mejorar cualquier tipo de tierra para marihuana, una de las opciones que tienes es la de crear tus propias mezclas de sustrato. Para una buena tierra orgánica para tus plantas, a tu sustrato lo puedes mezclar con acondicionadores de suelo. Estos son elementos que mejoran las propiedades fisicoquímicas del suelo para que los cultivos tengan un mejor rendimiento.
Algunos de los acondicionadores del suelo más populares, y los porcentajes que necesitas de ellos para crear una tierra casera potencialmente efectiva, son:
- Humus de lombriz: aporta una enorme cantidad de nutrientes orgánicos, ya que permite el desarrollo de microorganismos beneficiosos. También mejora la capacidad de retención y el drenaje del agua de las plantas de cannabis. Se debe añadir entre un 25 y 30% a la tierra natural.
- Fibra de coco: es un acondicionador hecho con cáscaras de coco y es útil para suelos compactos. También sirve para retener agua y puede mejorar la tierra con solo utilizar un 30%.
- Perlita: este material es un mineral volcánico que ayuda a mejorar la capacidad de aireación del suelo y puede retener la humedad del sustrato. También es buena para mejorar el drenaje y puede ser de utilidad para evitar plagas y hongos dañinos. Solo necesitas añadir 15% máximo a tus mezclas de tierra.
- Vermiculita: se usa para retener el agua y puede complementarse con la perlita. La única diferencia es que de este mineral solo necesitarás agregar un 10% para disfrutar los beneficios.
Aprovecha los desperdicios orgánicos
Otra forma de sacarle el máximo provecho al tipo de tierra para marihuana que escojas y potenciar sus propiedades es utilizando desperdicios orgánicos. Estos pueden ser café molido, cáscaras de huevos o cáscaras de plátanos. Si bien cada uno de estos desperdicios pueden añadir diferentes beneficios, lo mejor es convertirlos en composta para usarlos en conjunto.
La composta, también llamada compost, es un abono orgánico que proviene de la degradación de ciertos elementos. Esta descomposición se realiza en capas y ocurre de manera natural. Puesto que la mayoría de veces proviene de la descomposición de vegetales, es fácil de hacer y muy económico. La composta aumenta la capacidad de retención de agua y disminuye los cambios de temperatura.
Agrega estructura a la tierra del cultivo
Si bien puedes añadir acondicionadores a tu tipo de tierra para marihuana, también puedes darle estructura. Algunos tipos de tierra pueden ser más propensos a compactarse cuando se labra o se mueve con alguna máquina. Al darle mayor “estructura” a tu sustrato reducirás su capacidad de compactarse y facilitarás el crecimiento de las raíces de tus plantas de marihuana.
Para mayor estructura puedes utilizar materia orgánica. Uno de los productos más conocidos para “estructurar” la tierra es el estiércol de caballo, producto que también sirve para atraer lombrices. Otros de los más conocidos son los restos de poda (ramas y hojas) o el rastrojo de maíz y carbón.
Toma en cuenta el contenedor del sustrato
El sustrato ideal debe de poderse trabajar y permitir el desarrollo de tu planta de marihuana. En conjunto, tanto el contenedor, o el espacio donde colocarás tu cannabis en tierra, como los elementos del sustrato, sumarán para que tu cultivo tenga un buen desarrollo.
Por ejemplo, si estás plantando en un espacio amplio o directamente sobre la tierra, se recomienda que utilices cartón antes de poner tu tierra preparada para que más lombrices lleguen al sustrato. Aunque también puedes usar macetas de tela o de plástico, siempre asegúrate que la maceta definitiva tenga capacidad de drenaje.
Cualquiera que sea el tipo de tierra para marihuana que decidas utilizar, recuerda que debe cumplir con las condiciones adecuadas para que tu planta pueda crecer sin problemas. Así mismo, debe mantener la humedad, no ser compacta y tampoco tener drenaje deficiente, para que tu cannabis pueda respirar y expandir sus raíces.
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