Hace casi cinco meses que convivimos con el coronavirus, un enemigo mínimo que ha demostrado ser voraz. En consecuencia, más de 800 ensayos clínicos en todo el mundo buscan la forma de derrotarlo, entre ellos, como era de esperar, está el cannabis.
Se espera que la producción segura de vacunas tarde hasta 18 meses, pero al menos hay 100 equipos en el mundo trabajando en ello y buscando ser, claro está, el laboratorio que se llevará toda la pasta.
En Canadá, científicos de la Universidad de Lethbridge en Alberta (oeste), estudian el potencial de extractos de cannabis para generar resistencia al virus nuevo y letal.
Los resultados son parte de una investigación sobre el uso del cannabis para tratar el cáncer y la enfermedad de Crohn.
“Los resultados sobre el COVID provienen de nuestros estudios sobre la artritis, la enfermedad de Crohn, el cáncer y otros”, dijo a Deutsche Welle el Dr. Igor Kovalchuck, profesor de Biociencias de la Universidad de Lethbridge.
De momento hallaron que hasta 12 cepas de cannabis permitirían que el cuerpo humano sea más hostil para que la peligrosa cepa logre incubar, según informó el medio local Calgary Herald.
Si bien en un futuro, la investigación busca ampliarse, hay interés en las propiedades antiinflamatorias del componente CBD del cannabis.
De comprobarse el estudio, el cannabis podría actuar de manera similar a la nicotina la cual, según un estudio francés, podría proteger contra el nuevo coronavirus y así reducir la capacidad del virus de entrar en las células del pulmón, donde se asienta, se reproduce y se propaga.
Sin embargo, el estudio aún no ha sido revisado por otros investigadores.
ISRAEL
Como buenos fanáticos del cannabidiol, en Israel también se trabaja con el CBD para reparar las células dañadas por el coronavirus.
El avance logrado por los israelíes es una terapia para neutralizar el virus y está a cargo del Instituto de Israel para Investigación Biotecnológica (IIBI).
Dicha institución afectada un anticuerpo a partir del plasma tomado de pacientes recuperados, que evita que también llamado SARS – CoV-2 se replique en el cuerpo.
China, Estados Unidos, Francia y Austria. Cada vez son más los países que buscan usar el plasma sanguíneo de pacientes recuperados, mediante transfusiones, para eliminar el virus más rápido.
Sin embargo, la eficacia de los anticuerpos es muy variable de un donante a otro.
800 ensayos clínicos en el mundo
De acuerdo con la revista médica The Lancet, de los 800 ensayos clínicos que se realizan en todo el mundo en busca de un tratamiento, 300 son en China, 125 en Estados Unidos y unos 45 en Francia.
Investigadores de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y de la Universidad de Texas analizan proteínas de llamas que bloquean el ingreso del virus en células de cultivo, y ahora buscan hacer ensayos en hámsters y primates.
El experto en cannabis medicinal, Igor Kovalchuck, y sus colegas escribieron que sus cepas de cannabis especialmente desarrolladas impiden eficazmente que el virus entre en el cuerpo.
El coronavirus necesita un “receptor” para entrar en una célula.
Este receptor se conoce como ACE2 (Enzima Convertidora de Angiotensina II), el cual se encuentra en el tejido pulmonar, en la mucosa de la boca y la nariz, en los riñones, en los testículos y en el tracto gastrointestinal.
Según su teoría, podría ser que los cannabioides alteren el “acceso” debido a la ausencia de la ACE2.
El huésped sería entonces menos susceptible y vulnerable al virus: “Si no hay ACE2 en el tejido, el virus no puede penetrar”, también Kovalchuck.
Si bien Kovalchuck y sus coautores admiten que incluso sus extractos más pueden necesitar una validación a gran escala, puede que el cannabidiol pueda ser un “suplemento seguro” para el tratamiento de Covid-19.
Es decir, en conjunto con otros tratamientos.
