¿Qué es la contaminación lumínica y cómo afecta a las plantas?

¿Sabes qué es la contaminación lumínica? ¿Y en qué llega a afectar a los cultivos de marihuana tanto en interior como en exterior?

A continuación trataremos este tema tan a tener en cuenta a la hora de iniciar un cultivo. Con ello se evitarán los problemas que puede causar.

¿Qué es la contaminación lumínica?

Se entiende por contaminación lumínica a toda aquella fuente de luz artificial durante el período nocturno con intensidades y direcciones innecesarias para la realización de actividades en la zona en la que se instalan las fuentes.

O dicho de otro modo, es cualquier tipo de luz lo suficientemente intensa que puede llegar a alterar las funciones biológicas de nuestras plantas.

¿Cómo afecta la contaminación lumínica a los cultivos de cannabis?

El cannabis es una especie foto-periódica. Es decir que sus funciones biológicas se regulan por la duración del día y las noches que a su vez se rigen por el ciclo solar y las estaciones.

En concreto la marihuana es una especie de días cortos. Una planta precisa de un mínimo de 12 horas de oscuridad para iniciar la floración.

Así que cuando la duración de los días es más larga que la duración de las noches, la planta crece. Y cuando la duración de las noches es mayor que la duración de los días, las plantas florecen.

Las plantas perciben que el otoño se aproxima y deben finalizar su ciclo antes de la llegada del mal tiempo. Tengamos en cuenta que a fin de cuentas, buscan perpetuar la especie.

Aunque hoy en día sea una especie totalmente adaptada, en estado natural las hembras con semillas deben completar su ciclo antes de que el cambio estacional ponga en peligro su descendencia.

En exterior, especialmente el alumbrado público es el causante de contaminación lumínica. Pero también carteles luminosos, lámparas solares de jardín…

Esta luz que recibirán durante el foto-período oscuro, puede “confundirlas” y hacer que no lleguen a percibir la bajada de horas necesaria para el cambio de crecimiento a floración.

Cuando una planta entrado octubre todavía no ha comenzado a florecer, es seguro que sufra este tipo de contaminación.

Pero no es algo exclusivo de los cultivos en exterior. En cultivos de interior un simple piloto de cualquier equipo instalado en el interior del armario puede ser suficiente para que las plantas no inicien la floración.

También interrupciones frecuentes del foto-período oscuro. Esto es algo común en cultivadores principiantes que les gusta ver las plantas cuando duermen. O también filtraciones luminosas por ventanas y/o cremalleras del armario…

Durante la fase de crecimiento la contaminación lumínica puede llegar a suponer un estrés para la planta. Recordemos que la fotosíntesis se produce durante las horas oscuras.

Pero será en la fase de floración cuando suponga un mayor problema. Como decimos la planta seguirá creciendo y no florecerá hasta que hayamos corregido.

Si no lo detectamos y corregimos a tiempo; puede que se nos eche el tiempo encima. O que en interior las plantas se hayan ido del tamaño que pretendíamos.

¿Cómo saber que existe contaminación lumínica?

Pues lógicamente, la única manera de comprobarlo es durante el fotoperiodo oscuro. En interior es especialmente importante comprobarlo durante el día, aunque después el foto-período nocturno coincida con la noche.

De esta manera podremos comprobar si hay filtraciones de luz importantes por cremalleras, ventanas e incluso intracción y extracción. También si algún piloto de cualquier equipo o regleta posee una luz muy intensa.

En exterior, observaremos de noche la presencia de cualquier tipo de luz, principalmente farolas, grandes enemigas del cultivador de terrazas y balcones.

También luces de la vivienda, sean exteriores o interiores que incidan directamente sobre las plantas de marihuana del cultivo.

Se suele decir que si debido a la intensidad, se es capaz de leer la letra grande de los titulares de un periódico, la contaminación lumínica es lo suficientemente importante como afectar a la floración de las plantas.

Cómo solucionar la contaminación lumínica

Las comprobaciones para saber si nuestro cultivo podría sufrir una contaminación deberían hacerse antes de iniciar el cultivo.

En interior no es fácil meterse en un armario con plantas. Y tampoco sería necesario quitarlas para comprobarlo cuando lo más sencillo es hacerlo con él vacío.

Así que métete en el armario antes de iniciar un cultivo, siempre de día. Y observa si hay cualquier tipo de filtración de luz. Lo más común es que si la hay, sea en cremalleras, ventanas de ventilación y a través de los extractores.

Para solucionarlo, puedes instalar un buen segmento de tubo de extracción en intractor y extractor. Si se produce en cremalleras o ventanas, siempre puedes hacer una solapa con cinta americana, por ejemplo.

También presta atención a cualquier piloto de cualquier equipo en el interior del cultivo. Por ejemplo regletas de enchufes o sistema de iluminación. Siempre puedes taparlo con un cinta aislante negra.

En exterior siempre será más fácil tomar medidas. Una de ellas es la de instalar una malla de sombreado. Además de proteger a las plantas de la contaminación lumínica, lo hará de miradas indiscretas.

Otra es prevenir esta situación ubicando el cultivo en un lugar alejado de la posible iluminación nocturna. O si es posible, prescindir de la esa iluminación en la zona de cultivo.

Y por supuesto, evita interrumpir el foto-período oscuro. No es necesario molestar a las plantas mientras duermen. Y en todo caso, hazlo con luces verdes para minimizar los riesgos.

Y si no puedes evitar la contaminación lumínica por cualquier motivo, quizá conviene que cultives variedades auto-florecientes.

Estas variedades no dependen de foto-períodos para completar su ciclo y comenzarán a florecer independientemente de la cantidad de horas de luz que reciban.