Cada vez son más los consumidores que buscan métodos alternativos y menos perjudiciales para fumar cannabis. Y la opción más común, es la de comprar un vaporizador de hierbas.
Esto en gran medida se debe al gran aumento de consumidores terapéuticos, que lo que menos pretenden es beneficiarse de los efectos del cannabis, pero por otro perjudicarse con los tóxicos producidos por la combustión.
Los consumibles son una gran opción. Pero requieren de una preparación previa, los efectos pueden llegar a ser impredecibles y son muy retardados, una media de una hora para que el organismo asimile los compuestos.
La vaporización, en cambio, es lo más similar a fumar y se sitúa como segunda opción más usada por detrás del típico porro. No se tardará mucho más en liarse un porro que en preparar el vaporizador. Y además resulta mucho más discreto en cuanto a tema de olores cuando se usa en lugares con gente.
¿Cómo funciona un vaporizador?
Un vaporizador de hierbas es un dispositivo diseñado para extraer los compuestos activos de las hierbas, como el THC en el caso de la marihuana, a través de la vaporización en lugar de la combustión. Funciona de la siguiente manera:
Cámara de carga: Colocas las hierbas secas en una cámara especial dentro del vaporizador. Esta cámara es lo que se llama un “hornillo” en algunos modelos.
Calentamiento: El vaporizador tiene un sistema de calentamiento interno que eleva la temperatura de la cámara de carga. La temperatura a la que se calienta depende de la configuración que elijas y puede oscilar entre 160 °C y 220 °C, aproximadamente.
Vaporización: A medida que la temperatura en la cámara de carga aumenta, los compuestos activos de las hierbas, como los cannabinoides y los terpenos, se evaporan en forma de vapor sin llegar a la temperatura de combustión. Esto es importante, ya que la combustión produce humo y subproductos dañinos para la salud, mientras que la vaporización minimiza estos efectos negativos.
Inhalación: El vapor resultante se inhala a través de una boquilla o tubo de inhalación. Algunos vaporizadores tienen sistemas de enfriamiento para que el vapor no esté demasiado caliente al inhalarlo.
Da igual el modelo de vaporizador, sea manual, eléctrico o a gas, de sobremesa o portátil, de convección o conducción… todos tienen un funcionamiento prácticamente idéntico.
Aspectos a tener en cuenta al comprar un vaporizador
Cuando alguien por fin decide comprar un vaporizador, lo habitual es que surjan varias dudas al comprobar que el mercado nos ofrece muchísimos modelos. A continuación os hablaremos de las diferencias entre unos y otros, además de sus pros y contras.
¿Vaporizador de sobremesa o portátil?
Es la duda por excelencia que surge a la hora de decidir qué vaporizador comprar. Lo primero que se debe plantear, es principalmente dónde lo usaremos.
Si lo tenemos pensado usar siempre en casa, merece la pena invertir en un vaporizador de sobremesa, pensemos que por su tamaño cuentan con más prestaciones que uno portátil.
Si lo vamos a usar principalmente fuera de casa o llevárnoslo de viaje, la decisión es fácil: un portátil.
¿Comprar un vaporizador de conducción o convección?
En cuanto al tipo de calentamiento de las hierbas, los vaporizadores pueden ser de conducción o convección.
Los de conducción vaporizan cuando una superficie caliente entra en contacto con la hierba. Con los más habituales.
En los de convección, la hierba es vaporizada gracias a un flujo de aire caliente que la atraviesa. Estos son la minoría, generalmente los más caros y los que mejor calidad de vapor ofrecen, como es el caso del Volcano.
Y después existen unos pocos modelos híbridos que unen la vaporización por conducción y por convección, como pueden ser los vaporizadores Mighty y Crafty, hermanos pequeños del Volcano.
¿Hierbas, concentrados o e-líquidos?
Un buen fotógrafo te dirá que una buena cámara de fotos debe sacar buenas fotos, no grabar buenos vídeos.
Hoy en día, y es una opinión personal, merece la pena comprar un vaporizador de hierbas y otro de extractos, si se le va a dar un uso regular a ambos.
Cierto que hay algunos modelos que cuentan con accesorios para poder vaporizar hierbas y extractos con gran calidad. Pero las pipas eléctricas o e-cigars son más sencillos y mucho más baratos que un vaporizador para hierbas. Y además trabajan a unas temperaturas más específicas.
Control de temperatura
Prácticamente, todos los vaporizadores para hierbas cuentan con al menos 3 temperaturas predefinidas que oscilan en un rango de 180 y 220ºC.
Otros van más allá y cuentan con regulación grado a grado. No deja de ser una mejor opción, pero realmente no llega a ser algo muy relevante.
Las temperaturas predefinidas ofrecen unos intervalos muy apropiados para vaporizar. Los vaporizadores exclusivamente para concentrados y e-líquidos, suelen tener una única temperatura, con algunos modelos que sí cuentan con, en este caso, control de potencia, ya que trabajan con una resistencia.
¿Y en cuánto al precio?
Finalmente, el precio puede ser en principio a lo que más pretendamos ajustarnos. Pero suele suceder que los vaporizadores más económicos no son lo esperado, sobre todo en cuanto a densidad del vapor.
Los precios, que pueden ir de los 50 euros a los más de 500 euros , no son solo caprichos de fabricante.
Aunque ambos vaporicen, la calidad de componentes hará que la experiencia llegue a ser completamente diferente. Siendo algo que nos dará mucho juego y que nos durará muchos años, mi consejo es hacer una buena inversión.