EEUU.- El estado de Washington y Colorado están tratando de averiguar la manera de legalizar la marihuana, sin fomentar el uso o el mantenimiento de un mercado negro. Pronto el resto de la nación podrá hacer frente a la misma tarea.
¿Cómo puede ser legalizado la marihuana de manera segura?
¿Qué medidas deberían adoptar los gobiernos, y qué deben evitar?
Cómo regular, y cómo no
Por Marcos AR Kleiman profesor de política pública en la UCLA y profesor visitante en el Instituto Nacional de Justicia . Aconseja al estado de Washington en la regulación de la marihuana.
Hay cuatro pasos cruciales para los votantes y legisladores a tomar en cuenta:
Requerir comprobación y etiquetado de composición química. Diciendo exactamente a los consumidores lo que están tomando reduciría algunos de los riesgos. El THC es la sustancia que da a la marihuana su poder embriagador, pero otras sustancias químicas también importan. Por ejemplo, el cannabidiol (CBD) puede ayudar a moderar la potencia mediante la protección a los usuarios de ataques de ansiedad y pánico.
Exigir pruebas de microbios, pesticidas y metales pesados. La marihuana legal podría hacerse más segura manteniendola libre de contaminantes que siendo ilegal.
Mantener el precio correcto. Si el precio legal es demasiado alto, el mercado ilegal se mantendría. Si el precio legal es demasiado bajo, podría haber aumento de consumo y exportaciones a otros estados. El precio debe ajustarse en consecuencia.
Monitorear, evaluar y modificar. Un mercado comercial regulado de marihuana es una cosa nueva, hay mucho que aprender. Es vital supervisar el proceso, medir los resultados y modificar las reglas (incluyendo las tasas de impuestos), según sea necesario.
Y hay tres errores que los funcionarios deben evitar:
No dejar el marketing. La industria de la venta de marihuana legal, como las industrias del alcohol, el tabaco y el juego, tienen un interés financiero opuesto al interés público. El uso responsable es la meta, pero el uso dependiente genera el volumen de ventas. Un monopolio público probablemente funcionaría mejor, lejos de eso, límites estrictos en materia de publicidad (el Tribunal Supremo lo permite) y mantener la industria fragmentada para minimizar su poder de presión que podría limitar algunos de los daños.
No sea demasiado ambicioso. La tributación debe tender a elevar los precios para reducir el uso intensivo. Resista la tentación de tratar a la marihuana como una fuente de ingresos. No dejes que los estados se vuelven dependientes económicamente de los consumidores que son químicamente dependientes.
No hay que esperar milagros. La prohibición no abolió el problema de las drogas. Tampoco lo hará la legalización. Hay que estar satisfecho si los ingresos criminales bajan mucho, menos distribuidores a la cárcel y si el número de usuarios dependientes y los usuarios menores de edad no aumentan dramáticamente.
Publicado The New York Times
