A estas alturas del año todos los cultivadores habrán cosechado sus plantas de cannabis, salvo los más atrevidos y que apuesten por sativas de larga floración. Y como el cultivador es un ser de naturaleza inquieta, en nuestro artículo de hoy os daremos algunos consejos para reutilizar el sustrato que todavía seguramente tenemos en sus macetas.
Cuál es el mejor sustrato para marihuana
Un sustrato no deja de ser tan solo un soporte donde las raíces pueden desarrollarse y asimilar los nutrientes que almacena. Y puede ser totalmente prescindible en un cultivo, como es el caso de los hidropónicos.
Estaremos totalmente equivocados si pensamos que un sustrato debe tener una gran carga de alimento. La fibra de coco, por ejemplo, es un excelente sustrato y no contiene ningún nutriente.
¿Entonces por qué es tan importante un sustrato? Pues lógicamente, para facilitar el desarrollo de las raíces y su bienestar. Por ejemplo, el cannabis odia los suelos arcillosos, que se compactan con facilidad y drenan mal el agua.
En cambio, adora los sustratos muy aireados para que sus raíces no tengan problemas en expandirse. Porque además, un sustrato aireado es siempre muy permeable.
Retendrá y la cantidad de agua necesaria y expulsará la sobrante por el drenaje. También, y no menos importante, es que un sustrato aireado permite una buena oxigenación de las raíces.
Por qué reutilizar el sustrato
Los que cultiven en macetas o contenedores en exterior, al finalizar la campaña se encontrarán con una enorme cantidad de sustrato que en muchas ocasiones termina en el contenedor de la basura.
Otras veces, termina esparcido por el huerto, en caso de tenerlo, o en el huerto de algún conocido. O en algún monte, parque o cuneta donde no moleste mucho.
Pero la mejor opción, como descubrirás ahora, es la de reutilizar el sustrato para darle una segunda vida. Y podremos usarlo en la próxima campaña con total confianza.
Quedan meses por delante para la siguiente primavera, así que sobra tiempo por delante para hacer un sustrato de primera categoría. Y por supuesto, ahorrar una cantidad importante de dinero.
Es verdad que para ello se precisa espacio, pero los cultivadores de exterior no tendrán problema en haces un pequeño hueco en su huerto, jardín, balcón o terraza.
Cómo reutilizar el sustrato
De entrada, si hablamos de reutilizar el sustrato que ya fue usado para cultivar maría, generalmente será un sustrato de buena calidad y una buena estructura.
Los cultivadores, conociendo la gran importancia de un buen sustrato, suelen apostar siempre por uno de gran calidad. Porque con sus pequeñas o grandes diferencias, cualquier sustrato de Grow es un buen sustrato.
Lógicamente, estará agotado de nutrientes después del lavado de raíces. Y su estructura puede haberse vuelvo algo más compacta. Pero, en cambio, es una base perfecta para lo que pretendemos hacer.
Lo primero será acondicionar un lugar en el exterior. Podremos usar en cualquier lugar del jardín o huerto un plástico grande en el que depositar el sustrato usado. Después lo plegaremos sobre sí mismo para taparlo.
También puedes hacerlo directamente sobre el suelo, de este modo será más fácil que accedan a través de él microorganismos beneficiosos y hasta alguna lombriz.
El sustrato lo sacaremos de las macetas y los desharemos con las manos, eliminarlo el tallo y las raíces de las plantas. En otras circunstancias sería interesante dejarlas, no deja de ser materia orgánica que se descompondrá.
Pero se debe tener en cuenta que un buen compostaje de materia orgánica tan basta tardará muchos meses. Podremos dejar las raíces más pequeñas, que en poco tiempo estará perfectamente compostada.
Del mismo modo, podremos añadir sobre el sustrato cualquier material vegetal ligero. Desde las hojas que en estas épocas del año se acumulan bajo los árboles. O pelas de frutas y verduras. Incluso restos de la cosecha.
Cualquiera de estos son materiales que una vez vayamos a usar el sustrato en unos 4 o 5 meses, no quedará ni rastro de ellos por acción de las bacterias descomponedoras y lombrices, principalmente.
Porque uno de los grandes peligros de cualquier sustrato, es que contenga material aún en descomposición. Es la puerta de entrada a que patógenos de todo tipo se instalen en cualquier planta.
Y como no, para reutilizar el sustrato podremos enriquecerlo con humus de lombriz, guano de murciélago, cenizas de macera, estiércol seco, cáscaras de huevo… Todo lo que se nos ocurra, tengamos a mano y sepamos que ayudará a mejorarlo.
Es importante, además, devolver la textura esponjosa al sustrato. Y nada mejor que una buena dosis de fibra de coco. El formato en ladrillo es muy cómodo, económico y rinde muchísimo.
Algo que hemos comprobado que acelera el compostaje, son los complejos enzimáticos. No dejan de ser enzimas que actúan principalmente sobre la celulosa. Y ayudarás a descomponer raíces y hojas más rápidamente.
Esto facilita la labor digestiva a las lombrices, y además esta celulosa se transforma principalmente en azúcares, que son fuente de alimento de hongos y bacterias beneficiosas.
Por último, revolveremos todo este sustrato y lo taparemos con un plástico negro. Así evitaremos que crezcan malas hierbas y durante el invierno proporcionará una buena temperatura en su interior.
También se evita que las lluvias livixíen los nutrientes que poco a poco se irán fabricando lombrices y microorganismos en los meses que quedan por delante.
Cuando llegue la primavera, nos sorprenderemos con la textura y la calidad del sustrato reciclado y que nada envidiará a muchos que nos podemos encontrar en el mercado.