Se podría decir que todas las variedades de cannabis se pueden cultivar en interior, pero no todas se pueden cultivar en exterior. En climas atlánticos por ejemplo, las variedades sativas de floración larga en condiciones normales tendrían serias dificultades para terminar su floración en los meses de noviembre o diciembre, ya que son zonas en los que normalmente los otoños se parecen más a los inviernos.
Pero en interior determinadas variedades pueden suponer un quebradero de cabeza para cualquier cultivador, ya que lucharemos con un espacio limitado en todas sus dimensiones, principalmente en altura. Pero todo ésto será más fácil si se tienen en cuenta algunos aspectos.
VARIEDADES ÍNDICA E HÍBRIDOS CON DOMINANCIA ÍNDICA
Son sin duda las variedades más recomendadas para interior. Suelen ser plantas de crecimiento compacto y estiramiento medio/bajo. Genéticas como Northern Light, Hindu Kush, Black Domina, Super Skunk o Critical Mass son algunas de las variedades más míticas y cultivadas con luces artificiales.
Sea partiendo de semilla o esqueje, es muy raro que ocasionen problemas con su altura o su crecimiento desmedido. Son las más apropiadas también para la técnica de alto rendimiento SOG, aunque no tanto para otras técnicas que requieran podas o guiados como SCROG o Main Lining.
Tienen tendencia al crecimiento columnar y no suelen ser excesivamente ramificadas. Cuando se parte de semilla, en torno a las 4-5 semanas las plantas se pueden pasar a floración, cosechándose en unas 7-9 semanas más. Los efectos son principalmente relajantes.
VARIEDADES SATIVA E HÍBRIDOS CON DOMINANCIA ÍNDICA/SATIVA
Están en el otro extremo, ya que sin duda son las variedades más complicadas y no recomendables para cultivadores principiantes. En poco tiempo desde la germinación, mostrarán un crecimiento en ocasiones exagerado. Además son plantas muy ramificadas, por lo que un exceso de plantas por m2 puede causar tanto problemas de altura como de competencia entre ellas. Haze, Amnesia, Kali Mist, AK47, Super Silver Haze o Jack Herer, son grandes clásicos de interior.
Su cultivo es prácticamente imposible si no se recurre a alguna técnica de cultivo que limite el crecimiento vertical a cambio de promover el horizontal. Tanto SCROG, como Main Lining o Super Cropping, son las más usadas. También el SOG cuando se parte de esquejes, pero teniendo en cuenta que un pequeño esqueje de 10cm pasarlo a floración puede llegar a superar los 50cm en las primeras semanas de esta fase.
No son variedades tampoco para impacientes ni para los que ante todo busquen la producción. Las de floraciones más largas se pueden extender hasta las 16 semanas sólo la floración, a lo que hay que sumar unas 5-6 semanas de crecimiento ya que generalmente también tardan más en madurar sexualmente que las índicas. Es decir que en lo que dura un cultivo de una sativa de 16 semanas de flora, se podrían hacer 2 cultivos de alguna índica rápida.
HÍBRIDOS ÍNDICA/SATIVA
Los híbridos índica/sativa son un término medio. Ni tienen un crecimiento tan exagerado como las sativas, ni son tan compactas como las índicas. Pero se sigue teniendo que tener en consideración su crecimiento, que también suele ser rápido y abundante. Variedades como la White Widow, Skunk o Chronic son las preferidas en interiores.
Son apropiadas tanto para cultivos desde semilla como de esqueje. Se suelen adaptar a cualquier técnica de cultivo, teniendo la misma facilidad para concentrar la producción en generosas apicales en cultivos en SOG, o para ramificar y cubrir grandes espacios de cultivo en cultivos en SCROG o Main Lining.
Los períodos de floración rondan las 8-9 semanas habitualmente, siendo más propios de las índicas que de las sativas. Los efectos también suelen ser equilibrados, ni excesivamente relajantes ni excesivamente activas.
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Como se pueden sacar los bichos de los cogollos cuando están listas