La buena calidad del agua en cultivos de cannabis es fundamental. Puede llegar a marcar la diferencia entre un gran cultivo o un cultivo con problemas desde sus inicios. La mayoría de cultivadores usa agua del grifo, que depende de la zona geográfica puede mostrar grandes variaciones de una a otra. Estas variaciones comúnmente las conocemos como dureza.
Se denomina dureza del agua a la concentración de sales de magnesio y calcio que hay en una cantidad de agua determinada. El agua dura tiene una elevada concentración de calcio y magnesio y el agua blanda contiene muy poca cantidad. La dureza del agua básicamente depende de las formaciones geológicas que atraviesa el agua. Los acuíferos de suelos calizos presentan una mayor dureza, y los suelos silicatados presentan acuífeos de aguas blandas.
Los efectos de un agua dura o un agua blanda los podemos comprobar en nuestro día a día. Por ejemplo en zonas de aguas duras o muy duras, los jabones hacen menos espuma ya que calcio y el magnesio reaccionan con sus compuestos y dejan de ser efectivos. También en electrodomésticos, que tienen a una menor durabilidad en zonas de aguas duras debido a las incrustaciones de cal que se forman. Incluso para nuestro organismo es perjudicial tanto un exceso de calcio y magnesio por consumir aguas duras, pero también una carencia si se consumiese exclusivamente aguas blandas.
A las plantas les sucede lo mismo. El calcio y magnesio son dos nutrientes imprescindibles para su desarrollo y un exceso o desequilibrio puede producir alteraciones. El uso continuado de aguas duras forman incrustaciones de cal en las raíces de las plantas, lo que hace que éstas no pueden absorber nutrientes como calcio, magnesio y fósforo entre otros. Los excesos de magnesio no se suelen dar por el uso de aguas duras, aunque puede llegar a bloquear la absorción del calcio.
El uso continuado de aguas blandas, por su parte, suele causar las típicas carencias de calcio y magnesio. Éstas se acentúan en cultivos hidropónicos, ya que generalmente son dos nutrientes presentes también en los suelos. Cuando se usa una gran cantidad de sustrato, no suelen presentarse carencias a lo largo del cultivo. En macetas pequeñas, la planta llega a consumirlos rápidamente. Además aún estando presentes, en climas fríos y húmedos puede recudirse su asimilación por parte de las plantas.
Hoy en día algunos fabricantes ofrecen fertilizantes especiales para el cultivo cuando se usan aguas duras o aguas blandas. Pero no es lo habitual, y la mayoría de ellos usan cantidades de calcio y magnesio mínimas. El motivo únicamente para no crear excesos de estas sales cuando se parte de aguas de riego duras, a costa de crear en ocasiones carencias si se usan aguas de riego blandas, sea por su naturaleza, o conseguidas mediante métodos como la deslitazión u osmosis.
¿QUÉ HACER EN CASO DE USAR UN AGUA DURA?
Las únicas soluciones son la de reducir su dureza con agua blanda, o eliminar completamente el contenido de sales mediante un filtro de osmosis. Sin duda la segunda opción será a la larga la más beneficiosa, tanto para nuestras plantas, como para nuestra salud y la de nuestros electrodomésticos. Cuando los cultivos son de pequeñas dimensiones o corta duración, se puede usar agua mineral para mezclarla con la del grifo. Puede que una garrafa nos dure una o dos semanas. Pero cuando el cultivo es continuo, no llegará a ser rentable tener que comprar grandes cantidades de agua.
¿QUÉ HACER EN CASO DE USAR UN AGUA BLANDA?
La mejor solución es la de usar un suplemento de calcio y magnesio. La mayoría de fabricantes de abonos para cannabis los comercializan. Las dosis a usar generalmente son muy bajas y un bote nos durará muchos cultivos. Y las concentraciones de uno y otro elemento son las apropiadas para el cultivo de esta especie. También se puede usar dolomita o sales epson cuando se prepare la mezcla del sustrato. Son de liberación lenta, estarán presentes en el sustrato muchas semanas y la planta los asimilará cuando los necesite.