Cultivar en interior no está exento de sufrir ataques de plagas. Aunque son muchas menos con respecto a las que pueden atacar a plantas de exterior, en interior encuentran un hábitat ideal para su expansión. Por un lado en interior no cuentan con depredadores naturales, y por otro con la llegada del invierno y las bajas temperaturas exteriores, no desaparecen. Podemos contar con los dedos de una mano las plagas que se pueden instalar en un armario de cultivo. De una de ellas os vamos a hablar hoy, de la mosca de la humedad, mosca del sustrato o mosquilla negra.
No tratamos exclusivamente con una única especie, sino con varias especies de dípteros de la familia Sciaridae. Aproximadamente hay unas 1700 especies de Sciaridae identificadas. Y sólo en España hay identificadas 144 especies, aunque sólo unas pocas se consideran un grave problema cuando se instalan en cultivos. Son de color negro y habitan ambientes húmedos, generalmente con gran actividad en el sustrato, de ahí los varios nombres que se usan para referirse a ella.
La mosca de la humedad adulta es muy pequeña, de 1 a 4 mm, lo que en ocasiones hace bastante complicada una primera detección como sucede con otras plagas. Además los daños no son inicialmente visibles en muchos casos. Cuentan con largas antenas, dos alas y diferencias claras entre las hembras, más desarrolladas, y los machos, que son más delgados y poseen unos llamativos órganos sexuales en forma de gancho. Tras la cópula, pasan 2 días hasta que la hembra realiza la puesta de huevos, de 100 a 200 en condiciones óptimas (23ºC y 75% de humedad) en algunas especies.
Los huevos son de un color amarillo en un inicio, volviéndose blanquecino después. Tienen una curiosa forma sub-elipsiodal. Las larvas son largas, de 1 a 8 milímetros, y de forma cilíndrica. Se caracterizan por poseer una cápsula cefálica esclerificada de color negro brillante. Una vez eclosionan los huevos, las larvas comienzan a alimentarse de todo tipo de materia orgánica en descomposición. Las especies más agresivas y dañinas, las que nos preocupan, se alimentan de organismos vivos, raíces y zonas aéreas de las plantas.
Las larvas atraviesan 4 estadios, cada uno de ellos de unos 3-5 días de duración. Una última fase de pupa que dura de 4 a 6 días, para finalmente transformarse en adultos. Los adultos viven de 4 a 7 días. Las generaciones se suceden una tras otras si se mantienen las condiciones de temperatura y humedades óptimas, incluso permanecen activos en invierno si las temperaturas se mantienen por encima de los 6ºC.
El principal daño de la mosca de la humedad, es producido por las larvas, que como hemos dicho atacan las raíces pequeñas. En ocasiones, algunas especies también atacan el cuello de las plantas, haciendo galerías. Como portadora de virus que es, se suelen producir infecciones de bacterias que producen podredumbres, hasta finalmente terminar con la muerte de la planta. También preparan el terreno para la aparición de hongos letales como Fusarium, Pythium, Pytophtora o Botrytis.
COMBATIR LA MOSCA DE LA HUMEDAD
En ocasiones es una plaga complicada de eliminar. En ambientes húmedos encuentran el lugar ideal, además de que pueden habitar cualquier tipo de planta o sustrato. Muchas veces la introducimos nosotros mismos, bien en sacos de tierra o porque en nuestra casa tenemos alguna planta ornamental con la plaga. Aunque tiene alas, sus vuelos son cortos, aunque éso no impide que puedan recorrer grandes distancias.
Los riegos con neem o jabón de potasio, ayudará a reducir y eliminar la cantidad de larvas en el sustrato. Impidiendo el desarrollo de las larvas, los adultos terminarán muriendo en pocos días. También son muy efectivas las trampas fotocromáticas amarillas, tanto para la detección como para el control de la plaga. Otra medida para combatirla, es usar una gruesa capa de vermiculita sobre el sustrato.
Para terminar, en grandes explotaciones agrícolas se ha mostrado muy efectiva la mosca tigre meridional (Coenosia attenuata), capaz de comerse hasta 7 moscas de la humedad por días. También especies de la familia Phoridae son parásitas de la mosquilla negra, al igual que los ácaros depredadores Hypoaspis miles, el coleóptero depredador Atheta coriaria Kraatz y algunos nematodos patógenos del género Heterorhabditis, Steinernema y Tetradonema.