Colorado legaliza la marihuana

En Estados Unidos, 17 estados han legalizado la marihuana para uso médico, a pesar de que para el gobierno federal la droga sigue siendo prohibida. Colorado parece ser el próximo estado en hacerlo, y en Washington State y Oregon también se votará la iniciativa.

En las próximas elecciones en Estados Unidos, el 6 de noviembre, los ciudadanos de tres estados van a votar por la legalización de la marihuana: Colorado, Washington State y Oregon. La razón es la necesidad de ingresos nuevos, sumada a la aceptación, o por lo menos la tolerancia, a una droga que en el pasado estaba completamente estigmatizada, en la misma categoría de las drogas duras. Esta percepción ha cambiado completamente. Hoy en día es peor visto socialmente fumar cigarrillos que fumar marihuana.

Hasta ahora 17 estados han legalizado la marihuana para uso médico en casos como glaucoma, los efectos de la quimioterapia y dolor crónico, a pesar de que para el gobierno federal la droga sigue siendo prohibida. Colorado parece ser el estado con mas probabilidades que pase la iniciativa, que se conoce como amendment 64. Le sigue en probabilidad Washington State, mientras que en Oregon no se espera que se apruebe todavía.
 
En Colorado hay armado un complejo lobby que involucra representantes y senadores estatales, hombres de negocios e inversionistas. En este estado es donde está mas desarrollada la industria. Posee un poderoso lobby, el Medical Marijuana Industry Group (MMIG) que colabora con la fuerza pública y los políticos. Su meta es hacer que la marihuana sea plenamente aceptada por la sociedad. Para ello se han unido con otros industriales de la marihuana e hicieron pasar la ley 1284, un marco de control para la industria desde la semilla hasta la venta al consumidor final. Lo que hace esta ley es ponerle barreras a la entrada al negocio y facilidad al control por parte del estado. Por ejemplo no pueden entrar personas con pasado criminal, la licencia cuesta 18.000 dólares, hay estricta reglamentación sobre los invernaderos, como cámaras de seguridad, reportes de inventarios, entregas detalladas y todo está accesible a las autoridades las 24 horas del día. 
 
Los pacientes que tienen la tarjeta para uso médico van a dispensarios estrictamente regulados por el estado, donde encuentran gran diversidad de plantas y productos con mayor valor agregado como galletas, pasabocas, bebidas y cápsulas fabricados con marihuana. Hay 100.000 usuarios de marihuana médica generando negocios por 200 millones de dólares este año, una suma que paga impuestos locales, estatales y hasta federales. 
 
En Denver, la capital del estado, los dispensarios están por todas partes. Todos están marcados con una cruz verde. Hay 204 en total, tres veces mas que los Starbucks y McDonald’s combinados. Venden la marihuana que ellos mismos cultivan en invernaderos cuidadosamente sembrados, marcados e inventariados. El negocio está estrictamente regulado por el estado, desde que se aprobó en 2.000 la marihuana médica. Cada planta tiene un código de barras y está registrado a nombre de un paciente específico. Se crean infinidad de variedades con diversas capacidades, haciendo injertos, como en cualquier operación natural de horticultura. Hay críticos de las variedades de marihuana y hay concursos.

Como se mencionó, se está introduciendo mayor valor agregado, creando productos comestibles como galletas, dulces, chocolates, bebidas, aceite de oliva e incluso pastillas que vienen en dosis diferentes. Los empresarios que han llegado temprano al negocio ven grandes oportunidades una vez se legalice completamente la operación.
 
Se calcula que en este momento la industria de la marihuana legal produce 2.000 millones de dólares al año con un estimativo de 9.000 millones para 2016. El impacto económico sobre la economía en Colorado ha sido significativo. Hay mas un millón de pies cuadrado de espacio arrendado en bodegas en el área de Denver. Se le da trabajo a contratistas electricistas, aire acondicionado y empleos indirectos. Está generando impuestos por 20 millones de dólares.

Pero a pesar de la euforia, está la nube del gobierno Federal que tiene a la marihuana en el Schedule One de las drogas, equiparándola en peligro a la heroina, y sin reconocerle ningún beneficio médico. Para la DEA cualquier cantidad de marihuana que cargue una persona es posesión y da cárcel. El Departamento de Justicia no está contento con el comercio a gran escala que se ve en Denver, de manera que todos los involucrados en el negocio de la marihuana médica estarían violando las leyes federales, aun cuando todo el procedimiento haya sido aprobado por ley estatal.
 
Pero no hay persecución por parte de las autoridades federales. No hay voluntad política del gobierno federal de perseguir al negocio que es legal desde el punto de vista estatal. En lo que están realmente interesados, tanto los líderes de la industria, como las autoridades estatales y federales, es que se le trate como a una sustancia controlada, como al alcohol: que no se venda a menores de 21 años, penas por conducir bajo la influencia de la marihuana, que el negocio no se lo tome el crimen organizado, que no haya operaciones interestatales. Lo que pide la iniciativa 64 es que se trate a la marihuana exactamente como se trata al alcohol.
 
Pero si el gobierno Federal está tolerando la actividad, lo difícil ha sido el acceso a servicios bancarios y de tarjetas de crédito. El Departamento de Justicia le ha indicado a las instituciones financieras que si hacen negocios con los expendios de marihuana, corren el riesgo de ser acusados de violar el Controlled Substances Act o sea las normas contra lavado de activos. Esto ha hecho difícil, si no imposible, que los dispensarios consigan préstamos, abran cuentas bancarias o puedan procesar tarjetas de crédito. Es un negocio billonario que a ojos del gobierno federal es una actividad ilícita. Este dilema es un limbo jurídico y pragmático.
 
Lo que si es claro es que si la Iniciativa 64 pasa, la posesión de marihuana continúa siendo ilegal bajo la ley federal. Tener un pucho de marihuana es un delito menor que puede dar hasta un año de prisión y una multa de mil dólares. Tener una planta es un delito, que se puede castigar con prisión de hasta cinco años y multa de hasta 250.000 dólares. 
 
La industria emplea mas de 4000 personas, donde muchos de ellos ganan cientos de miles de dólares al año. Hay una cadena de dispensarios afiliados a MMIG llamados The Clinic, que se distinguen ya como los líderes de la industria, una vez sea 100 por ciento legalizada. Se rumora que Philip Morris ya ha alquilado bodegas para cultivo, aunque esta lo niega. 

En resumen, la iniciativa 64 permite el uso personal y la siembra limitada de marihuana a adultos mayores de 21 años; establece un sistema por el cual la marihuana es regulada e imponible como el alcohol y permite el cultivo, el proceso y la venta de cáñamo. Se levantan todas las penalidades por posesión personal de hasta una onza y el límite de crecer 6 plantas. La iniciativa crea establecimientos de marihuana legales, almacenes al público, sitios para cultivar, procesar y examinar, dirigidos para que la autoridad impositiva pueda ejercer su control. El Departamento de Impuestos licenciaría a los establecimientos a nivel estatal. Se impone un impuesto del 15 por ciento sobre las ventas al por mayor de la marihuana no médica, aplicado desde el punto de salida del centro de proceso al almacén al por menor. Los primeros 40 millones de dólares recaudados se dedicarán a la construcción de escuelas.
 
El 6 de noviembre es el día clave. Hasta hoy el 51 por ciento de los electores va a votar por el si y el 40 por ciento por el no. De ser aprobada la iniciativa 64 en Estados Unidos se iniciaría una ola de descriminalización de la marihuana como ha ocurrido en los estados donde es legal para uso médico, mientras en nuestro país sigue la retórica por la dosis personal.

Por Fanny Kertzman

 Fuente Semana.com