El cáñamo es maravillosamente versátil y sus semillas son increíblemente beneficiosas para nuestro organismo. Se pueden utilizar para cocinar añadiéndolas horneadas, tienen un sabor a nuez y son perfectas para todo tipo de platos dulces y salados. Cocidas y ensartadas, las semillas de cáñamo también son un buen cebo para muchos pescadores de agua dulce. Las semillas de cáñamo están llenas de aminoácidos, ácidos grasos esenciales y minerales nutritivos además de sanas proteínas. Rutinariamente se añade a la comida como una manera de mejorar la salud dietética. Grandes lotes de semillas de cáñamo se pueden preparar con antelación y luego utilizarse en función de la necesidad. Sigue estos pasos simples de cocina para la preparación de las semillas de cáñamo para su uso.
-Enjuagar y limpiar las semillas de cáñamo en un colador.
-Coloca las semillas de cáñamo en una olla o recipiente, cubrirlas con tres o cuatro veces de agua y dejar que se empapen durante 24 horas. Esto ayudará a que las conchas comiencen a dividirse, continuar con la limpieza de cualquier cieno. El limo se quedará en la parte inferior
-Coloca las semillas de cáñamo y el agua en una olla o cacerola. Vierte las semillas de cáñamo y el agua lentamente en la olla y detente justo antes de que la capa de limo comience a moverse. Añadir una cucharadita de sal por cada 16 onzas (450gr) de semillas de cáñamo. Llevar el agua a ebullición.
-Reduce el fuego a fuego lento. Cocina las semillas de cáñamo durante 20 a 30 minutos, o hasta que todas las semillas se hayan dividido.
-Colar el agua sobrante y esparcir las semillas en papel de cera o en una toalla fresca y seca.
-Meter las semillas de cáñamo en bolsas de plástico o recipientes en el refrigerador.
Las semillas de cáñamo no necesariamente tienen que ser precocidas para comer. También se pueden moler con una consistencia de mijo o harina para su uso en la cocina.
