Tradicionalmente, Holanda y el cannabis siempre han estado muy unidos. Y no sólo desde el boom cannábico de los años 80 donde la creatividad de grandes genetistas hicieron posible que hoy en día continuemos disfrutando de variedades únicas, sino que nos podríamos remontar a el siglo XVI. Pero no hablaremos de la historia del cannabis en Holanda, sino de las mejores variedades holandesas sin las cuales, nada habría sido igual hoy en día.
White Widow: es la variedad más famosa de Greenhouse, un espectacular híbrido índica/sativa desarrollado a partir de una sativa brasileña y una índica del sur de la India. Su nombre hace referencia a sus blancos cogollos, repletos de tricomas pegajosas y muy olorosos. Hoy en día prácticamente todos los bancos de semillas tienen su propia versión de esta variedad, o algún trabajo desarrollado a partir de ella.
Jack Herer: es un homenaje de Sensi Seeds al activista norteamiricano del mismo nombre, autor también del best seller “El Emperador está Desnudo”. Se podría definir como un híbrido inestables resultado de combinar Skunk, Haze y Northern Light #5. Su inestabilidad es en parte lo que la ha hecho famosa, pues podemos encontrarnos hasta 5 fenotipo bien diferenciados, uno de ellos índico y los demás sativos.
Northen Lights: se trata de una índica afgana espectacular y la más influyente de la historia. Fue desarrollada y criada en Estados Unidos, aunque alcanzó fama mundial en Holanda de la mano de The Seed Bank de Nevil Schoenmakers. Es famosa también su escaso olor en floración, lo que la ha convertido en la preferida de muchos cultivadores de interior por su discreción. Su sabor es delicioso.
AK47: es uno de los buques insignia de Serious Seeds, un híbrido sativa desarrollado a partir de tres sativas de Colombia, México y Tailandia, y una índica afgana. Ganadora de 3 High Times Cannabis Cup, es un buen ejemplo de variedad perfecta. Posee un gran sabor, produce unos cogollos resinosos y duros como piedras, su período de floración es de tan sólo 60 días… y sus efectos son muy elevados y cerebrales.
Skunk: se trata de la obra maestra de Sam the Skunkman. Aunque desarrollada en California, fue en Holanda donde logró adquirir fama mundial. Sin temor a equivocarnos, podríamos decir que más del 70% de las variedades actuales tienen de un modo u otro descendencia Skunk. Su nombre hace referencia a su apestoso olor (Skunk en inglés es mofeta). Es sin duda una de las variedades que todos deberían cultivar al menos una vez.
Super Silver Haze: esta variedad se desarrolla en Greenhouse con la idea de imitar los éxitos hasta entonces de la Jack Herer. Y vaya si lo consiguieron. Ésta es una combinación de Haze, Skunk y NL#5. El año de su presentación arrasó en la Cannabis Cup, hito que conseguiría repetir en muchas más ocasiones. Es sin duda uno de los mejores híbridos Haze, enfocado tanto en su sabor, como producción y potencia.
Blueberry: es una variedad desarrollada en Estados Unidos por Dj Short, aunque su fama mundial la alcanzaría en Holanda en bancos como Dutch Passion o Spice of Life. Se trata de un gran trabajo de crianza con genes de sativa Thai e índica Afgana. Su sabor es su mayor seña de identidad, con marcados toques a frutos del bosque. También su color tiende a adquirir tonos púrpuras/azulados. Toda una preciosidad.