Joaquín “El Chapo” Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa, se enfrenta a un juicio en Nueva York por narcotráfico, está a favor de la legalización de la marihuana para evitar que la gente que la siembra vaya a prisión.
Mucho se dice acerca de la legalización de la marihuana y su impacto en el crimen organizado que se financia con el narcotráfico. Lo último que se conoció en ese aspecto lo aportó el gobierno de Uruguay, que afirma haberle sacado al mercado negro 22.000 millones de dólares desde 2013 -año en que se sancionó la ley- hasta la actualidad. Pero, ¿qué piensan los propios narcotraficantes?
Joaquín “El Chapo” Guzmán es un personaje que no necesita presentación. Es tal vez el mayor jefe narco en términos de notoriedad en todo el mundo, siempre a la sombra de la figura del colombiano Pablo Escobar Gaviria, de quien fue alguna vez su socio. Por estos días el Chapo enfrenta un juicio en Nueva York por narcotráfico, luego de escaparse en forma increíble de una prisión y ser encarcelado nuevamente. El proceso atrae la atención del mundo entero y por la corte ya han pasado, exsocios y hasta amantes del inefable personaje.
Y a pesar de que la liberación de la planta podría reportarle millonarias pérdidas a su organización y a sus colegas, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera -su nombre real- está a favor de la legalización de la marihuana para evitar que la gente que la siembra vaya a prisión. El exlíder del Cártel de Sinaloa, también dijo que está arrepentido de algunas decisiones, aunque considera que eran las que tenía que tomar en su momento.
Eso sostuvo Guzmán en varias entrevistas tras su recaptura en enero de 2016 con la criminóloga Mónica Ramírez Cano, quien fue encargada de elaborar el perfil criminológico del que en su momento fue uno de los delincuentes más buscados del mundo. La profesional, que parece no hacer mucha gala del secreto profesional, dijo que le tocó tratar con un Joaquín ya cansado, con un Joaquín del estilo ‘ya quiero retirarme, yo ya quiero estar tranquilo, quiero disfrutar a todos mis hijos’, especialmente las cuatas que eran las más pequeñitas”.
Es creyente pero no es devoto de ningún santo
El estudio psicológico también arrojó que Guzmán es un hombre manipulador al que no le importa mentir o trasgredir la ley para lograr sus objetivos. Se visualiza como un empresario que ve más allá de sus intereses sin considerar que su negocio es ilegal. Es creyente pero no es devoto de ningún santo. Durante las entrevistas dijo que no le gusta apostar, que no se droga y que dejó de beber porque el alcohol no le permitía dedicarse a su negocio. Mónica Ramírez percibe a Guzmán Loera como un capo de la vieja escuela, que idolatra a su abuela y a su madre.
“Él no estaba de acuerdo, por ejemplo, con el secuestro. Para él, es el peor delito que existe, porque a diferencia de lo que él piensa que la gente se droga porque lo elige, pero un secuestro es contra la voluntad de la persona”, agregó la profesional.
“El Chapo” admite en las entrevistas ser aficionado a los caballos bailadores, a las mujeres y reconoce tener varios hijos. “Son aproximadamente 23 hijos reconocidos, digámoslo así, algunos dentro de matrimonios consolidados, que son hermanos, y como él lo dice ‘yo soy un padre de familia que se hace cargo de su familia y de las necesidades de su familia’”, explica la criminóloga.
Por último, mucha gente tiene esta duda de si ‘El Chapo’ se arrepiente o no se arrepiente de lo que hizo. “Él se arrepiente de muchas decisiones equivocadas que ha tomado, que las reconoce él, pero también reconoce que son cosas que él tuvo que hacer”, finaliza Ramírez.
Por Rama