Por Cannabis Magazine
Disipar las dudas es difícil en un mundo que se sustenta entre lo que parece que es y lo que realmente es, en la retórica inerte cargada de buenas intenciones que jamás se cumplen, en la facilidad con que la clase política -mal llamados dirigentes- se subyuga a los grupos de presión y lobbies económicos demostrando el alto grado de corrupción inherente a los políticos de todo signo y condición.
Vemos como día a día nuestras libertades individuales o nuestra intimidad se recortan, mermando en pos de una subjetiva libertad o por luchar contra un enemigo invisible, quizás inexistente o, a lo sumo, creado por los mismos que luchan contra él en una especie de cruel y descarada sátira al más puro estilo novelesco de Dr. Jekyll y Mr. Hide.
Asistimos atónitos a la bochornosa Conferencia sobre el Cambio Climático de Copenhague donde lo que subyace es la pugna por consumir los recursos del planeta a costa de nuestra aniquilación en una irreparable y catastrófica entelequia.
Además intentan convencernos sobre que la mayor amenaza para nuestra sociedad no es el Co2 ni la cantidad de gases que emitimos a la atmósfera o que desaparezcan gran parte de las islas y costas de este cada vez más gris y azul mundo. O incluso que mueran millones de personas por catástrofes medioambientales o hambrunas provocadas por el calentamiento global. Según las conclusiones que podemos leer entre líneas, el mayor peligro para nuestra sociedad y la humanidad en su conjunto -en un egoísta etnocentrismo- son un puñado de desgraciados que viven parapetados en las remotas montañas de Afganistán armados hasta los dientes gracias al apoyo en el pasado de su principal enemigo, los Estados Unidos de Obama. Y es que para combatir a estos pastores de cabras destinan los países que integran la coalición internacional cerca de 900.000 millones de dólares, mientras que para ayudas para combatir el Cambio Climático se destinan 30.000 millones, algo que cuanto menos es como una bofetada a todos los seres humanos.
Si Gandhi o la Madre Teresa resucitaran seguro que lo primero que harían sería devolver su Nobel de la Paz por lo que supone que este galardón se lo otorguen a un Señor de la Guerra como es Obama.
Por otro lado, la guerra contra la droga se recrudece en unos sitios y en otros se ablanda y pasa a acciones más de prevención y menos descabelladas. En México se sustituye a las fuerzas policiales, por cierto corruptas hasta la médula, por una ensangrentada y carnicera lucha llevada a cabo por el propio ejército mexicano contando la friolera cifra de 15.000 muertos el año pasado. Una guerra sinsentido sobre la que la ONU ya ha reconocido su fracaso. En cambio, unos kilómetros más arriba, la administración de Obama permite que baje la presión sobre los usuarios terapéuticos de la marihuana, provocando una avalancha de usuarios hacia los centros de dispensación y promoviendo la apertura de los primeros clubs de cannabis en Estados Unidos. Pero no nos engañemos, como comenzaba diciendo al principio de esta editorial no todo es lo que parece ser, y es que ante esta maniobra del presidente Obama se esconde una antiquísima y conocida técnica de cualquier buen pescador. Una vez que el pez pica el anzuelo el pescador sabe que debe ceder con el sedal para que el pez siga enganchado. Y es que esto mismo ha hecho la administración norteamericana, ceder en lo que a la marihuana se refiere, para que las gentes fumantes y pensantes, esas mentes críticas con el sistema y a ratos lúcidas, crean que son libres mientras discurren inexorablemente hacia las fauces del maestro pescador. Un pescador que ha incumplido todo lo que había dicho sobre el cierre de Guantánamo, el fin de la guerra en Irak, la paz en el mundo, y bla, bla, bla…
Pero no debemos ser tan ilusos como para pensar que los responsables de todo esto son los políticos, las empresas o los grupos de presión. Esto sería como los ciegos que idolatran a un Dios o siguen una religión, como los que creen en la brujería o los curanderos y todos aquellos que sienten que son peleles zarandeados por el viento a merced del destino, apuntando a lo exógeno como responsable de sus desdichas y calamidades. Sólo hay que ver como el PP después de los escándalos de corruptela, malversación, espionaje y desventuras caseras se sitúa como el principal partido en intención de voto de nuestro país.
Debemos mirar un poco al interior, hacernos consecuentes con nuestros actos e ideas y buscar formas de presión, de manifestarse, de boicotear los planes que nos afectan a todos de forma negativa. Y una forma de hacerlo, relacionada además con el mundo verde que tanto nos interesa, es acudir a la Feria Spannabis 2010, la Mayor Feria del Cáñamo del Mundo, que se celebra en Barcelona los días 26, 27 y 28 de febrero. Cuantas más personas seamos, más poder adquiriremos y más peso tendrán nuestras demandas para liberalizar el uso de la marihuana. ¡Acércate y nos vemos allí!
Fuente cannabismagazine
2 Responses
la verdad es que es muy atinado lo que se expone en este artículo publicado, de todas maneras yo sería reacio a no pensar que la mayoría de decisiones en EEUU y algunas partes de latinoamerica pro legalización, tengan tan sólo oscuras intenciones… creo q en gran parte es debido a una verdad que cada vez es más evidente y dificil de negar: la marihuana es una medicina natural eficaz contra muchas afecciones intratables hasta la fecha por la medicina tradicional… si bien obama no merece más que un grammy por su mentirosa actuación, no es menos cierto que parte de los logros en cuanto a usos controlados del THC, se lo debemos a décadas de activismo cultural para re-educar a quienes aun piensan que la marihuana es algo parecido ala heroina o al alchol.. no podremos ocultar los intereses económicos que se encierran tras la progresiva legalización del THC, pero tampoco ellos podrán negar la seguridad que posee la planta para el consumo humano…
talkin’ about my generation…..