Los cogollos o yemas del cáñamo, debidamente manipuladas (*) se pueden fumar una vez secas y son psicoactivas y por ello declaradas como droga prohibida en muchos países: la marihuana. A pesar que autorizada, en muy limitadas ocasiones, como producto medicinal (tratamientos paliativos en el cáncer y para las depresiones de los soldados veteranos con stress post-traumático).
Pero de los tallos del cáñamo se puede extraer industrialmente una fibra que podría ser útil en múltiples campos; en el pasado ya lo fue como vestimenta, sacos, cordajes y velas de barco. En la actualidad produciría un combustible para automoción, regenerable (al poderse cultivar) y no tóxico ni con emisiones peligrosas para el medio ambiente.
Y de esta planta (que también puede manipularse como planta comestible, rica en grasas cardiosaludables Omega 3) se obtiene un plástico degradable y que podría sustituir a la mayoría de los derivados del petróleo.
¿Por qué no se promociona su cultivo (en la imagen de abajo, una plantación en Francia) y se populariza su uso? Por la oposición dela DEA, la agencia americana de lucha contra la droga. Y que la aduana USA ha impuesto una “tolerancia cero” a las importaciones de productos obtenidos de esta planta.
Pero a mí, más que por la lucha contra las drogodependencias, siempre me ha parecido ver, detrás, un tema primordialmente económico y de control y dominio de mercados. Y si no ¿por qué otra planta “milagrosa” con grandes usos en muchos campos, como la soja (**) tiene su cultivo casi monopolizado por los USA, sin que se sepa de ninguna ley que prohiba a los demás países el cultivarla, pero casi no lo hacen?
Algún día quizás consiga saberlo…
Coronel Von Rohaut
(*) Si se les extrae su aceite, éste es el “hashish”.
(**) En los años 30 Henry Ford dedicó grandes esfuerzos de“marketing” en promocionar la soja, de la que tuvo unas plantaciones y estudió diversas variedades y también construyó un automóvil con piezas de plástico de cáñamo (otros dicen que era de soja, pero podía ser mixto), del que nunca más se supo.
Fuente Coronel Von Rohaut
