No es ningún secreto que muchos de los más grandes pensadores, creadores y artistas a lo largo de la historia del mundo se han entregado a la mente o a sustancias que alteran el humor de vez en cuando. Fue en esos preciosos momentos de relajación absoluta y lucidez sin igual cuando muchas nuevas ideas, visiones e innovaciones burbujeaban la superficie de su conciencia.
Heidi Keyes, pintora con sede en Denver tiene experiencia personal con los beneficios creativos de fumar marihuana. Como artista tipo creativa, se nutre de los beneficios de fumar cannabis desde hace algún tiempo.
“No es la fuente de mi creatividad”, dice cuando se le preguntó cómo el fumar afecta a su arte “, pero sin duda ayuda.”
Ha estado fumando desde la escuela secundaria, pero no fue hasta hace poco cuando su vida profesional dio un giro con la industria floreciente del cannabis en Colorado .
Keyes abrió su negocio Puff, Pass & Paint a principios del 2014 después de un comentario desenfadado de uno de sus amigos que le sugirió iniciar su propio negocio.
“Pensé que era una idea loca!”, Dice. “Definitivamente primero hablé con un abogado.”
Después de la cuadratura de los aspectos legales del negocio, Keyes fue capaz de seguir adelante con su operación. Comenzó a reservar clases en enero por referencias al principio. Los amigos y amigos de amigos fueron sus primeros clientes, pero a medida que se difundió la noticia de boca en boca, las cosas empezaron a despegar y las clases comenzaron a llenarse.
Las clases suelen tener lugar por la tarde y duran alrededor de dos horas. Los clientes pueden traer su propio vino o cerveza, pero están, por supuesto, alientan fuertemente a traer un poco de hierba para fumar solos o compartir. Aunque Keyes no puede proporcionar legalmente cannabis a los clientes en sus sesiones de pintura, puede proporcionar muestras de cortesía y con frecuencia tiene un cuenco lleno para los asistentes.
“Las personas por lo general llegan un poco tarde”, dice, riendo, “pero me he acostumbrado a este tipo de gente. No me importa “.
Una vez en el interior los instala, Keyes utiliza un cuadro de referencia para instruir a la clase sobre cómo pintar su propia obra maestra, pero no tienen que seguirla si están inspirados. Una vez, una mujer llegó con una foto de su gato para pintar y se le permitió hacer su propia obra. Para Keyes, no hay necesidad de ser rígido. Está más interesada en ayudar a las personas a se diviertan al tiempo que expresan su lado creativo disfrutando de sus hermosos resultados.
“Al final de cada clase única, camino alrededor y cada vez me quedo asombrada ” dice.
Disfrutando casualmente de un porrito con amables extraños y un instructor de arte de pintura está segura que suceden algunas cosas interesantes. Keyes cuenta una anécdota acerca de una sesión en la que alguien mencionó cita de la serie de televisión de Seinfeld y toda la clase estuvo riendo y tratando de adivinar qué episodio fue.
En otra ocasión, una mujer de casi 20 de Wisconsin trajo a sus abuelos de 80 años de edad, abuelos que no habían fumado en los últimos 40 años. Keyes dijo que el par era jovial y se reían y hablaban con los demás participantes de la clase que no dudaron en incluir a la pareja en sus conversaciones. ¿Dónde más puedes ver abuelas y abuelos fumando con gente décadas más jóvenes que ellos?
“Estoy creando una atmósfera que está aceptando a todo tipo de personas y de diferentes tipos de creatividad”, dice Keyes.
Las definiciones de libros de texto sobre la creatividad mencionan palabras clave como la imaginación y originalidad, características que son la base de la inventiva inspirada. Sin embargo, hay otro aspecto de la creatividad que la marihuana ha demostrado que impulsa y que pueden tener un impacto significativo en cómo esas revelaciones y chispas de visión se producen. Fuente
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