El cannabis no sólo se ha demostrado útil para personas con diferentes dolencias y de todas las edades, el caso más reciente y más conocido es el de la pequeña Josefina, una niña mexicana de tres años que padece una grave epilepsia conocida como síndrome de West. La pequeña sufría unos 30 espasmos unas 20 veces al día y en períodos de media hora. Hartos de probar tratamientos sin ningún tipo de avance, los padres por sugerencia médica consiguieron que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica les autorizara el ingreso al país y su uso con fines médicos al aceite de marihuana. Josefina ha mejorado y su calidad de vida es hoy en día mucho mejor.
Las propiedades del cannabis medicinal son innumerables y en los últimos años las personas que gozan de una mayor calidad de vida gracias en gran parte a la legalización de la marihuana principalmente en varios Estados de los EEUU ha aumentado. Y va más allá, pues las investigaciones también se están centrando en el último lustro en el uso del cannabis en mascotas, a las que muchas personas consideran parte fundamental de su familia.
Comenzaremos por algo obvio: una mascota no necesita consumir marihuana y mucho menos fumarla. El que le eche el humo de un porro a su perro o su gato responde más a un sentimiento de amor de la mascota hacia su amo, que siempre le perdonará todo, que el amor del amo hacia su mascota. A los animales no les gusta andar drogados, ya que no consiguen asimilar ni comprender que es un estado es pasajero. A la larga se ha demostrado que puede ser perjudicial para sus actitudes, como miedos o paranoias.
Lo mismo le pasa a las personas que no son consumidores habituales o no les agrada los efectos del cannabis, o del alcohol o de cualquier otra droga. En cambio, en mascotas, el cannabis es igual de beneficioso para la salud como en los humanos y son ya muchos los veterinarios e investigadores que está buscando en el cannabis medicinal una gran ayuda para tratar enfermedades crónicas y degenerativas.
El Dr. Doug Kramer, conocido como “El veterinario Guru ” de Chatsworth, California, fue uno de los pioneros en el uso de cannabis medicinal en mascotas y que tristemente nos dejó en agosto de 2013 a los 36 años. Comenzó de casualidad cuando una clienta quería conseguirle marihuana medicinal a su perro y decidió ayudarla. En muy poco tiempo pudo observar como el pequeño can tuvo una increíble mejoría después de haber probado mil tratamientos sin ningún éxito. Incluso su mascota, una Husky llamada Nikita y diagnosticada con un cáncer incurable, después de la primera dosis volvió a caminar. Cabe decir que su cáncer no se curó, pero mejoró su calidad de vida y evitó tener que sacrificarla, viviendo feliz hasta su muerte.
Algunos animales tienen un sistema endocannabinoide muy desarrollado y similar al de los humanos. Este sistema es un grupo de lípidos neuromoduladores y sus receptores están implicados en procesos fisiológicos como son el apetito, la sensación de dolor, el estado de ánimo o la memoria. Los endocannabinoides son sustancias similares al cannabis y producidas de forma natural por nuestro organismo. Cualquier animal con receptores cannabionoides responderá al THC y el CBD del mismo modo que nosotros, por lo que el Dr. Kramer usaba tinturas de cannabis para estimular el apetito en gatos y perros enfermos. La tintura ofrece una gran precisión en las dosis que se administran, pero son muchos los “pacientes” que usan aceites o mantequillas añadido al pienso o comida habitual.
Del mismo modo el aceite de CBD es útil y más accesible pues es legal en la mayoría de países. La diferencia con el aceite de THC ya la hemos comentado en alguna ocasión; el CBD es uno de los 60 cannabinoides presentes en la marihuana, mientras que el aceite de THC contiene todos esos cannabinoides incluido el CBD, por lo que su potencia es mucho mayor. Pero el CBD por sí sólo ya se ha demostrado eficaz para reducir las náuseas y los vómitos,a alivio contra las enfermedades inflamatorias, antioxidante frente a las enfermedades neurodegenerativas, es antitumoral contra el cáncer y útil para los trastornos de ansiedad y depresión, todo sin producir ningún efecto psicoactivo. En perros hiperactivos también se ha demostrado muy eficaz.
Sólo hemos hablado del Dr. Douglas Kramer por no extendernos en los numerosos veterinarios que han decidido seguir sus pasos y ofrecerle una mejor vida a las queridas mascotas enfermas. Y tanto es así que el Senador de Estados Unidos Tick Segerblom entregó una propuesta en 2015 para que las mascotas también pudieran usar cannabis medicinal en el caso de tener una enfermedad con dolores fuertes. Aunque en un principio contó con el rechazo del también senador de Nevada Mark Manendo y defensor de los derechos de los animales, manteniendo su preocupación por si podría ser un tratamiento poco seguro para los animales, la medida en todo caso sería guiada por veterinarios especializados en el tema y que ante las evidencias valía la pena probar. La medida está en el Parlamento en Washington DC a ver si se aprueba o no.
Aunque todavía es muy pronto para pensar en que podemos disponer de medicamentos de cannabis para nuestras mascotas enfermas y mucho menos aún en España, vale la pena recordar que EEUU está dando pasos de gigante para que el cannabis medicinal sea una realidad tanto dentro como fuera de sus fronteras, sólo es cuestión de tiempo y quizás de algunos cambios de gobiernos europeos por algunos más progresistas.