España se está quedando atrás en la regulación del cannabis medicinal. Los pacientes denuncian su abandono por parte de un gobierno pasivo que les niega el acceso legal al tratamiento que necesitan, a pesar de las evidencias científicas. El OECM pide la legalización urgente del cannabis medicinal porque los pacientes no pueden seguir esperando. Sigue leyendo.
El Observatorio Español de Cannabis Medicinal (OECM) convocaba una rueda de prensa, el jueves día 14 de septiembre, en la que pacientes y expertos en la materia denunciaban que España se está quedando a la zaga en lo que respecta a la regulación y legalización del uso del cannabis medicinal. Los pacientes se sienten abandonados por un gobierno que no les permite acceder de forma legal al tratamiento a base de cannabis que necesitan. A pesar de las evidencias científicas y médicas – que avalan sus beneficios medicinales y sus aplicaciones terapéuticas para múltiples enfermedades y trastornos – recopiladas a lo largo de décadas de investigación, el gobierno del país da pasos excesivamente tímidos cuando se trata del cannabis. Pero los pacientes no pueden esperar eternamente y necesitan que el gobierno actúe con urgencia.
El OECM, organización formada por pacientes, familiares, médicos y científicos, quiere dar la voz de alerta sobre la urgencia de facilitar a los pacientes españoles el acceso de forma legal al cannabis medicinal – un tratamiento que ha demostrado su eficacia médica y que ya está regulado en muchos países, como Estados Unidos, Uruguay, Colombia, Canadá, Países Bajos, Italia o Alemania.
Riesgos para los pacientes a nivel jurídico, económico y sanitario
Las estimaciones indican que, en España, a día de hoy, hay entre 50.000 y 100.000 personas que usan cannabis con fines medicinales. El OECM denuncia que, ante la imposibilidad de conseguirlo legalmente, estos pacientes se ven obligados a tener que obtenerlo en el mercado negro con los riesgos y consecuencias negativas que acarrea esto a nivel jurídico, económico y sanitario.
Y es que los pacientes españoles de cannabis medicinal se ven expuestos a ser tratados como simples delincuentes porque, tras la aprobación en 2015 de la Nueva Ley de Seguridad Ciudadana, aquellos encontrados en posesión de cannabis – independientemente de la finalidad que tenga – pueden ser sancionados con multas que van de 600 y 30.000 euros. Además, el cannabis conseguido a través de esta vía no tiene ninguna garantía sanitaria para los pacientes, y puede ser de mala calidad e incluso estar contaminado.
Aunque a los pacientes les queda la opción de recurrir a un Club o Asociación de Cannabis, para tener garantías relativas a la calidad de la sustancia, siguen arriesgándose a ser sancionados en cuanto salen a la calle por la puerta del club, por llevar encima una sustancia ilegal en la vía pública. En cualquiera de los dos casos anteriores, los pacientes tampoco cuentan ni con el asesoramiento, seguimiento, ni con la supervisión de un profesional médico del sistema sanitario público, por lo que tienen que terminar automedicándose.
Como explicaba la presidenta del OECM, Carola Pérez, en la rueda de prensa celebrada el jueves, “Se nos niega el acceso a un compuesto que es una medicina. Los tratamientos médicos convencionales a veces no funcionan y el cannabis ayuda a convivir con el dolor, abre el apetito y mejora el estado de ánimo“.
A esta situación de abandono en la que se encuentran los pacientes, hay que añadir que, como describía Carola Pérez, a pesar de que “muchos médicos recomiendan el cannabis en la consulta, no te dicen donde puedes conseguirlo“. Además, el coste del cannabis puede ascender hasta unos 800 euros mensuales, lo que no está al alcance de todos los bolsillos.
La presidenta del OECM ponía de manifiesto que, debido a la ilegalidad del cannabis y al estigma social que todavía siguen sufriendo sus usuarios, una buena parte de los pacientes se ven obligados a ocultar su tratamiento con cannabis en su entorno social más cercano, como a sus familias o compañeros de trabajo. Los expertos del Observatorio creen que resulta imprescindible separar la cuestión del uso medicinal del recreativo, ya que “los enfermos no buscamos el colocón, sino el efecto terapéutico que ha demostrado tener el cannabis“.
Suficiente evidencia científica del valor medicinal del cannabis
Como explicaba Manuel Guzmán – catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Complutense de Madrid y vicepresidente del OECM – durante su intervención en la rueda de prensa, actualmente disponemos de suficientes datos y evidencias científicas que demuestran los beneficios medicinales del cannabis y de sus derivados, como los aceites, extracciones, tinturas, etc.
Guzmán ha hecho hincapié en que el cannabis presenta propiedades beneficiosas reales a nivel medicinal y terapéutico para tratar una gran variedad de enfermedades y trastornos. La lista es bastante larga, y entre algunas de ellas se encuentran, el tratamiento del dolor crónico, de la espasticidad muscular, de algunas formas de epilepsia, sobre todo infantiles, y en terapias paliativas del cáncer o de enfermedades neurodegenerativas. Porque el uso del cannabis a nivel medicinal ayuda, entre otras cosas, a paliar el dolor, a reducir la inflamación, a disminuir la ansiedad, y a ganar peso al ser un gran estimulante del apetito.
“Hay muchos pacientes que lo necesitan. No sólo calma el dolor, sino que también mejora la integración de las personas en su vida laboral, su entorno y además se disminuiría el coste en otros medicamentos como los opiáceos“, ha explicado Guzmán.
Por todo ello, el OECM considera que ya ha llegado el momento de que los pacientes españoles puedan mejorar su calidad de vida gracias al cannabis de forma legal, mediante la creación de un programa específico de cannabis medicinal en España, que tenga buenas prestaciones y que permita el acceso a través del autocultivo o de la Seguridad Social.
Iniciativas del OECM para hacer “políticas contra el dolor”
El OECM surgió como una plataforma integrada por expertos – como investigadores, médicos y asociaciones de pacientes – con el objetivo de proporcionar información basada en evidencias, además de “promover, coordinar y realizar actividades y proyectos orientados al conocimiento de las propiedades y usos medicinales del cannabis y sus derivados”. Educar es fundamental, por lo que estos conocimientos, que han de basarse en los resultados de los estudios científicos y ensayos clínicos realizados durante décadas, debe llegar tanto a instituciones y entidades – públicas y privadas – como a los medios de comunicación, y a los propios pacientes de cannabis medicinal.
Desde su creación y presentación en septiembre de 2016, el OECM no ha dejado de trabajar para llevar a cabo iniciativas en este sentido. En febrero de este mismo año, presentaba – junto con la formación política Ciudadanos – una Proposición no de Ley(PNL) para regular el cannabis medicinal en España en el Congreso de los Diputados a través de la Comisión de Sanidad y Asuntos Sociales de la Cámara Baja. Por desgracia, la PNL no salió adelante. No obstante, se les garantizó la creación de una subcomisión – aprobada con el voto a favor de PP, PSOE, Unidos-Podemos y Ciudadanos – con el fin de estudiar el tema antes de una posible regulación, subcomisión de la que a día de hoy no tienen ninguna noticia.
Para seguir trabajando en la labor de visibilizar la situación actual de los pacientes en España, el OECM ha organizado una jornada bajo el título “Políticas contra el dolor“, que tendrá lugar el lunes 18 de septiembre en Madrid. El evento – al que asistirán por primera vez representantes de los cuatro principales partidos políticos, además de contar con la presencia de los propios pacientes y expertos en derecho, Medicina, Farmacia o Bioquímica – pretende proporcionar un espacio de debate para hablar sobre las cuestiones científicas, médicas y humanas relativas al cannabis medicinal.
En palabras de la presidenta del Observatorio, con respecto a los contenidos de la jornada: “Vamos a tratar aspectos importantes del cannabis medicinal, cómo está actualmente la ley en España y en el resto del mundo, los beneficios que puede aportar su regulación a los pacientes y el papel que juegan los medios de comunicación“.
Hacer política es la única acción posible
Y eso es lo ya han hecho muchos países, y muchos otros piensan hacer, o están en vías de ello.
La experiencia de países como Uruguay, Estados Unidos, Canadá, Israel o Países Bajos – que han puesto en marcha programas de cannabis medicinal a nivel nacional con el fin de garantizar la seguridad de los pacientes – demuestra que la única vía de acción posible para cambiar la situación de nuestra querida planta en el mundo es hacer políticas que, entre otras cosas, ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas que pueden beneficiarse del tratamiento con el cannabis y sus derivados.
España, de momento, no tiene mucho que ver con estos países. Mientras no se produzcan avances al respecto y se desarrollen políticas que ayudan a acabar con el dolor y el sufrimiento de los pacientes, estos seguirán exponiéndose cada día a los riesgos jurídicos, económicos y sanitarios antes mencionados para poder acceder a esta sustancia. Hay que hacer política para regular y legalizar el uso terapéutico del cannabis ya, y el gobierno tiene que pasar a la acción porque los pacientes españoles no pueden pasarse la vida esperando.
Por Miranda