El Museo de Ciencias de Londres tiene una de las colecciones más impresionantes del mundo y que comprende más de 220.000 objetos, con el más del 90% conservados en viejos hangares en un aeródromo de la 2ª Guerra Mundial cerca de Swindon reconvertidos en su día en improvisados almacenes.
Uno de los grandes inconvenientes que presentan es la alta humedad que pueden acumular en su interior, por lo que a los técnicos encontraron una solución muy económica para conservar todos estos tesoros entre los que se incluyen algunos de los primeros modelos de aviones, automóviles, biciclos de la historia, esculturas y todo tipo de obras de arte que no tienen cabida en el museo principal.
Decidieron construir una gran urna dentro de estos fríos almacenes a base de cáñamo, el regulador de humedad definitivo, que mantiene las condiciones óptimas en su interior de la manera más natural y económica posible, una planta de gran crecimiento y rendimiento que entre sus cientos de usos, ha resultado ser unos de los mejores aliados. La construcción fue diseñada por el software de Integrated Environmental Solutions usando datos ambientales del interior del hangar y del sitio, así como del rendimiento térmico e higroscópico del hempcrete además de varias pruebas de simulaciones.
En Europa se cultivan unas 20.000 hectáreas de cáñamo, y cada hectárea puede producir hasta 12 toneladas de cultivo. Una vez cosechada, la paja de cáñamo se envía a una gran planta de procesado de última generación situada en el Este de Inglaterra, donde tras varios procesos separan las fibras del núcleo leñoso o estopa, empleado en la construcción. Las fibras por su parte se emplean para la fabricación de papel y textiles, y el polvo resultado del proceso en leños para estufas. No se desaprovecha nada.
La empresa encargada de la fabricación de los paneles ha sido Lime Technology, al Sur de Inglaterra. Para ello, emplean 420 kilos de estopa, 825 kilos de cal y 800 litros de agua para elaborar el hormigón de cannabis que una vez seca forma un panel extremadamente sólido.
Cada panel de cáñamo pesa aproximadamente 400 kilos y cumplen las pruebas de resistencia al fuego British Standard para materiales de construcción. Para eliminar el problema de polvo suspensión de el hormigón de cáñamo, la cara interna de cada panel de se revistió con una delgada placa de silicato de magnesio sin pintar permeable al vapor.
En la primera urna terminada en el primer hangar fueron empleados 150 paneles de Hempcrete atornillados a una estructura metálica y han tardado 16 meses en su construcción. En su interior ya alberga las obras de arte más delicadas, aquellas de cuero, madera o papel y que son las más sensibles a la humedad.
Otras urnas ya están en proceso de construcción, incluyendo dos gigantes que contendrán un autobús que se utilizó para transportar trabajadores ferroviarios alrededor de Swindon y un avión de pasajeros que fue utilizado para una gira de los Rolling Stones. Una vez más, la naturaleza nos brinda las mejores soluciones.