Latinoamérica multiplica sus millones del cannabis con mercados que se abren a toda velocidad, como los de Canadá y Colombia, que compiten mano a mano.
La reciente firma del decreto que permite la exportación de flor seca ha motivado a propios y extraños, y ha demostrado que el mercado se lo repartirán entre Canadá y Colombia.
Es que el país sudamericano tiene el potencial para convertirse en el primer exportador mundial y ya atrae inversiones por más de 500 millones de dólares.
Así lo informa el diario El País, en un artículo en el que revela que los dólares del cannabis se los repartirán entre Canadá y Colombia.
Para entender el potencial que tiene Colombia solo basta saber que, al día siguiente del decreto, las acciones de las empresas de cannabis canadienses cayeron rápidamente.
Apenas unas horas después de la firma del dichoso decreto, todo el mundo cannábico sabía que la pelea sería entre Canadá y Colombia.
Canadá es el único país del mundo en que el cannabis, hierba floral que se puede usar por sus efectos psicoactivos, es completamente legal.
Mientras Estados Unidos, Portugal y Australia experimentan con legalizaciones parciales, Canadá es el principal exportador en el planeta.
Sin embargo, cerca del ecuador está Colombia, donde las condiciones climáticas para la agricultura son favorables casi todo el año.
Allí puede producir cannabis medicinal por una fracción de lo que le cuesta a los productores canadienses.
Y, a pesar de las limitantes en su regulación, su apertura a la exportación puso a temblar a todos y estableció que la pelea de fondo es entre Canadá y Colombia.
“De lo que se trata aquí es que Colombia entre a jugar en grande y con este decreto estamos poniéndonos a la vanguardia en términos de competitividad regulatoria”, aseguró Duque.
La promesa de captar dólares con el cannabis tiene su origen en una regulación aprobada en 2016 durante el Gobierno de su antecesor, Juan Manuel Santos.
La estricta reglamentación contempla usos medicinales y científicos mediante licencias expedidas por los Ministerios de Salud y de Justicia.
La prohibición de la hoja seca persistía por cierto temor de las autoridades a que se pudiera desviar al tráfico ilegal.
Canadá y Colombia, empresas en busca de sol
En esta pelea entre Canadá y Colombia, desde ya que el país sudamericano tiene una gran ventaja.
No sólo por el envión que ha cobrado con el decreto firmado por Duque sino también -y mas que nada- por sus condiciones climáticas.
Las mismas incluyen una privilegiada radiación solar, con 12 horas de luz natural por estar sobre la línea ecuatorial, y menores fluctuaciones de temperatura y humedad.
También unos costos de operación bastante menores que en otros lugares, sobre todo, en mano de obra.
En consecuencia, cultivar un gramo puede costar tan poco como seis centavos de dólar, mientras que en Canadá o Estados Unidos puede costar hasta 1,89 dólares.
Además, Colombia es el segundo exportador mundial de flores de corte –por detrás de los Países Bajos– y puede usar esa experiencia y talento a la nueva industria.
La promesa del cannabis ha atraído a Colombia más de 500 millones de dólares en Inversión extranjera directa.
Asimismo, el país tiene el potencial para convertirse en un líder mundial en una industria de alto valor agregado.
Así lo cree la firma Clever Leaves, una de las primeras compañías en obtener licencias, y no diferencia entre derivados de la flor y en la flor misma.
En los pasos finales de la cadena, la empresa deshoja las plantas hasta dejar solo la flor, que concentra sus ingredientes activos, los cannabinoides.
Son más de un centenar, con propiedades aún inexploradas.
Clever Leaves es hoy una compañía pública que cotiza en Nasdaq, el segundo mercado de valores más importante de EE UU y ha exportado cannabinoides a más de 15 países.
Las empresas han sido con frecuencia alianzas de capital colombiano y extranjero, con una destacada participación canadiense, en más o menos el 60 por ciento de los casos, explica Rodrigo Arcila, presidente de la Asociación Colombiana de Industrias de Cannabis (Asocolcanna), que cuenta con 33 afiliados.
“Colombia tiene las empresas más avanzadas en América Latina, con mayores tamaños de cultivo”, señala.
Algunas firmas, como Pharmacielo o Khiron, cotizan en la bolsa de Toronto.
Canadá y Colombia comparten potencial económico
Existe un importante potencial macroeconómico en Canadá y Colombia gracias a la marihuana.
En 2020, las exportaciones colombianas de cannabis medicinal fueron de más de cinco millones de dólares, pero para 2030 pueden estar por encima de los 1.700 millones.
La cifra que aportan las proyecciones de ProColombia, agencia gubernamental de promoción de los negocios, superarían las exportaciones de flores de corte.
Un escenario de precios más optimista apunta a más de 2.500 millones de dólares, lo que incluso superaría las de café, principal commoditie de Colombia.
Todo eso se traduciría en 44.000 puestos de trabajo para entonces.
“Esto es una oportunidad de oro para las empresas que operan en Colombia”, dice Andrés Fajardo, presidente de Clever Leaves.
“Producir la flor de grado medicinal farmacéutico para que pueda ser apta para entrar a los distintos mercados del mundo no es una tarea fácil”, valora.
Para el ejecutivo, se requiere tiempo, inversión y calidad, algo que Canadá y Colombia poseen, sin embargo, también se necesita una buena mano de la naturaleza.
Ahí es donde los colombianos se entusiasman.
One Response