Canadá se prepara para legalizar en unos meses el consumo recreativo de cannabis. Esta es una de las promesas electorales más controvertidas del primer ministro Justin Trudeau. Y en Julio del próximo año se espera que sea una realidad. El proyecto de ley sigue su curso en el Parlamento con el objetivo de que en esa fecha la legislación haya sido aprobada y esté en marcha. Canadá se convertiría así en el mayor país industrializado donde el cannabis es totalmente legal.
Mientras la Cámara de los Comunes de Canadá estudia la propuesta del Gobierno de Trudeau, se espera que los diputados aprueben el proyecto de ley C-45 sin mayores problemas. En gran medida gracias a que el Partido Liberal del primer ministro tiene una mayoría de diputados. Aunque finalmente cuando la ley llegue al Senado, a finales de éste año, pueden encontrarse con problemas.
Ya son varios los senadores que han expresado sus dudas de que la Cámara Alta sienta la misma obligación que la mayoría de los diputados para que la legislación sea aprobada en julio de 2018, como quiere y ha prometido Trudeau en camapaña electoral. André Pratte es uno de estos los senadores independientes. Hace poco afirmó que la fecha de julio de 2018 es un límite político de Trudeau que los senadores no están obligados a cumplir.
Antes de que Trudeau llegase a la presidencia a finales de 2015 los senadores estaban sometidos a la disciplina de partido. Pero Trudeau liberó a los senadores liberales de su partido que ahora son independientes. Así que con libertad de acción y voto, pueden bloquear la aprobación de una controvertida propuesta de ley sin que el propio Trudeau, su gobierno o su partido puedan hacer demasiado por impedirlo.
Aunque de momento las fuentes indican que no hay planes de boquear este proyecto de ley, se espera que los senadores se tomen el tiempo necesario para hacer las enmiendas imprescindibles, lo que puede retrasar la fecha. “Lo que tenemos que tener en cuenta es que debemos hacer nuestro trabajo en serio, y eso es lo que vamos a hacer”, explica el senador Pratte.
También desde hace meses, en ciudades como Toronto han surgido establecimientos donde se vende cannabis medicinal. Éste es legal en este país desde hace años. Y en vistas a la próxima legalización vendían también cannabis sin receta. Tras meses de permisividad por parte de los gobiernos, se han tenido que cerrar decenas de estos establecimientos. En otros se ha limitado las actividades hasta que el proyecto de ley C-45 sea una realidad.
En Canadá algunos medios de comunicación están comparando la situación del cannabis legal a la “fiebre del oro” producida en Norteamérica. A mediados del siglo XIX se descubrieron yacimientos de oro en California. Decenas de miles de personas de todo el mundo se apresuraron a viajar a California en busca del oro y de fortunas rápidas. Con esta magnitud económica a nadie extraña que inversores y emprendedores se encuentren nerviosos y preocupados.
Según la firma Deloitte, la firma privada número uno de servicios profesionales del mundo por volumen de facturación y una de las llamadas Cuatro Grandes Auditoras, el mercado del cannabis va a representar un segmento de 23.000 millones de dólares canadienses al año cuando se legalice. Además muchas empresas del país se pueden convertir en líderes y referentes del sector a nivel mundial. Como por ejemplo en el desarrollo de tecnologías para el cultivo.
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