El silicio es el segundo elemento químico más común existente en la corteza terrestre. Tan sólo existe más oxígeno y para las plantas es de gran importancia.
Se puede decir por lo tanto, que prácticamente cualquier suelo presenta niveles altos de este nutriente. Se encuentra en la naturaleza en estado oxidado o dióxido de silicio.
Su forma soluble principalmente está en la forma de ácido silícico y sus sales derivadas. Se trata de un mineral que se forma naturalmente por la cristalización de las cenizas volcánicas.
Desde el punto de vista agrícola, es una alternativa que mejora las producciones y reduce los costos, tanto en agricultura orgánica como en la agricultura tradicional.
El silicio en el cultivo no manifiesta síntomas de deficiencia específicos. Es por esta razón por que este elemento ha sido un elemento olvidado durante mucho tiempo.
De hecho, hasta hace relativamente pocos años no se ha considerado como fertilizante. Hoy se sabe que juega un papel fundamental en la nutrición vegetal y en la salud de las plantas.
En la década de 1950, Japón y Corea del Sur fueron los primeros países que reconocieron la importancia del silicio en el cultivo, especialmente en el de arroz. Lo clasificaron como un elemento esencial.
En el 2004, Brasil fue el tercer país en reconocerlo. En la actualidad, el silicio todavía no es reconocido como un elemento esencial y en muchos países se vende solo como un acondicionador de suelos en lugar de como un fertilizante.
La importancia del silicio en el cultivo
Varios estudios científicos realizados en importantes centros de investigación más importantes del mundo, han llegado a demostrar que las plantas son más susceptibles a sufrir estrés cuando presentan deficiencias de silicio.
Y tanto es así, que el tejido vegetal de la mayoría de las plantas tiene presente cantidades de silicio similares a los niveles de Calcio, Magnesio y Fósforo.
Cuando el Silicio se acumula en las paredes de las células epidérmicas en primer lugar, hace disminuir la transpiración. Como consecuencia, se reduce la pérdida de agua por las hojas y dificulta la penetración y desarrollo de hongos.
Los efectos beneficiosos del Silicio durante el crecimiento y desarrollo de las plantas son más visibles cuando las plantas son cultivadas en situaciones de estrés.
Al disminuir la transpiración, también se reduce las causas sufridas ante un estrés término e hídrico. Esto mejora la tolerancia de las plantas frente a sequías o temperaturas elevadas.
Estas condiciones son algo habitual en estas fechas y en cultivos como los de guerrilla, donde las plantas pueden pasar varios días sin recibir ningún tipo de riego.
Además, también se ha comprobado que ayuda a incrementar el grosor y resistencia de tallo y ramas, lo que permite una mayor nutrición, beneficios que se comprobarán un una coloración más uniforme e intensa del follaje.
Los fertilizantes o suplementos que incorporan Silicio tienen un doble efecto sobre el suelo y la planta. Por un lado refuerza los mecanismos de protección de las plantas contra ataques externos, desde enfermedades a como decimos condiciones climáticas desfavorables.
Y por otro, el Silicio optimiza la fertilidad del suelo y mejora sus propiedades hídricas, físicas y químicas. Con ello se mejora la asimilación de nitrógeno, fósforo, potasio y microelementos.
Y por último, también mejorara la capacidad de resistencia de las plantas a las toxicidades de micronutrientes como aluminio, cobre, hierro, manganeso o zinc.
Cómo y cuándo usar silicio en el cultivo
En definitiva, el silicio en el cultivo es un elemento que como decimos facilitará el cultivo tanto en interior como en exterior.
Reducirá además la cantidad de riegos, protegerá a las plantas del calor, mejorará la calidad del sustrato y la asimilación de nutrientes, aumenta la protección frente al ataque de hongos y enfermedades.
Las plantas crecerán más sanas, con tallos más gruesos y hojas de color más uniforme. En definitiva, los rendimientos finales también serán mayores.
Se trata de un elemento natural, muy económico y que las plantas agradecerán. Si bien en cualquier suelo abunda, no ocurre lo mismo en los sustratos comerciales.
La manera más cómoda de usar silicio en el cultivo es mediante es mediante un aditivo líquido. Puede ser un mononutriente (silicio solamente), o la combinación de silicio y algún otro nutriente.
Son muchos los fabricantes de abonos específicos para marihuana que en sus gamas ofrecen algún aditivo de silicio para el cultivo de esta planta.
También se puede agregar regularmente tierra de diatomeas, lo que tendrá un doble beneficio en nuestras plantas. Además es 100% ecológico.
Las diatomeas son algas unicelulares que tienen una cubierta de silicio. Esta cubierta consigue perforar el exoesqueleto de los insectos, matándolos en poco tiempo. También actúa por desecación.
Y por otro lado, su alto contenido en silicio es asimilable por las plantas, que no tardarán en reaccionar positivamente cuando se usa en el suelo o pulverizado.
El silicio es interesante usarlo a lo largo de todo el cultivo y desde las primeras fases. Los tallos crecerán más gruesos, la planta aumentará su poder de asimilación de nutrientes y ganará en resistencia.
El uso de silicatos en el cultivo de cannabis
Los silicatos, minerales que se forma naturalmente por la cristalización de las cenizas volcánicas, son el grupo de minerales más abundantes en la corteza terrestre. Son el resultado de la unión de silicio y oxígeno, que pueden estar acompañados de otros elementos tales como el aluminio, potasio, hierro, calcio o manganeso.
Forman parte de la mayoría de las rocas, arenas y arcillas. Entre sus diversos usos destaca la fabricación de vidrios, aunque hoy os vamos a hablar de su uso en los cultivos.
Partimos de la base de que prácticamente cualquier suelo, contiene una gran cantidad de silicatos. Ésto no sucede con los sustratos que adquirimos para nuestros cultivos, muy ricos en nutrientes al incorporar humus, turbas, guanos, pero relativamente pobre en silicatos.
El papel de los silicatos en cultivos
Como dijimos anteriormente el silicio disponible en el sustrato, mejora el intercambio de iones esencial para la asimilación y absorción de alimentos. También mejora la calidad del agua y el oxígeno que se encuentra en ella. Cuando las plantas lo comienzan a asimilar se reparte por todo su organismo.
El tejido vegetal de las plantas presenta grandes cantidades de silicio, prácticamente los mismos que de fósforo, calcio y magnesio. Cuando el Silicio se acumula en las paredes celulares, disminuye la transpiración, limita la pérdida de agua por las hojas y dificulta la penetración y desarrollo de hongos.
Los efectos durante el crecimiento y desarrollo de las plantas son muy visibles, con tallos y ramas más gruesos, por lo que la circulación de nutrientes y agua hacia las hojas es mayor. También en la fase de floración, los cogollos engordan más por el mismo motivo, una mayor flujo de nutrientes.
Además cuando las plantas son cultivadas en situaciones de estrés tanto hídrico como térmico. Al diminuir la transpiración se reducen las posibles consecuencias del exceso de calor o la falta puntual de riego. También mejora la fertilidad del sustrato y la asimilación de nitrógeno, fósforo, potasio y microelementos.
Además evita en gran medida las toxicidades de micronutrientes como aluminio, cobre, hierro, manganeso o zinc.
La mejor manera de usar silicatos en un cultivo es mediante alguno de los suplementos que nos ofrecen muchos fabricantes de fertilizantes especializados en el cultivo de cannabis.
También cabe destacar que es interesante usarlo habitualmente, es decir en cada riego o al menos una vez a la semana durante todo el cultivo. Su coste no es elevado y merece la pena a cambio de una mayor protección contra hongos, una mejor asimilación de nutrientes y unas plantas más fuertes que soportarán mejor tanto el calor como las sequías, especialmente útil en cultivos en maceta y en guerrilla.
One Response
Interesante y alternativo.