Soy un bombero que puede haber perdido su trabajo la semana pasada. También soy un padre y esposo dedicado, que solo ama el servir a la comunidad en la que vivo. El ser bombero es mi único trabajo. Creo que me pusieron en esta tierra para ayudar a la gente. El peor día de alguien, puedo estar allí para ayudar físicamente y emocionalmente.
Mi trabajo es duro. Yo trabajo durante 24 horas seguidas con una ambulancia o camión de bomberos para responder a todas las situaciones imaginables. En el servicio de bomberos, tenemos un dicho: Si no sabes qué hacer, llama a los bomberos. Y respondemos a cualquier hora del día o de la noche. Estamos contentos de tener este trabajo.
En mi tiempo con el servicio de bomberos, me he encontrado con edificios en llamas, pero a menudo voy en una ambulancia. He tratado de ayudar a personas que han muerto. Yo he tenido los intestinos de un hombre, he recogido extremidades fuera de la carretera y he dado la vida de nuevo a cuerpos que yo pensaba que estaban muertos. He tenido bebés en sus primeros momentos y después. Me encanta este trabajo, pero hay una gran cantidad de equipaje que viene con él. Hay una razón para los altos niveles de divorcio, de alcohol y de abuso de drogas en nuestro trabajo.
El TEPT (estrés postraumatico ) es un término que usamos para describir lo que sufren las víctimas de una terrible tragedia. Experimento las tragedias de los demás todos los días cuando voy a trabajar. Cuando llego a casa abrazo a mi esposa e hijos y me siento muy afortunado de estar de vuelta en mi casa. Amo mi trabajo.
Mi medicación es el cannabis. No es frecuente, pero en particular hay días de mucho esfuerzo y cuando mis hijos se van a la cama, yo me medico.
Mis sentimientos no se van. Yo no lo uso para huir o para no ior el dolor. Mi medicación por lo general es para mí la exploración de las razones por las que una llamada me afectó tanto. En esos momentos, me doy cuenta de que me veo yo o mi familia en algunas personas que veo. En la comprensión de mi estrés, puedo aceptarlo y seguir adelante.
Los bomberos entierran a sus problemas. Los entierran en las cervezas con sus compañeros de trabajo o en las píldoras prescritas por un médico. No entierran mis problemas. Los acepto, porque mi medicamento me ayuda a sentir y entender. Un médico me daría píldoras, que no me hacen sentir nada. Necesito sentir que hago algo bueno en mi trabajo.
El mes pasado, orine en una taza para el examen físico anual. Hay una posibilidad de que podría podría pasar la prueba y una oportunidad que no podría. Me quedo con el miedo de que se pierdo mi trabajo, no porque abuse de cualquier droga o ponga la vida de cualquier otra persona en peligro, sino porque hace mucho tiempo que alguien decidió que mi medicina no es medicina.
Quiero seguir ayudando a la gente todo el tiempo que mi cuerpo me lo permita. Quiero que otros puedan darse cuenta de que mi medicina es una medicina real. No es para todo el mundo, pero sí que me ayuda a mi. Hasta entonces, me quedo esperando y preguntándome si mañana será mi último día haciendo el trabajo para el que nací.
El autor de este artículo prefiere permanecer en el anonimato.
One Response
Estaba navegando y me atrapo la historia, yo tambien pase por lo mismo, quiero saber el desenlace, que paso?