Biolorrusia es famoso por ser la última dictadura de Europa , el país del este europeo tiene algunas de las leyes de drogas más duras de Europa.
El sistema legal del país no hace distinción entre drogas, lo que significa que la posesión de una sustancia potencialmente mortal como la heroína es igual en términos legales al cannabis, que nunca ha matado a nadie.
Los conceptos erróneos del población en general sobre el cannabis son una resaca de la era soviética que ha afectado negativamente a toda la población. A finales de 2016, un ex empleado de la Administración Presidencial fue sentenciado a cinco años de prisión. En el mismo año, el músico de reggae bielorruso Klim Malažavy recibió una sentencia de nueve años por “tráfico de drogas” por haber sido atrapado en posesión de 40 gramos de hachís y 17 gramos de cannabis.
Bielorrusia es parte de la UEEA (Unión Económica Euroasiática), lo que significa que, junto con Rusia, Bielorrusia permite importar y consumir estupefacientes y psicofármacos, como el cannabis, siempre que cuenten con la documentación médica adecuada.
Sorprendentemente, aunque la marihuana ya era ilegal, su cultivo no fue hasta el 31 de diciembre de 2016, cuando oficialmente fue prohibido por el Ministerio de Recursos Naturales y Protección Ambiental. Esta legislación también prohibió el cultivo de todas las formas de cáñamo (cannabis con bajo contenido en THC y para uso industrial).
En 2015, Lukashenko firmó una legislación que empeoró la situación. No solo prohibió los intercambios anónimos de comercio electrónico en un vano intento de frenar el oscuro tráfico de drogas en Internet, sino que también redujo la edad de delincuente responsablemente a 14 años por cargos relacionados con drogas y prorrogó las sentencias de prisión por tráfico de drogas hasta 25 años de encarcelamiento.
Afortunadamente, hay una gran organización llamada Legalize Belarus que lucha por el fin de la guerra contra las drogas en el país. Parece que tienen un gran trabajo por delante.
