El consejo municipal de Los Angeles votó el martes tentativamente para aprobar una ordenanza que cerraría la mayoría de los dispensarios que expenden marihuana con fines médicos en la ciudad, poniendo fin a meses de debate sobre cómo limitar la rápida propagación de esos establecimientos.
La disposición, de ser aprobada la próxima semana por una mayoría simple de los 15 miembros del consejo, limitaría el número de dispensarios a 70 y los obligaría a ubicarse al menos a 300 metros (1.000 pies) de instalaciones “delicadas”, como escuelas, parques y otros lugares públicos de reunión.
La ley local detendría la proliferación de los dispensarios de marihuana. Unos 1.000 han surgido en los últimos años. La ordenanza también obligaría a las clínicas que sobrevivan a mudarse a zonas industriales por el requerimiento de la distancia respecto de lugares delicados.
Cuatro dispensarios se abrieron en el 2005 cuando una ley local de uso de marihuana para fines médicos fue revisada por las autoridades de la ciudad, que reconocen que la ordenanza no resolverá todos los problemas.
“Creo que es apenas el comienzo”, dijo el concejal Ed Reyes después de la reunión del martes. “Tenemos que controlar este asunto y crear una política para que la marihuana médica sea accesible para todos los que la necesitan”.
Aunque otras ciudades de California como San Francisco, Oakland y Hollywood Oeste han podido regular la marihuana médica, las autoridades de la ciudad de Los Angeles
han discutido esta ordenanza por años en su intento por adoptar un lenguaje que sea compatible con la ley estatal.
El número de clínicas se disparó marcadamente este año, más de 600 abrieron tan sólo en los últimos meses, a pesar de una moratoria de la ciudad del 2007 que prohibía que se abrieran nuevos dispensarios de marihuana. Los propietarios de las tiendas se aprovecharon de un vacío en la ley que les permitía abrir mientras esperaban la aprobación de la ciudad.
A pesar de todo, 180 clínicas pudieron permanecer abiertas porque surgieron antes de que se dictara la prohibición. Unos 137 dispensarios todavía existen y se les permitirá que continúen abiertos si cumplen con otros requisitos de la nueva ordenanza.
Los defensores de la marihuana médica argumentan que la imposibilidad del consejo municipal para imponer reglas claras ha llevado al aumento de las tiendas en Los Angeles. Los residentes también se sienten inconformes por las trabas legales luego de que los dispensarios pudieron acercarse a sus casas.
Incluso si la ordenanza es aprobada por el alcalde Antonio Villaraigosa, los dispensarios no están seguros de que podrán operar sin ser arrestados.
Algunos venden la marihuana a sus clientes para cubrir sus gastos pero según la ordenanza “ningún colectivo podrá operar con fines de lucro”, aunque sí acepta donaciones y contribuciones.
Catorce estados, incluyendo a California, permiten el uso de la marihuana con fines médicos, pero la droga sigue siendo ilegal bajo la ley federal.
Fuente Univision
