Las autoridades chilenas autorizaron este jueves a la empresa Agrofuturo un proyecto de cultivo y cosecha de cannabis sativa con fines medicinales, iniciativa que se convierte en la segunda de este tipo en el país.
Así lo indica un comunicado del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), que enfatiza que la siembra de marihuana debe realizarse “bajo el estricto cumplimiento de las disposiciones legales y reglamentarias”.
El organismo explicó que Agrofuturo podrá iniciar la producción industrial de cannabis medicinal e investigación aplicada al proceso productivo para la comercialización nacional e internacional “pero no podrá realizar la reproducción de plantas o multiplicación de semillas de especies del género cannabis”.
La siembre se efectuará en las instalaciones que Agrofuturo posee en la ciudad de Los Ángeles, a 513 kilómetros al sur de Santiago.
La empresa había logrado el permiso para iniciar el cultivo de marihuana en 2011, pero le fue inmediatamente revocado por el Instituto de Salud Pública (ISP), que rechazó el uso de esa planta para la fabricación y comercialización de productos.
En Chile, según la ley 20.000, el consumo de marihuana no es sancionado, pero sí está prohibida su comercialización y cultivo, lo que en la práctica la transforma en ilegal.
Sin embargo, desde hace algún tiempo el Gobierno se ha abierto a la posibilidad de autorizar su uso medicinal de forma más amplia y se han realizado diversas manifestaciones callejeras para promover su legalización en Chile.
El primer proyecto de plantación de marihuana fue aprobado en septiembre pasado, para “uso medicinal y uso académico”.
La iniciativa fue promovida conjuntamente por la Fundación Daya y la municipalidad de La Florida, en la capital chilena, para el uso de aceite de cannabis en el tratamiento de pacientes con cáncer.
De esta forma, Chile cultivó la primera cosecha de marihuana medicinal en América Latina, por delante de Uruguay que quedó en el plano legislativo