El CBD. El abordaje del cannabis por parte de Argentina será a partir de la investigación o no será. Así lo deja en claro cada información proveniente de ese país sudamericano como la que publica Infoban.
El portal da cuenta de que Argentina sigue impulsando investigación de CBD para fines médicos.
Es que una reciente reunión del COFELESA (Consejo Federal Legislativo de Salud de Argentina) ha dado señales favorables en este sentido.
Las múltiples investigaciones del cultivo del cannabis (CBD) para fines medicinales, hacen de Argentina uno de los primeros países de la región en validar los beneficios del cultivo.
La reunión de carácter virtual tuvo lugar el pasado 11 de septiembre.
Sonia Tarragona, funcionaria del Ministerio de Salud, informó que el gobierno nacional posee muchos proyectos donde incluye la producción de la planta.
Y adelantó que, como estos no eran exclusivos del ámbito de la salud, no necesitarían de la autorización del ministerio de salud.
El gobierno posee una estrategia firme donde incluirá las modificaciones necesarias en la respectiva ley 27.350.
La reglamentación tiene por objeto administrar la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la hierba y sus derivados.
En este caso, claro está, también el CBD o cannabidiol, la vedette del momento.
Es en ese sentido que el Gobierno argentino busca garantizar el acceso al cultivo legal.
El objetivo es que tanto pacientes como investigadores puedan acceder de forma gratuita a la adquisición de semillas y flores.
Meses atrás, cuando el tema era hablando en el Congreso, surgieron algunas voces disonantes.
Una es la de Claudio Mate, ex ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires.
El hombre llegó a implorar prudencia ante las legislaciones que se tomaban en discusión.
El miedo de quien lleva como apellido el nombre de otra hierba, legal y normalizada por estos lares, era el de siempre.
El temor de Mate es la supuesta facilidad con el que el cannabis podría desvirtuar los fines medicinales de la planta.
Por su ‘mate’ (ahora entendido como sinónimo de cabeza) ronda el miedo que, de aprobarse una legislación muy blanda, se fomente el uso recreativo del cannabis.
Como si las evidencias encontradas en los países que sí legalizaron fueran malas.
Lo que se dice un mate lavado.
CBD
Las intervenciones en el Congreso estaban respaldadas por estudios anteriores.
Los mismos afirmaban que la marihuana poseía preocupantes compuestos que no estaban relacionados con el tema de la salud.
Pero, claro, una vez más las investigaciones descubrieron al CBD.
Tan solo uno de los 120 cannabinoides que habitan el Cannabis.
Hoy, el más reconocido por no producir efectos psicotrópicos en las personas, lo que ha masificado el acceso a la cada vez menos clandestina planta.
Otra cosa que acercó puntos a favor al desarrollo del cannabis como elemento de estudio son los ensayos clínicos realizados a pacientes con epilepsia en el Hospital El Cruce.
Con la pesquisa realizada en el centro de salud ubicado en el extrarradio de Buenos Aires, el Gobierno actual dispone de más elementos a favor.
Quien sabe, capaz antes de fin de año, y en plena pandemia se impulse por fin en Argentina una investigación oficial del CBD con fines medicinales.
Los primeros investigadores en la materia aparecieron a mediados de la década del 70 en Argentina.
Fue ahí cuando se descubrió que el cuerpo humano posee un sistema endocannabinoide.
Un sistema que se encarga de modular los compuestos de cannabinoides también presentes en el cannabis.
El desafío actual de las investigaciones es encontrar el CBD, ya que este no resulta adverso en la salud de las personas.
Por todo esto, el ministerio de Salud junto a otras agencias del gobierno, planean avanzar en la industrialización comercial.
Piensan hacerlo desde la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos de Argentina (ANLAP).
Porque en este país sudamericano, los cogollos habitan, antes que nada, en claustros académicos.