Después de que la ANMAT autorizara el aceite de cannabis, en un futuro posiblemente se podrá cultivar en el país de modo legal
En muchos países al igual que en estados norteamericanos desde hace ya algún tiempo si que se puede, en Argentina aunque está prohibido, la decisión de la ANMAT de consentir la importación de aceite de cannabis para fines medicinales vuelve a calentar el debate, además de allanar el camino para que el cultivo de la planta pueda ser autorizado por temas médicos.
“La decisión de la ANMAT marca un antes y un después”, dijo el profesor Marcelo Morante, uno de los expertos sobre la cuestión , y que ha seguido muy de cerca la situación de la niña que se ha permitido conseguir aceite de cannabis para paliar sus dolores.
En la actualidad enfermos de cáncer utilizan la marihuana para combatir las náuseas y vómitos producidos por la quimioterapia, también personas con epilepsia recurren al cannabis para combatir sus convulsiones.
“Hay patologías que generan una dificultad en el manejo del síntoma -detalla Morante-. Ante esto, la sociedad médica se ve obligada a seguir indagando en determinadas moléculas. Y hay evidencias que indican que en los derivados canabinoides existe una alternativa que no es de primera línea pero sí una opción al dolor refractario y a los vómitos, algo que no puede ser manejado con otras drogas. Estos derivados no crean un efecto distinto que no sea modificar o intensificar el efecto de nuestras propias moléculas endógenas. Esto significa que tenemos que investigar con nuestro propio sistema”.
El profesor Marcelo Morante se reunió con el Vicegobernador de la Provincia bonaerense para evaluar la posibilidad de cultivar marihuana y no depender del exterior. “La posibilidad está y ya hay municipios que están interesados en su producción”, dijo Morante, quien dijo que Canadá sería la nación a seguir en esta cuestión.
“Canadá es una sociedad muy evolucionada desde el punto de vista médico -precisa Morante-. Ellos tienen una regulación que plantea la producción de marihuana a través de empresas que tienen una licencia otorgada por el gobierno y, a su vez, una receta médica debidamente formulada para que el paciente se pueda vincular con esa sustancia”.
Si no existe una regulación correcta y precisa como en la actualidad, los enfermos que la necesitan para combatir sus dolencias tiene que recurrir al mercado negro a amigos o conocidos con cultivos caseros e ilegales.
“Si comparamos a la marihuana con las herramientas tradicionales -sostiene el especialista-, no es la primera opción, ya que es superada por las opciones medicinales más tradicionales, pero en el contexto de las enfermedades crónicas, logra un lugar de privilegio por la baja toxicidad y la posibilidad de complementar a la morfina y los antiepilepticos”.
La marihuana y su cultivo hace ya mucho tiempo que esta en el debate, en las universidades ya existen departamentos en facultades que están investigando las propiedades del cannabis
“La educación médica es clave para recuperar esta herramienta terapéutica –dice Morante-. No hay que magnificar sus beneficios ni tampoco atacarla desde los prejuicios. El debate de uso recreativo hay que separarlo ya que aquí tendríamos que llamar a opinar a quienes día a día resuelven el tema de las adicciones y quienes están más capacitados en el tema. Nuestro estudio está centrado únicamente en el uso terapéutico y creemos que en un futuro podremos llegar a producirla de manera legal”