Santo Domingo, República Dominicana.- Estrategia. México, Argentina, Brasil y Urugüay han concentrado su acción coercitiva contra el narcotráfico
Presidenta del Consejo de Drogas apoya que adicción sea tema de salud pública.
Hace muchos años que Estados Unidos decidió que la lucha contra la droga dentro de su territorio debía obviar los esquemas bélicos y no llenar sus cárceles de consumidores, a quienes desde hace décadas trata como enfermos.
En cierta medida eso ha contribuido a evitar que las cárceles norteamericanas se llenen de personas arrestadas por consumir drogas. Incluso, además de la legalización de la marihuana en varios estados, hay una especie de tolerancia implícita en las calles para los que portan sólo porciones para consumo de algunos tipos de drogas.
América Latina empieza a mirar en esa dirección. México, Argentina, Brasil y Urugüay ya tienen legislaciones que en la práctica despenalizan el consumo de drogas y comienzan a tratar este aspecto como un problema de salud pública.
En la República Dominicana todavía la posesión para consumo se tiene como un tipo penal, que se condena con cárcel. Sin embargo, empiezan a surgir voces que plantean cambiar esa visión y tratar a los adictos como enfermos.
Mabel Féliz lo favorece
La presidenta del Consejo Nacional de Drogas (CND), Mabel Féliz Báez, favorece la despenalización del consumo y que se debe dar tratamiento a los adictos para que se regeneren.
Féliz Báez aboga por la readecuación dela Ley55-88 sobre drogas, por entender que en la misma no se ve al drogodependiente como un enfermo, porque esa normativa fue concebida para penalizar el tránsito de narcóticos.
Al hablar en entrevista para EL DÍA, abogó por un trabajo conjunto entre el CND y el Ministerio de Salud Pública a los fines de crear Unidades de Desintoxicación para tratar al adicto en su enfermedad, la que dijo es crónica y recurrente.
Asimismo, se quejó de que Salud Pública nunca se ha interesado en esa enfermedad, por lo que llamó a que cree políticas de atención y desintoxicación, con la creación de pabellones dentro de los hospitales, para tratar al adicto.
La funcionaria entiende que para alcanzar ese proyecto se deberían crear políticas de Estado con las que en “vez de mandar a los consumidores a las cárceles se les dé la alternativa del tratamiento”.
“Que se vea al consumidor como un enfermo y que se le dé la alternativa de en vez de pena, tratamiento, un tratamiento vigilado”.
Acciones de países
Otros países de América Latina empiezan a concentrar los esfuerzos coercitivos contra los narcotraficantes y a despenalizar el consumo.
México, por ejemplo, puso en vigencia una ley que se ha constituido en un gran alivio para los adictos a las drogas, pues ya no serán perseguidos como criminales, sino que permitirá que el Estado los vea como pacientes que requieren ayuda especializada.
La legislación elimina las penas de prisión por la posesión de pequeñas cantidades de marihuana, cocaína e incluso heroína, LSD y metanfetaminas.
La legislación mexicana acentúa la tendencia en América Latina de tratar el consumo de drogas como un problema de salud pública, mientras que se incrementan las acciones contra el narcotráfico.
Despenalizado
Brasil y Uruguay ya han eliminado las penas de cárcel para las personas que porten pequeñas cantidades de drogas para uso personal, aunque la posesión aún es considerada un delito en Brasil.
La Corte Suprema de Argentina descartó las sentencias de cárcel por posesión de marihuana, y las autoridades dicen que tienen pensado proponer una ley que mantenga a los consumidores de drogas fuera de los tribunales.
Colombia ha despenalizado la marihuana y la cocaína para uso personal, pero ha mantenido las penas en caso de consumo de otras drogas.
Las autoridades en esos países dicen que no están legalizando las drogas, sino simplemente trazando una línea que divida a los usuarios, los vendedores y los traficantes en medio de una intensa guerra contra el narco. La ley mexicana endurece las penas por vender drogas, al tiempo que las relaja por usarlas.
La nueva ley mexicana requiere que las autoridades alienten a los consumidores de drogas a buscar tratamiento en lugar de ir a la cárcel.
El tratamiento es obligatorio para los que sean sorprendidos consumiendo enervantes por tercera vez.
Los partidarios del cambio mencionan el caso de Portugal, que en 2001 eliminó las penas de cárcel a las personas que tengan drogas para uso personal y a pesar de ello tiene uno de los índices más bajos de consumo de cocaína en Europa.
Modelos diferentes, objetivos similares
La ley de Portugal define el uso personal como el equivalente a lo que una persona consumiría en 10 días.
La policía confisca las drogas y el sospechoso debe presentarse ante una comisión gubernamental que revisa los patrones de consumo de la persona. Los consumidores pueden ser multados, enviados a tratamientos o colocados en libertad condicional.
En México cualquier persona que sea sorprendida con aproximadamente cuatro cigarrillos de marihuana, cuatro líneas de cocaína, 50 miligramos de heroína, 40 miligramos de metanfetamina o 0,015 miligramos de LSD no tiene que ir a la cárcel.
Fuente ElDia