¿Cuál es la situación actual en los Países Bajos con respecto al cannabis? ¿Qué ha ocurrido el año pasado, tras la marcha de Ivo Opstelten? ¿Sigue siendo válido el weed pass y se sigue permitiendo a los turistas fumar cannabis en Ámsterdam? Lee esta actualización aquí.
El 9 de marzo de 2015, el político más vehementemente contrario al cannabis que los Países Bajos ha visto nunca dimitió de su cargo. El puesto de Ivo Opstelten como Ministro de Seguridad y Justicia se hizo insostenible después de desinformar sistemáticamente a la Cámara de Representantes sobre un trato dudoso que mantuvo con un delincuente, en el año 2000.
Pero ¿le va mejor al cannabis en los Países Bajos sin Ivo Opstelten? Aunque su sucesor Ard van der Steur tiene un perfil más bajo en la escena del cannabis, ha seguido el curso establecido por su predecesor. Como resultado, sigue imperando la confusión. La política está llena de fallos y los implicados se preguntan cada vez más cuánto tiempo va a tardar en fracasar todo.
Coffeeshops accesibles a los turistas
En primer lugar, está el criterio de residencia, también conocido como “weed pass.” Sólo hay unos pocos municipios de las provincias del sur que mantienen los denominados criterios de tipo I, lo que es una buena noticia para los turistas. Esta medida la puso en marcha Opstelten para combatir el turismo de la droga. El objetivo de los criterios de tipo I consistía en permitir comprar cannabis solamente a los residentes en Holanda.
Los criterios de tipo I se introdujeron por primera vez en mayo de 2012 en las provincias del sur (Limburgo, Brabante del Norte en Zeeland), porque se creía que la mayoría de los problemas se producían allí. En enero de 2013, se puso en marcha en toda Holanda, pero después de recibir un aluvión de críticas, la normativa se relajó. A los municipios se les dio más libertad para aplicar la ley, sobre todo porque el turismo del cannabis se vio reemplazado por camellos y traficantes de droga callejeros – un efecto que varias partidos habían predicho expresamente antes de que se implantase y que finalmente se produjo.
Un documental sobre los camellos callejeros del sur de los Países Bajos
En la actualidad, los criterios de tipo I sólo se aplican de forma activa en Maastricht, Sittard-Geleen (desde el 1 de abril de 2016), Roermond (donde se va a reintroducir en breve), Venray, Tilburg, Goes, Terneuzen y Vlissingen. En el resto de provincias, la ley no se aplica. El alcalde de Ámsterdam siempre se ha opuesto abiertamente a que se implantase y los turistas son sencillamente bienvenidos en los coffeeshops de Ámsterdam.
La política Growshop es una farsa
El 1 de marzo de 2015, justo una semana antes de la dimisión de Opstelten, entró en vigor una ley que “penaliza la preparación del cultivo de cáñamo ilegal”. Esta medida controvertida se conoce como la Ley Growshop y su objetivo es luchar contra el cultivo de cannabis a gran escala. Se aplica, en especial, para hacer frente a la venta de equipos y la prestación de servicios que permiten el cultivo de cannabis organizado, así como a los cultivadores más pequeños que usan equipos profesionales. Para que se aplique la ley, debe quedar absolutamente claro que el equipo y las actividades se están utilizando para el cultivo profesional de cannabis.
Por ello, el Ministerio Público debe demostrar que un growshop vende equipos para el cultivo de cannabis y que vende de forma consciente esos equipos a cultivadores de cannabis. Demostrarlo es el problema, porque muchos de los equipos de cultivo simplemente se podrían utilizar para otros cultivos.
Por lo tanto, simplemente muchas cosas no se sostienen en el tribunal y ha habido muchos casos en los que el Ministerio de Justicia ha tenido que devolver todos los bienes confiscados al empresario.
Sin embargo, las cosas pueden complicarse todavía más, como por ejemplo cuando el Ministerio Fiscal vendía en subastas de forma individual los equipos de cultivo confiscados a los growshops.
Los jueces ya no toleran esta política paradójica
Cada vez son más los jueces que reconocen que la actual política paradójica de los coffeeshops criminaliza a los empresarios, por lo que aumenta el número de magistrados que se niegan a aplicar esta política paradójica en los tribunales.
Puede hacer falta un poco de información básica: En 1976, se introdujo una nueva Ley del Opio en los Países Bajos, que establecía una distinción entre drogas blandas y duras. En 1980, el Ministerio Fiscal publicó nuevas directrices para la venta de cannabis al por menor, permitiendo la venta de marihuana y hachís en los coffeeshops. Estos cambios fueron los primeros pasos hacia la legalización del cannabis, pero nunca se fue más allá.
Las actividades empresariales en relación con la venta de cannabis son más o menos legales e incluso incluyen el pago de impuestos. Sin embargo, su compra es ilegal, lo que obliga a los empresarios de los coffeeshops a cometer actos delictivos.
Los jueces cada vez dictan más sentencias que establecen que comprar y tener un stock o existencias de cannabis están relacionados lógicamente con su venta. Si se permite la venta de cannabis pero no la compra de existencias, es necesario realizar un cambio en la ley.
La última historia da alguna esperanza para el futuro. Esta es la historia de un coffeeshop de Ámsterdam que fue absuelto de tener un alijo (su stock). Un coffeeshop sólo puede tener 500 gramos de cannabis en stock y por esta razón muchos empresarios guardan sus existencias en lugares secretos. Un inventario de esta naturaleza contraviene la Ley del Opio, pero los jueces se lo han recriminado al gobierno. El Consejo de Estado dictaminó que si se permite a los empresarios vender cannabis, deberían poder tener un stock de cannabis. Si esta tendencia continúa, puede atisbarse el fin del problema de la puerta de atrás.
Marihuana Municipal
Utrecht, Heerlen, Ámsterdam y Eindhoven se encuentran en la creciente lista de municipios que quieren experimentar con el cannabis regulado. Estas ciudades quieren establecer un vivero para proporcionar marihuana a los coffeeshops. Hacerlo eliminará la necesidad de cultivadores delincuentes, y como resultado, los dueños de los coffeeshops ya no tendrán que hacer negocios con ellos. Los municipios también quieren acabar con el sistema que facilita la delincuencia, criminaliza a los empresarios de los coffeeshops y requiere una capacidad policial significativa. Por otra parte, la política actual es mala para la salud de las personas, debido a que la marihuana con frecuencia se mezcla con otras sustancias para que pese más y así para ganar más dinero.
No obstante, el gobierno se opone y seguirá oponiéndose a estos experimentos, y cree que los municipios deben seguir la política nacional.
Sin embargo, todavía queda esperanza. El importante cultivador Doede de Jong fuedeclarado culpable de cultivar cannabis el 29 de octubre de 2015, pero no recibió ninguna sanción. De Jong cultivaba cannabis de manera totalmente orgánica y transparente, y tiene como objetivo servir como modelo para el cultivo de cannabis regulado.
Doede de Jong lleva la política al precipicio
La política holandesa del cannabis medicinal también falla
En 2001, el gobierno holandés creó la Oficina del Cannabis Medicinal (BMC), que es responsable de la producción y distribución de cannabis medicinal. Los Países Bajos se convirtieron así en el primer país del mundo con un programa de cannabis medicinal controlado por el gobierno.
Sin embargo, en 15 años, este sistema farmacéutico no ha sido capaz de satisfacer las necesidades de los pacientes y, por ejemplo, no puede ofrecer un nivel de selección lo bastante diversa de variedades para el tratamiento del mayor número de enfermedades posible. Los médicos no están suficientemente informados y realizan pocas prescripciones de cannabis. Además, el sistema sanitario holandés no cubre el cannabis medicinal por completo.
El 10 de febrero de 2016, el cultivador de cannabis medicinal Rudolf Hillebrand fue absuelto del cargo de cultivar profesionalmente más de cinco plantas. Esta victoria centra la atención en el sistema fallido y Sensi Seeds espera que pronto se realicen mejoras.
Una Miniserie de Cannabis News Network sobre la fallida política del cannabis medicinal.
Conclusión
Los Estados Unidos fueron el principal instigador de la prohibición del cannabis, pero ahora viven un gran impulso hacia adelante. Cuatro estados (Colorado, Washington, Alaska y Oregón) y Washington D.C. ya han legalizado el cannabis, y el uso medicinal del cannabis se ha legalizado en otros 19 estados. Al hacerlo, los EE.UU. operan en oposición a los tratados de fiscalización internacional de drogas de las Naciones Unidas, acuerdos que, de hecho, pusieron en marcha los propios EE.UU.. Uruguay ha sido el primer país del mundo en regular totalmente el cannabis y otros países de América del Sur están considerando hacer lo mismo.
De repente, Holanda se está quedando atrás. No está claro exactamente lo que está motivando al gobierno holandés a mantener tan obstinadamente sus políticas poco sólidas, pero existe un creciente apoyo para el cambio. ¿Se atreverá un futuro gabinete a respetar la voluntad del pueblo y mantenerse al día con las tendencias internacionales? Las próximas elecciones se celebran en poco menos de un año…
Por Martijn