La marihuana no solo es una planta, es industria, comercio y una forma de vivir de miles de personas que han encontrado en ella una forma de vida. Nadie auguraba la cantidad de personas que iba a encontrar trabajo en este mundo del cannabis, pero la realidad actual así lo constata, miles de mujeres y hombres tienen su sustento económico dependiendo de éste vegetal, la marihuana no es simplemente una “droga natural” prohibida o no prohibida, es una joven industria que como todo lo joven, necesitar crecer y madurar.
La marihuana como toda planta primero necesita plantarse y es ahí donde empieza a crecer esta industria. Primero se debe elegir la clase de cannabis que se quiere plantar y en ése punto es donde ya se deja ver el potencial de esta “industria del cannabis”. Muchas empresas de varios países luchan por el interés de los cultivadores a la hora de elegir la simiente, todas estas empresas (bancos de semillas), se exprimen en los mensajes referentes a la calidad de sus cañamones; el marketing, la publicidad y las artes graficas o virtuales deben hacer un buen trabajo con la imagen de su producto, de ello dependerá que su marca sea consumida o este bien posicionada en el mercado.
Para que la planta crezca en condiciones adecuadas va a necesitar productos de cultivo y ahí vuelve a entrar otra vez la industria del sector, o bien porque empresas de cultivo sacan una nueva línea para este sector especifico o bien porque se crean nuevas industrias para ello.
La planta cuando es cosechada, también necesita de otra industria que te suministre de productos para tal menester, su secado-curado-oreado-conservación es también de vital importancia en el tratamiento y la calidad de la planta, aquí la industria especializada también debe ofertar sus productos específicos e igualmente luchar para que sus productos sean los utilizados.
La planta se consume lúdica o medicinalmente, es decir para disfrutarla o para que te sane o ayude, eso quiere decir que también hay otra industria que te provee de tales productos para su consumo, desde vaporizadores de alta tecnología hasta fábricas de papel de fumar, estas últimas a buen seguro no sabríamos de su existencia si no fuese por eso que llamamos “un porro”.
Para que todos estos proyectos “lleguen a buen puerto” es necesaria de la industria de comunicación que en éste siglo XXI ya nadie discute, después tiene que existir esa otra industria de distribución a gran escala de los productos que la acompañan y luego su distribución minorista, la de sus cientos de comercios de barrio u “online”, además de la industria del transporte y mensajería que necesita todo este nuevo comercio.
Si a todo esto le sumamos, las asociaciones, clubes, partidos, festivales, ferias, publicaciones, literatura, turismo, ropa, música, y un sin fin de industrias que han encontrado una línea de ventas en este sector, podemos hablar de una industria floreciente que esta dando trabajo a muchas familias y que, hoy por hoy, éstas ya están viviendo honradamente de este mercado.
En EEUU ya existen empresas del “sector cannabis” que cotizan en bolsa, en Holanda multinacionales del cañamon, en Alemania industrias de aparatos para su consumo conocidas mundialmente y sencillamente es solo es una pequeña muestra de hasta donde se puede llegar con la nueva industria o sector.
No hace falta hablar de los impuestos que genera y recauda todo éste sector.
En mi opinión, no se puede obviar este hecho y un país como España con tradición en el cultivo del cáñamo, no puede dejar pasar esta oportunidad de creación de una nueva industria o sector, miles de personas ya viven de ella y ya son muchas las voces que creen que esta joven industria prometedora, además de ser ya una realidad, es una nueva oportunidad para miles de emprendedores y empresas que creen en este joven mercado.
Mac