Miguel Pérez, del Club de Lucha Tijarafe, tiene el dudoso honor de ser el único deportista sancionado en Canarias por dopaje en 2008. El luchador fue expedientado la primavera pasada al encontrarse en su análisis de orina evidencias de que había consumido tetrahidrocannabis, un principio activo incluido dentro de la lista de sustancias prohibidas por el Consejo Superior de Deportes.
“El cannabis no mejora el rendimiento deportivo, por lo tanto, se puede decir que es un positivo no tan grave como otros en los que se hubiera dado por sustancias más dañinas, como los esteroides anabolizantes o anfetaminas”, aclara Antonio Ramos Gordillo, presidente de la Comisión Antidopaje del Gobierno de Canarias.
“En la lucha canaria hay un mayor número de controles en relación al número de fichas y, por lo tanto, tenemos más probabilidades de encontrar positivo. Hacemos una media de cuatro análisis cada quince días”, detalla el doctor Ramos Gordillo, que lleva al frente de la oficina canaria antidopaje desde 1991, una institución pionera en esta materia en España.
Hasta el momento, la Comisión Nacional Antidopaje, por medio de sus agentes en Canarias, ha realizado más de 70 controles a deportistas en el archipiélago. Los últimos exámenes se realizaron este fin de semana con motivo del partido de Liga ACB que enfrentó a Kalise Gran Canaria e Iurbentia Bilbao, y todavía hay previstos algunos más de aquí a final de año.
Antonio Ramos subraya el papel coactivo que juegan los controles, ya sean en competición o por sorpresa, pero ante todo, insiste en su carácter preventivo. “El boca a boca entre los propios deportistas pone en alerta al que quiere jugar sucio”.
“La nueva Ley del Deporte señala que ya no sólo es culpable el deportista”, incide Ramos, “sino que el inductor también es penalizado. Además hay eximentes para quien delate a un infractor. Nosotros seremos una pesadilla para los tramposos y ayudaremos a que cada vez sean mejores los que juegan limpio”, recalca.
Fuente Canarias24horas