Esta es una de las clasificaciones más conocidas, pero, ¿cuál es la diferencia entre índica y sativa y realmente la respalda la ciencia?
El cannabis es una planta que ha sido utilizada por el ser humano desde hace miles de años con fines medicinales, recreativos, industriales y religiosos. Sin embargo, no todas las variedades de cannabis son iguales, y existen diferentes formas de clasificarlas según sus características morfológicas, genéticas, químicas y de efectos.
Una de las clasificaciones de la marihuana más populares y extendidas es la que distingue entre índica y sativa, dos tipos de cannabis que se supone que tienen orígenes, apariencias y efectos distintos. Pero, ¿cuál es la diferencia entre índica y sativa? ¿Qué hay de cierto en esta clasificación? ¿Es válida desde el punto de vista científico? ¿Qué evidencias hay al respecto? Continúa leyendo para responder a estas preguntas y aclarar algunas confusiones al respecto.
¿Cuál es la diferencia entre índica y sativa?
Aunque algunas personas creen que hay diferencias marcadas entre las dos, es importante tener en cuenta que la clasificación en índica y sativa es más compleja de lo que a menudo se presenta. Algunas características generales asociadas con la diferencia entre índica y sativa son:
| Índica | Sativa |
| Proviene de Asia Central y del subcontinente indio | Proviene de las zonas ecuatoriales |
| Es compacta y robusta, con cogollos densos y aromáticos | Es alta y delgada, con cogollos largos y menos densos |
| Tiene hojas anchas, planas y de color verde oscuro2 | Tiene hojas estrechas, puntiagudas y de color verde claro |
| Tiene un tiempo de floración corto, entre 8 y 10 semanas | Tiene un tiempo de floración largo, entre 10 y 16 semanas |
| Tiene un olor terroso y fuerte, debido a los terpenos relajantes | Tiene un olor dulce y afrutado, debido al terpeno energizante |
| Produce una sensación de relajación profunda, que puede aliviar el estrés, el dolor, el insomnio y la ansiedad | Produce una sensación de energía, creatividad y euforia, que puede estimular el ánimo, la imaginación, el enfoque y la sociabilidad |
¿Cuál es el origen de la clasificación índica y sativa?
La clasificación de la marihuana en índica y sativa se remonta al siglo XVIII, cuando los botánicos Carl Linneo y Jean-Baptiste Lamarck describieron por primera vez dos especies diferentes de cannabis: Cannabis sativa y Cannabis indica.
Según Linneo, la cannabis sativa era una planta originaria de Europa y Asia occidental, de porte alto, hojas estrechas y largas, y flores poco densas. Según Lamarck, la cannabis indica era una planta originaria de Asia oriental y el subcontinente indio, de porte bajo, hojas anchas y cortas, y flores compactas y resinosas. Las diferencias entre sativa e índica se atribuyeron a la adaptación de las plantas a los distintos climas y condiciones ambientales de sus lugares de origen.
Sin embargo, esta clasificación botánica no es tan simple como parece, ya que el cannabis es una planta muy variable y con una gran capacidad de hibridación, lo que dificulta su delimitación de la diferencia entre índica y sativa. De hecho, algunos estudios genéticos han cuestionado la existencia de dos especies distintas de cannabis, y han propuesto que solo hay una especie polimórfica, Cannabis sativa, con diferentes subespecies, variedades o quimiotipos.
Además, la introducción de variedades de cannabis procedentes de diferentes partes del mundo y el cruce entre ellas ha generado una gran diversidad de híbridos que no se ajustan a los patrones morfológicos típicos de índica o sativa.
Clasificación científica de la marihuana
La clasificación más popular de la marihuana se basa en la diferencia entre índica y sativa de acuerdo a sus características físicas y geográficas. Sin embargo, esta clasificación no refleja necesariamente los efectos o la composición química de las variedades de marihuana, ya que hay muchos otros factores que influyen en estos aspectos, como el perfil de cannabinoides y terpenos, el método de consumo, la dosis, el entorno y la tolerancia del usuario.
Algunos estudios científicos han cuestionado la validez de la clasificación de la marihuana índica y sativa para predecir los efectos de la marihuana. Por ejemplo, el estudio “La diversidad fitoquímica del Cannabis comercial en Estados Unidos”, publicado en 2022, analizó 90 mil muestras de cannabis procedentes de tres estados de EE UU y no encontró ninguna relación entre el perfil químico de las muestras y su clasificación como variedades índicas, sativas o híbridas.
Otro estudio, realizado en 2015 por Investigadores de la Universidad de British Columbia (UBC) y la Universidad de Dalhousie, examinó el ADN de 81 variedades de cannabis y encontró que la mayoría de las variedades comerciales no se ajustaban a las categorías índica y sativa, sino que eran híbridos complejos con una gran diversidad genética.
Estos estudios sugieren que la clasificación índica y sativa no es suficiente para describir la complejidad del cannabis y que se necesitan métodos más precisos y objetivos para caracterizar las variedades de marihuana y sus efectos potenciales. Algunos expertos recomiendan utilizar el análisis de laboratorio para determinar el contenido exacto de cannabinoides y terpenos de cada variedad, así como tener en cuenta las preferencias y experiencias personales de cada usuario.
Los cannabinoides son las sustancias responsables de los efectos psicoactivos y terapéuticos del cannabis, siendo los más conocidos el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD). Los terpenos son los compuestos que le dan el aroma y el sabor al cannabis, y que también pueden influir en sus efectos modulando la acción de los cannabinoides.
Sin embargo, esta clasificación química tampoco es tan clara a comparación de la clasificación basada en la diferencia entre sativa e índica, ya que el contenido y la proporción de cannabinoides y terpenos puede variar mucho entre las diferentes variedades de cannabis, e incluso entre las diferentes partes de la misma planta.
Además, el contenido y la proporción de cannabinoides y terpenos puede verse afectado por factores como el método de cultivo, el momento de la cosecha, el proceso de secado y curado, y el modo de consumo.
Por lo tanto, no se puede afirmar que todas las variedades índica tengan el mismo perfil químico, ni que todas las variedades sativa tengan el mismo perfil químico. De hecho, algunos estudios han encontrado que no hay una correlación clara entre la clasificación morfológica y la clasificación química del cannabis.
La diferencia entre índica y sativa es una forma popular y extendida de categorizar el cannabis, pero no es una forma precisa ni científica. Se basa en criterios morfológicos, químicos y de efectos que no son consistentes ni exclusivos de cada tipo, y que pueden variar mucho entre las diferentes variedades e incluso entre las diferentes plantas.
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