Explora si es legal plantar cáñamo en México, analizando regulaciones, desafíos y oportunidades.
En los últimos años, el interés en el cultivo de cáñamo ha experimentado un aumento significativo en todo el mundo. México, con su larga historia en la producción de cannabis, no ha sido una excepción. Sin embargo, la legalidad del cultivo de cáñamo en México es un tema complejo y multifacético que involucra varios aspectos legales, económicos y sociales.
Aprende si es legal plantar cáñamo en México, así como todo el marco histórico y legal que rodea este proceso en este artículo.
¿Qué es el cáñamo?
El cáñamo es una variedad de la planta de cannabis que se caracteriza por tener un bajo contenido de tetrahidrocannabinol (THC), la sustancia psicoactiva más conocida de esta especie. El cáñamo tiene múltiples usos industriales, como la producción de fibras, textiles, alimentos, cosméticos, combustibles y aceites con propiedades terapéuticas. Sin embargo, su cultivo ha estado sujeto a restricciones legales en muchos países, incluido México, debido a la confusión y el estigma que rodean al cannabis en general.
Antecedentes legales del cáñamo en México
Para responder a la duda de si es legal plantar cáñamo en México, es necesario conocer la jurisdicción que rodea esta planta. México es parte de la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes, un tratado internacional que establece el control de ciertas sustancias consideradas como drogas. En el artículo 28 de dicha convención, se establece que las medidas de fiscalización previstas para el cannabis no se aplican al cultivo de la planta de cannabis destinada exclusivamente a fines industriales u hortícolas. Sin embargo, en la legislación mexicana no se ha hecho una distinción clara entre el cannabis psicoactivo y el cáñamo, lo que ha generado un vacío legal y una falta de certeza jurídica para los productores e inversionistas interesados en esta industria.
En 2006, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley General de Salud, en el que se reconoce el uso terapéutico de los derivados farmacológicos del cannabis, incluyendo el cáñamo. Sin embargo, esta reforma no establece los mecanismos para regular el acceso, la producción y la comercialización de estos productos, lo que limita su disponibilidad y su calidad.
En 2017, se publicó otra reforma a la Ley General de Salud, en la que se amplía el reconocimiento de los usos medicinales y científicos del cannabis y sus derivados, y se faculta a la Secretaría de Salud para emitir las normas y los lineamientos para su control sanitario. Además, se establece que el cáñamo y sus derivados industriales no se consideran estupefacientes ni psicotrópicos, y se excluyen de la aplicación de la ley penal.
Sin embargo, esta reforma tampoco definió los criterios para diferenciar el cáñamo del cannabis psicoactivo, ni los procedimientos para autorizar su siembra, cultivo y cosecha, lo que mantuvo la prohibición de facto de estas actividades.
Avances recientes en la legalidad del cáñamo en México
En los últimos años, se han presentado diversas iniciativas legislativas para regular el uso lúdico, medicinal e industrial del cannabis y el cáñamo en México, pero ninguna ha prosperado debido a la falta de consenso político, la presión de grupos conservadores y la complejidad del tema. Ante esta situación, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha jugado un papel clave para impulsar el cambio legal a través de sus resoluciones judiciales.
En 2018, la SCJN emitió una jurisprudencia en la que declaró inconstitucional la prohibición absoluta del consumo recreativo del cannabis, al considerar que viola el derecho al libre desarrollo de la personalidad. Esta decisión abrió la puerta para que las personas pudieran solicitar un permiso ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para cultivar, poseer y consumir cannabis para fines personales, sin fines de comercio o distribución.
En 2021, la SCJN emitió otra resolución histórica, en la que declaró inconstitucional la prohibición de la siembra, cultivo y cosecha del cáñamo con fines distintos a los médicos y científicos, al considerar que viola el derecho a la libre empresa y el principio de proporcionalidad. Esta decisión fue resultado de un amparo promovido por la empresa HempMeds, que solicitó un permiso para importar semillas de cáñamo y producir aceites con fines terapéuticos, cosméticos y alimenticios.
Con esto, se reconoció la legalidad de los productos derivados de cáñamo y ordenó a la Cofepris que otorgara el permiso solicitado, así como que emitiera las normas y los lineamientos para regular el uso industrial del cáñamo en el país.
¿Cómo es legal plantar cáñamo en México?
Para involucrarse legalmente en el cultivo de cáñamo en México, los interesados deben seguir un proceso específico para obtener los permisos necesarios. Este proceso implica la presentación de solicitudes ante las autoridades competentes, que pueden incluir la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER).
El solicitante debe proporcionar información detallada sobre la ubicación del cultivo, las variedades de cáñamo que se cultivarán, el propósito del cultivo y otros datos relevantes. Además, es esencial cumplir con los estándares de calidad y seguridad establecidos por las autoridades. Con este proceso, serás uno de los pocos para quienes es legal plantar cáñamo en México.
Beneficios del cáñamo para México
La legalización del cáñamo para fines industriales representa una gran oportunidad para México, ya que podría generar beneficios económicos, sociales y ambientales.
- Puede crecer en casi cualquier tipo de suelo, con poca agua y sin necesidad de pesticidas o fertilizantes. Además, el cáñamo tiene un ciclo de cultivo corto, de unos cuatro meses, lo que permite obtener varias cosechas al año.
- El cáñamo tiene más de 250 aplicaciones industriales, lo que lo convierte en una materia prima versátil y rentable. El cáñamo se puede utilizar para producir fibras, textiles, alimentos, cosméticos, combustibles, materiales de construcción, papel, plásticos, biocombustibles y aceites con propiedades terapéuticas.
Estos productos tienen una alta demanda en el mercado nacional e internacional, y pueden competir con otros productos de origen sintético o animal, con la ventaja de ser más ecológicos y sostenibles.
- El cáñamo puede contribuir al desarrollo rural, al generar empleo, ingresos y bienestar para los productores agrícolas. El cáñamo puede ser una alternativa viable para los campesinos que actualmente cultivan otras plantas ilícitas, como la amapola o el cannabis psicoactivo, o que se encuentran en condiciones de pobreza y marginación. El cáñamo puede ofrecerles una opción legal, segura y rentable, que les permita mejorar su calidad de vida y participar en el mercado formal.
- El cáñamo puede aportar al cuidado del medio ambiente, al reducir la huella ecológica de la producción industrial. El cáñamo es una planta que absorbe grandes cantidades de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero, y que libera oxígeno, lo que ayuda a mitigar el cambio climático. También mejora la calidad del suelo, al prevenir la erosión, la desertificación y la contaminación. Asimismo, el cáñamo es una planta que produce productos biodegradables y compostables, que no generan residuos ni afectan la biodiversidad.
Afortunadamente, la situación legal del cáñamo ha cambiado recientemente, gracias a la resolución de la SCJN que declaró inconstitucional la prohibición de su siembra, cultivo y cosecha con fines distintos a los médicos y científicos. Esta decisión abre la puerta para que México pueda desarrollar una industria del cáñamo competitiva y sostenible, hasta que en un futuro podamos afirmar que es legal plantar cáñamo en México.
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