Ya empezaste tu cultivo y estás viendo tu cannabis crecer. ¿Sabes cómo cuidar de una planta de marihuana? ¡Aquí te contamos todo lo que debes saber sobre los cuidados básicos!
En la Guía de Cultivo de Marihuana ya hemos revisado los diversos métodos con los que puedes cultivar plantas, así como su ciclo de vida y sus características especiales. Sin embargo, ya te debes estar preguntando cuáles son los cuidados de una planta de marihuana de acuerdo a la fase de crecimiento en la que se encuentra.
En este capítulo de la guía, te vamos a explicar paso a paso, y etapa por etapa, cómo cuidar una planta de marihuana. Aprenderás lo más importante de su crecimiento y lo que debes y no debes hacer para garantizar un producto de calidad. ¡Toma nota de todos nuestros consejos!
¿Qué es lo básico en los cuidados de una planta de marihuana?
Como ya habías visto en el capítulo del ciclo de vida de la marihuana, esta pasa por varias fases hasta que llega a la floración, que es cuando podrás cosechar los cogollos para usarlos en la forma de consumo que prefieras. Cada una de estas etapas tiene sus características específicas y, por lo tanto, necesidades diferentes.
Sin embargo, también hay algunos cuidados que son generales y que debes considerar en cualquier etapa del crecimiento de la cannabis. Estos son algunos de ellos:
- Tomar precauciones de acuerdo al tipo de cultivo.
Existen muchas maneras en las que se puede llevar a cabo el cultivo de marihuana, desde el cultivo tradicional hasta el cultivo hidropónico. Parte del éxito de tu cosecha radica en que seas muy cuidadoso con los materiales, abonos para crecimiento, productos o la observación que requiere tu cultivo.
Esto es aún más importante si has escogido una técnica de cultivo que no es tradicional, como el cultivo en agua o el cultivo en interior, pues aunque puede tener una producción mayor de cogollos, también puede resultar en que la planta sea más delicada ante una condición adversa.
- Cuidar de la humedad de la tierra y la temperatura del agua de riego.
Las plantas de cannabis son especies muy susceptibles a que la escasez o el exceso de riego les afecte, además de las condiciones ambientales en general. Es por eso que debes vigilar incluso la temperatura del agua para que no esté fría ni caliente.
El riego dependerá de la etapa en la que se encuentre, y eso es algo que veremos más adelante. Sin embargo, ten siempre presente que la humedad puede ser el factor determinante para un cultivo exitoso.
- Escoger el abono o sustrato correcto para el tipo de cultivo.
El cultivo tradicional o el cultivo exterior ocupa la tierra del suelo para crecer, pero puede ser el caso que este suelo no tenga los suficientes nutrientes, por lo que deberás agregar un abono o sustrato especial durante todo el crecimiento de la planta, desde que es una semilla.
Cuando cultivamos al interior o con otro tipo de técnica, existen condiciones controladas acerca de en qué plantas tu cannabis. Más adelante verás que tan importante es y si debes hacer variaciones en ciertas etapas de crecimiento y desarrollo de la planta.
- Vigilar la exposición y el ciclo de luz.
Como en casi todas las plantas que desarrollarán un fruto, la luz es algo de lo que dependen para que la cosecha sea buena. En el caso de la marihuana, la luz en cada una de sus etapas podría hacer que tu cultivo finalice su crecimiento o simplemente no crezca.
Sea cual sea la técnica de cultivo que hayas escogido, regular la luz de tu planta es indispensable, así como saber cuáles son sus ciclos y la fuente de la que obtendrás esa luz.
- Medir y regular el nivel de pH.
La tierra o el sustrato en el que hayas plantado tendrá, por sí mismo, un nivel de pH que podría no ser el que las plantas de marihuana necesitan, que es lo más neutro posible. Antes de que empieces a plantar, es aconsejable que revises el nivel de pH que tiene el sustrato o la tierra en la que vas a plantar para que, en caso de ser necesario, compres otra sustancia reguladora de pH.
Comprar un medidor también es una buena idea pues, aunque hay formas caseras de medir los niveles de acidez, siempre es mejor tener una certeza para no arriesgar tu cosecha.
Cómo cuidar una planta de marihuana según su fase de crecimiento
- Germinación
- Plántula
- Vegetativa
- Floración
Germinación
Cómo revisamos en el capítulo del Ciclo de vida de la marihuana, la etapa de germinación abarca desde el momento en que se planta la semilla de marihuana hasta cuando crece una primera ramificación desde su centro, evidenciando pequeños brotes que después serán sus ojos. Los cuidados de la marihuana en esta etapa son cruciales, pues de ello dependerá no solo que tengamos una planta a la que cuidar, sino hasta la calidad de los cogollos cuando estén listos para cosechar.
De hecho, es muy común que de todas las semillas de marihuana que hayas plantado, un porcentaje ni siquiera se desarrolle o brote, pues las condiciones de almacenamiento o incluso la calidad de la planta madre podrían haber sido malas. Sin embargo, con los cuidados que le des, tú puedes ser una parte decisiva en el óptimo desarrollo de tus semillas.
Los siguientes son unos consejos puntuales para cuidar de una planta de marihuana cuando aún está en su etapa de germinación.
– Independientemente del espacio en el que busques hacer crecer tu semilla de marihuana, como algodón o tierra, la humedad que le proveas a la planta desde que la coloques en el medio determinará si crece o no. La idea es que este medio en el que se encuentre esté siempre húmedo, pero no empapado. Los cultivadores recomiendan que, para mantener la humedad adecuada en las plantas y evitar humedad excesiva, ocupes un atomizador para solo rociar las semillas.
– La luz no será un factor determinante en este momento del crecimiento de la planta de cannabis, por lo que aún no es necesario que la coloques en el sol o bajo una fuente de luz artificial. Sin embargo, procura que no estén en total oscuridad. Dejar que les de la luz del sol a través de una ventana o algo similar será más que suficiente.
– Considera que la mejor época para plantar las semillas de cannabis es en primavera, alrededor de los meses de abril y mayo, para que en otoño puedas estar cosechando. Esto es si vas a tratar con el cultivo exterior o tradicional. Si haces una técnica controlada, la temporada puede ser la que más te convenga.
– Si, al brotar la primera ramificación de la planta notas que la cáscara de la semilla no se desprende y no deja que las pequeñas hojas empiecen a brotar, rocíala continuamente con agua sin fertilizantes para que comience a ablandarse.
– Considera que el primer brote lo debes ver entre las 12 a 72 horas después de que plantaste la semilla. Mantén una vigilancia sobre su desarrollo y, cuando puedas discernir entre qué semillas nacieron y cuáles no lo harán, podrás desechar estas últimas para dedicarte por completo a las que serán plantas de cannabis adultas.
Plántula
Después de, aproximadamente, tres semanas de que haya brotado la ramificación de la semilla de marihuana, esta pasará a su etapa de plántula. En el mundo cannábico también la llaman cariñosamente “marihuana bebé”. Para este momento, verás que ya han comenzado a brotar pequeñas hojas que, aunque se vean redondas, adquirirán después la forma de hoja de cannabis que ya conoces.
Muchos cultivadores están de acuerdo que esta fase es la más delicada de todo el crecimiento, pues es cuando es más propensa a que los cambios en el ambiente o una enfermedad entorpezca su desarrollo o incluso provoque que muera.
Para que evites eso, te enlistamos algunas pautas que te orientarán en cómo cuidar una planta de marihuana cuando está en su fase de plántula:
– Escoger un sustrato u otro medio para trasplantar la plántula no es cualquier cosa, sino que debes tomar la decisión conscientemente de en qué medio va a crecer la planta. Puedes buscar un sustrato que tenga nutrientes, un pH previamente balanceado e incluso propiedades especiales para filtrar el agua de riego o para la retención del agua. De preferencia, busca un primer sustrato firme y moldeable, pues las raíces de la plántula no son lo suficientemente fuertes y necesitan algo que las sostenga pero les permita crecer con libertad.
– Las costumbres de riego cambian en la planta de cuando estaba en esta etapa a cuando era una semilla. El agua y los nutrientes del sustrato deben llegar a la raíz para que puedan propiciar su crecimiento. Para eso no solo basta con que la tierra o el sustrato estén húmedos, sino que deben estar empapados, sin que se lleguen a hacer charcos. Al mismo tiempo, recuerda que no es necesario que la tierra siempre esté mojada. Debe haber periodos en los que el sustrato esté seco. Respecto al tipo de agua, se recomienda que sea agua natural durante las primeras semanas de esta etapa, y si quieres usar agua mineral, utilizarla durante las últimas semanas de la etapa de plántula.
– Si te has decantado por el cultivo en exterior, es importante que ayudes a tus plantas de marihuana bebés con un abono, lo que le dará mayor fuerza en su crecimiento. Antes de usar abonos con demasiados compuestos, puedes optar por un enraizante natural, como composta de lombrices o enraizante de lentejas, y que tenga una buena capacidad de absorción de nutrientes.
– En la etapa de plántula, ya es momento de que consideres la iluminación. Si estás incursionando en el cultivo interior, debes considerar que la fuente de luz que hayas escogido se debe mantener a, por lo menos, 45 centímetros la planta. La temperatura óptima que se requiere en el ambiente en donde se encuentra es de máximo 27°C, por lo que también debes considerar esto si estás haciendo el cultivo exterior, valiéndote de algunos recursos para regular la luz del sol.
Vegetativa
La etapa vegetativa de la planta de cannabis es, básicamente, el tiempo que el cannabis ocupa para crecer desde que es plántula hasta su tamaño final. Ya ha pasado por su etapa crítica, por lo que los cuidados de la marihuana en esta etapa se enfocan en hacerla crecer y con buena calidad para obtener una buena cosecha.
Además, durante este momento podrás identificar el sexo de la planta. Para saber sus cuidados especiales, puedes consultar la segunda sección de la Guía de Cultivo de Marihuana. Los cuidados de una planta de marihuana en esta fase son más puntuales:
– Se debe procurar que la fase de crecimiento se extienda tanto como sea posible, pues esto permitirá que los cogollos tengan mayor posibilidad de crecer y ser de buen tamaño.
– Para este momento ya se pueden añadir abonos que tengan más componentes además del enraizante. Puedes buscar aquellos que tengan minerales como fósforo y potasio, que ayudarán a la fuerza del tallo y a prevenir enfermedades. También es un buen momento para que apliques plaguicidas naturales o químicos en caso de que lo requiera, sobre todo si es cultivo exterior. Sin embargo, recomendamos ampliamente usar un anti plagas natural u optar por el control biológico de plagas.
– La temperatura a la que debes mantener la planta en esta etapa también debe mantenerse en los 27°C, y no debe ser menor a los 22°C, por lo que necesitarás controlar la temperatura. Considera que la relación entre luz y oscuridad es de 18 horas para la primera, y 6 para la segunda. Recuerda que sobrepasar el tiempo de luz podría provocar que la planta floree antes de tiempo.
Por otra parte, la humedad de la tierra no debe pasar del 80% del medio en el que se encuentra.
Floración
La etapa de floración se desencadena cuando la planta se ve expuesta a mayor oscuridad. En el caso del cultivo interior, se da cuando tú mismo modificas los ciclos de iluminación artificial; si es cultivo exterior, este tiempo lo marcará el cambio de estación y las noches más largas con días más cortos.
Los cuidados de la marihuana en esta etapa se enfocan en lograr el mejor desarrollo de los cogollos desde que aparecen en la planta hasta que llega el momento de cosechar. Para saber cómo cuidar una planta de marihuana en la etapa de floración tenemos las siguientes pautas:
- La temperatura a la que se mantiene la planta debe ser menor que las fases anteriores. La temperatura máxima no puede ser mayor a 26°C, mientras que la menor puede llegar hasta los 18°C.
- En el caso de la iluminación, la planta debe obtener la misma cantidad de luz y oscuridad, por lo que debes vigilar que obtenga 12 horas de iluminación constante más otras 12 horas de oscuridad.
- La humedad que mantengas en la tierra o sustrato en el que está la planta de cannabis debe estar entre un 40% y 50%, evitando los charcos, pues podrían llegar a pudrir la raíz y arruinar la cosecha.
Aprender cómo cuidar una planta de marihuana es algo básico si ya has decidido comenzar con tu cultivo. ¡Toma nota de todo lo que has aprendido y logra que tu planta crezca grande y llena de cogollos! ¿Quieres aprender más acerca del cultivo de cannabis? No dejes de revisar esta Guía de Cultivo de Marihuana.
Para mayor información revisa el blog de La Marihuana, y no dejes de compartir tu experiencia con otros cultivadores en nuestros foros.
