Aunque a las plantas de marihuana les encanta el sol, una ola de calor como la que estamos sufriendo puede ser muy perjudicial en determinadas circunstancias.
En condiciones normales, no tendrán mayores problemas. Pero siempre y cuando pongamos algo de nuestra parte. Y si hemos cometido algún error, puede que todavía estemos a tiempo de solucionarlo. A continuación te contamos los mejores trucos para que las altas temperaturas no afecten a nuestros cultivos.
Los riegos
Lógicamente, cuanta más calor soporte una planta, más agua consumirá. Es algo que nos sucede a nosotros mismos, especialmente en verano, por la pérdida de agua en la sudoración.
Cualquiera que lleve algunos cultivos a sus espaldas, habrá podido comprobar que un día soleado y con temperaturas altas, las plantas llegan a consumir el doble de agua que un día nublado y de temperaturas más suaves.
Por lo tanto, no debemos privar nunca a la planta de un bien tan preciado como el agua. Pero ojo. Si pensamos que lo que más agradece una planta de cannabis a pleno sol, es un riego de agua bien fresquita, nos estaremos equivocando.
Esto puede producir un shock térmico que no le vendrá nada bien a las raíces ni a la salud de la planta en general. Los riegos deben ser siempre con agua tibia, sobre los 22-24ºC.
Y tendrás que regar tantas veces como sea necesario, siempre evitando hacerlo en las horas de máxima calor. Hacerlo al atardecer es otra opción, pero se debe tener en cuenta que el calor del sustrato producirá una mayor evaporación, que aumentará la humedad de la zona.
El mejor momento del día es siempre al amanecer. Así la planta permanecerá hidratada durante todo el día y se evitará lo anterior.
Las macetas
Las macetas de colores oscuros como el negro, marrón o verde, son siempre la peor opción para el exterior. Absorben el calor del sol y se sobrecalientan en exceso. Y todo ese calor se transmite al sustrato.
En estas condiciones, las raíces se pueden cocer literalmente. Además, hongos de raíz como fusarium o phytium, son más propensos a atacar con temperaturas altas.
Para proteger las plantas de la ola de calor, usa siempre macetas de colores claros como el blanco. Y si es posible, más grandes de lo habitual.
Cualquiera puede comprobar la diferencia entre tocar una maceta blanca a pleno sol y tocar una negra, que sin duda nos quemará la mano en unos segundos.
En caso de que ya sea imposible realizar un trasplante, se puede salir del paso forrando nuestras macetas oscuras con un plástico blanco, con una capa de periódicos o incluso pintarlas de blanco u otro color claro.
Evita otras fuentes de calor
Unas plantas situadas junto a una pared oscura recibirán más calor. Esa superficie absorberá y desprenderá el calor del sol.
Siempre que sea posible, evita esta situación para proteger tus plantas de cannabis de una ola de calor. Una opción es la de pintar estas zonas oscuras de algún otro color claro. El blanco, siempre es el mejor.
Además, cuando se cultiva en una maceta sobre el suelo, nunca está de más poner sobre la zona que cubra la planta un plástico blanco.
La evaporación en la ola de calor
También con un calor excesivo como el de esta temporada, la evaporación del agua que se encuentra en el sustrato es muy alta.
Esto lo puedes solucionar fácilmente poniendo sobre el sustrato unos cantos de piedra rodados, una cobertura de paja o de nuevo, un plástico de color blanco.
Ten en cuenta que en cuestión de horas, una planta puede llegar a deshidratarse por un consumo excesivo y por la evaporación del agua del sustrato.
Usa suplementos de silicio
El silicio es el segundo elemento más presente en la corteza terrestre, después del oxígeno. También es un elemento que las plantas asimilan fácilmente y tiene amplios beneficios.
Por ejemplo, previene el ataque de plagas de insectos, hongos, enfermedades y virus. Esto se debe a que aumenta la resistencia de las paredes celulares de las plantas.
Pero también es un gran aliado contra las altas temperaturas y las sequías, además de reducir la toxicidad mineral por el abuso de fertilizantes y reforzar el sistema radicular.
Además, los tricomas están compuestos por hasta un 60% de silicio, que ejerce como un protector de la radiación solar.
Mallas de sombreado
Nada mejor para proteger plantas de cannabis del calor que una semisombra. Las mallas de sombreado en este caso proporcionan una sombra débil que permite que las plantas sigan recibiendo la radiación solar.
Son muy económicas y fáciles de poner y quitar, aunque no cabe duda que tendremos que dedicarle su tiempo para que queden bien seguras y no nos las arranque un poco de viento.
Además, y como segunda misión, proporcionan una mayor discreción frente a los más curiosos, sea desde tierra o desde el cielo.
Estas también son fechas en donde algunos helicópteros comienzan a sobrevolar buena parte de nuestra geografía buscando cultivos que intervenir.
Y además, prevendrá el ataque de los robaplantas, que especialmente en estas fechas tratan de localizar algunos cultivos que dentro de dos meses cosecharán. Toda precaución contra ellos, en ocasiones, resulta incluso muy poca.
Conclusiones
No debemos suponer que las temperaturas altas son perjudiciales para las plantas. En países como Afganistán, Pakistán, Tailandia, Etiopía, Colombia o Jamaica, el cannabis crece sin intervención humana soportando elevadísimas temperaturas.
Se puede dar el caso de alguna planta joven o débil que pueda morir en una ola de calor.Pero si sigues todos los consejos de este artículo, tus plantas completarán su ciclo sin ningún problema.