Cruzar norte a sur la “estela cósmica del sur” ha sido el proyecto de miles de aventureros y aventureras; ahora el cannabis viaja por Latinoamérica.
El mundo despenaliza al cannabis y sus derivados, y el continente americano no es la excepción.
Desde hace algunos años, el cannabis viaja por Latinoamérica, y sobre todo ahora, que las leyes comienzan a relajarse.
En ese contexto, El Colombiano nos cuenta que semillas de cannabis colombiano llegaron, por primera vez, a Argentina.
Es que, al enviar un lote de 100.000 semillas de cannabis de Colombia hacia Argentina, la compañía Avicanna logró la primera exportación colombiana del producto hacia ese país.
Se trata de un hito que confirma que el cannabis viaja por Latinoamérica y que se da un año después del envío, también por primera vez, de semillas de este tipo hacia Estados Unidos.
Según la empresa, la exportación hacia Argentina se logró luego de que el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) realizara la revisión de los respectivos requisitos fitosanitarios.
De esta manera, el mercado argentino y norteamericano se sumaron a Perú y Uruguay cómo los países que le han abierto las puertas a las semillas colombiana de cannabis.
Avicanna es una biofarmacéutica canadiense que llegó a Colombia hace cuatro años y hoy cuenta con cinco hectáreas de cannabis sembradas en Magdalena (noreste).
Allí cultiva, desarrolla y comercializa productos derivados del cannabis para fines médicos, generando alrededor de 100 empleos.
La firma reveló que cada semilla de cannabis está costando alrededor de 1 dólar y son usadas en otros países para cultivos con propósitos recreativos o medicinales.
Lucas Nosiglia, presidente de Avicanna en América Latina, afirmó que estuvieron trabajando durante tres años en un programa de fitomejoramiento.
Con ello, dice, buscaron obtener variedades de semillas adaptables a otros entornos que funcionen, por ejemplo, ante condiciones de humedad relativamente altas.
El cannabis viaja por Latinoamérica: de Colombia a Argentina
“Una de las bondades de Colombia es que tiene 12 horas de luz durante todo el año. Nosotros producimos semilla feminizada, con la que se produce cannabis medicinal”.
“Estas tienen un contenido de THC inferior al 0,3 por ciento, que es lo que define una variedad no psicoactiva. Nuestra inversión en Colombia asciende a los 30 millones de dólares”, apuntó Nosiglia.
El argentino es uno de los responsables por los que el cannabis viaja por Latinoamérica.
Entre las oportunidades que tiene el negocio para crecer, explicó Nosiglia, está la necesidad que tienen algunos países productores de acceder a semillas en medio de su ciclo invernal.
Es por esto que, pese a la pandemia, los resultados en 2020 para Avicanna fueron positivos.
Es que el año pasado vendieron al exterior siete millones de semillas de cannabis; una cantidad que, según Nosiglia, fue “excepcional”.
Para este año las estimaciones son más prudentes, la firma espera terminar el año con ventas externas por 300.000 dólares y su meta es convertirse en un centro importante de genética en el país.
No obstante, para los empresarios aún falta camino por recorrer a pesar de que el cannabis viaja por Latinoamérica.
Una de las peticiones de la industria de la marihuana es su inclusión en las estadísticas oficiales de Colombia.
Algo en lo que, según Rodrigo Arcila, presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana de Industrias de Cannabis (Asocolcanna), no se ha avanzado.
“Para tener datos más exactos, cómo los tiene el café, hicimos esa petición al Dane. Es difícil saber, por ejemplo, cuántas empresas hay dedicadas a semillas o a cuánto asciende la producción y exportación”, dijo.
Por su parte, Diego Ruíz, CEO de FCM Global, corporación de cannabis medicinal, dijo que aún falta desarrollar más el negocio de las semillas, ya que solo representan el 5 por ciento de la industria del cannabis.
El otro 95 por ciento lo componen destilados, aislados o productos finales.
Finalmente, Arcila y Mejía coincidieron en que aún las semillas no se ven como un foco importante dentro de la industria del cannabis, debido a la ausencia de empresas que le apunten más a las exportaciones de este tipo de mercado.
El cannabis viaja por Latinoamérica: del mundo a Brasil
Es cierto que el cannabis viaja por Latinoamérica, aunque no siempre en forma de semillas o flores.
A raíz de la pandemia de covid-19 se provocó un aumento en las solicitudes de importación de derivados del cannabis a Brasil.
Fue decisión de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) que el proceso de evaluación de las importaciones de productos derivados de la planta de Cannabis para tratamientos de salud será más rápido.
Se reducirá el tiempo necesario para aprobar el registro de individuos con prescripción de un profesional calificado, según informa la estatal Agencia Brasil.
La creciente demanda de importación de estos productos ha provocado retrasos en las manifestaciones de Anvisa, lo que, según la propia agencia, puede perjudicar la salud de los pacientes.
En seis años, se registró un aumento de más del 2.400 por ciento en el número de solicitudes, lo que corresponde a un crecimiento medio del 400 por ciento anual.
En 2015, se registraron 896 solicitudes. En 2020, ese total ascendió a 19.074. Y este año promete ser mucho más el cannabis viaja por Latinoamérica.