El modelo social de acceso a programa de cannabis medicinal o terapéutico
Desde hace algunos años que el cannabis están intentando entrar en la agenda política. Ninguno de los grandes partidos hasta hace poco se había atrevido a pronunciarse sobre ello. Han sido necesarias varias ILP’s autonómicas tumbadas por el Tribunal Constitucional, muchos años de batalla legal en los tribunales y lo más importante, muchas víctimas de un estado represivo y asociaciones injustamente criminalizadlas en un Estado en el que el cultivo para consumo propio, o lo que se llama autocultivo, ya está despenalizado.
¿Qué ha sucedido? La ciencia ha ido confirmando día a día la utilidad de los usos tradicionales del cannabis como planta medicinal, transformando los datos anecdóticos de las personas usuarias en evidencia científica ampliamente avalada y reconocida. Estos hechos acompañados por los movimientos sociales provocaron la creación de la subcomisión de la Comisión parlamentaria de Sanidad para estudiar el uso del cannabis con fines medicinales. Los integrantes deberán analizar las experiencias impulsadas por otros países y entregar un informe con los resultados al Gobierno para que evalúe la necesidad o no de regular el cannabis para estas multas en nuestro país. Dichas informaciones podrían servir al Gobierno como una guía con la que comenzará a asentar la regulación del cannabis en España . Teniendo en cuenta la situación actual y siempre con la intención de analizar, desarrollar y hacernos partícipes en este proceso de regulación, desde Smoking Map hemos trabajado con el Grupo Terapéutico de ConFAC en la elaboración de su último informe titulado ‘Servicios terapéuticos: personas atendidas’ .
Las asociaciones llevan 20 años atendiendo a usuarios medicinales y terapéuticos para paliar las consecuencias negativas de una política pública. La senda punitiva reporta enormes perjuicios a la salud, especialmente para aquellas personas vulnerables como los pacientes. Las asociaciones tienen especial sensibilidad con estas personas con un perfil vulnerable y ayudan a millas de personas consumidoras que utilizan el cannabis para paliar sus dolencias bajo el principio de compasión. Las asociaciones cannábicas constituyen una iniciativa social para abordar cuestiones que no se han puesto en marcha desde las administraciones públicas. Estas entidades continuarán ofreciendo ese servicio para las personas usuarias que queden excluidas de la posible regulación del cannabis para uso médico por la vía farmacéutica. Por ello,
La Confederación de Asociaciones Cannábicas ConFAC representa a 2.923 personas usuarias terapéuticas aproximadamente del total de 14.400 personas usuarias asociadas a las entidades afiliadas. Y, según los cálculos del informe, la cifra podría alcanzar las 93.000 personas en las, aproximadamente, 1.500 asociaciones del Estado español. Estos últimos años los servicios se han profesionalizado y la evidencia disponible se ha multiplicado exponencialmente. En el informe se hace un resumen del trabajo realizado desde las asociaciones cannábicas para atender millas de personas usuarias terapéuticas a través de los servicios médicos integrados en ConFAC. Los datos que se describen en el informe sólo son una pequeña muestra del servicio social que realizan las asociaciones en este ámbito, ya que existen numerosos gabinetes terapéuticos y médicos independientes que ofrecen estos servicios.
El servicio médico continúa creciendo y diversificando las vías de comunicación con las usuarias que se derivan de las asociaciones que cumplen con criterios de seguridad y calidad de la sustancia. Desde Smoking Map hemos elaborado el protocolo de derivación a los médicos y qué requisitos deben cumplir las asociaciones para atender a los pacientes. El Programa de Cannabis Medicinal está basado en el autocultivo y las asociaciones privadas de cannabis, donde se cultiva colectivamente para todos sus miembros. Está compuesto por toda una serie de preparados de la planta del cannabis que lo pueden elaborar tanto los pacientes en casa como la asociación para sus socios terapéuticos. Las asociaciones ayudan a financiar el precio del tratamiento a los pacientes aplicando descuentos de forma independiente en cada asociación.
Las plantas medicinales tienen la condición de principio activo cuando pueden demostrar una indicación terapéutica, son entonces consideradas un medicamento más. El cannabis no constituye un riesgo letal y es una sustancia con una peligrosidad y un nivel de dependencia bajos, con menos efectos secundarios que algunos medicamentos que pueden, incluso, adquirirse sin receta médica. La marihuana no causa daños estructurales en el cerebro, no hay evidencia de daño a largo plazo para la función cognitiva tras dejar de usarla. Por lo tanto, se considera a los fitocannabinoides una medicina segura, quedando excluidos de esta afirmación los cannabinoides sintéticos como el dronabinol o la nabilona, por haber registrado graves efectos adversos. Ahora bien, fumar cannabis puede ocasionar efectos nocivos en el aparato respiratorio, igual como ocurre con el tabaco, aunque la cantidad que se necesita fumar con fines medicinales siempre es mucho menor. Por este motivo es recomendable emplear vías de administración alternativas como son la vía oral, la vía inhalada mediante el vaporizador o la vía cutánea (ungüentos o cremas).
¿Cómo funcionan los servicios terapéuticos?
La ley actual NO prohibe el uso del cannabis para los usos médicos, siempre que un médico lo indique entonces el cannabis no está prohibido. Un uso médico no quiere decir que tengan que ser con medicamentos obligatoriamente. Lo que ocurre es que la reglamentación por parte de la industria que regula los medicamentos exige una trazabilidad y toda una serie de requisitos que no se pueden cumplir con las plantas medicinales, pero un doctor con los conocimientos adecuados sí puede utilizar la planta del cannabis como un medicamento más .
El Gabinete Terapéutico está formado por un médico general especializado en medicina cannabinoide y un psicólogo con la ayuda de un asistente o una socia colaboradora que les ayuda en la elaboración de los archivos y en los contactos con los socios terapéuticos. Siempre bajo el más estricto control de la información, particularmente sensible, bajo los más estrictos requirements de leyes sobre privacidad y protección de datos personales.
El médico valora quien puede ser considerado “socio terapéutico” mediante una entrevista personal en la que el candidato aporta los documentos diagnósticos de su patología, expedidos por un centro sanitario oficial que justifiquen su inclusión en uno de los grupos reconocidos por la International Association for Cannabinoids Medicine , dependiendo del perfil se le emite un certificado terapéutico o se le busca una vía alternativa de acceso a la sustancia, ej. productos en base a cannabidiol, Sativex, etc. En el caso de tener una de estas patologías , puede ir a una asociación de cannabis, obtener un Certificado con visita médica previa y acceder a una asociación como usuario medicinal.
Las personas admitidas se comprometen a realizar una entrevista anual con el médico colaborador para evaluar y comentar el curso de su patología y la eficacia o no, del cannabis en su caso particular (indicaciones, contraindicaciones, efectos secundarios, incompatibilidades, dosificación, vías de administración , etc.). Posteriormente, se inicia el proceso de derivación a una asociación del mapa cercana a su domicilio. En ocasiones son las propias asociaciones las que envían a sus socios y en otras las personas usuarias se ponen directamente en contacto con el servicio terapéutico.
Actualmente se está ampliando el mapa a zonas de Sudamérica como Perú, México y Argentina. Es un mapa sin datos de contacto de las asociaciones, pensado según la regulación que no permite promoción ni publicidad de las asociaciones cannábicas. Le sirve a los pacientes para encontrar la asociación más cercana. Las asociaciones para añadirse al mapa tienen que cumplir una serie de requisitos como estar trabajando con nuestros servicios médicos con el protocolo de derivación, cumplir con las recomendaciones de atención a los usuarios, haber realizado un curso de formación o hacer análisis de laboratorio para el control de calidad en las flores y productos de cannabis, tanto de la potencia y perfil de cannabinoides como de la calidad de la sustancia. Por responsabilidad y por cumplir con la misión social de las asociaciones que simplemente ha de ir más allá que el de “dispensar” la droga.