¿Conoces la frase ‘matar dos pájaros de un disparo’? Eso es lo que ocurrió con los ciudadanos de Nueva York que, luego de ser vacunados contra el covid-19, recibieron un porro gratis.
Qué cosa podría ser mejor en este momento de la historia que ser uno de los afortunados o afortunadas que ya tienen en su sangre la vacuna contra el covid-19.
Tras poco más de un año sin poder salir de casa, o hacerlo pero con extremos cuidados, la vacuna nos da la sensación de recuperar algo de nuestra libertad.
Por lo menos así será hasta que las nuevas cepas nos lleven nuevamente al casillero de inicio.
Sin embargo, en Nueva York, recibir la vacuna contra el covid-19 tiene un valor agregado, y el beneficio es instantáneo.
Según informa EFE, un grupo de militantes repartió marihuana gratis para los vacunados de covid-19 en Nueva York.
El hecho coincidió con el 420, el Día Mundial de la Marihuana, en el que activistas y defensores del cannabis en todo el mundo celebran estar vivos para poder fumar porro.
Los de Nueva York, que vienen de lograr la legalización en su estado, han celebrado de una forma muy solidaria y, al mismo tiempo concientizadora.
Los activistas han regalado porros, o mejor dicho joints, a todas las personas mayores de 21 años que puedan demostrar que han recibido al menos una dosis de la vacuna anti covid-19.
“Literalmente, si has recibido tu vacuna de Pfizer o Moderna o la que sea y puedes mostrar tu tarjeta de vacunación hoy para demostrar que te la has puesto, entonces te vamos a dar un porro gratis”, aseguró Todd Hinden.
El hombre fue uno de los que repartió cigarrillos de cannabis en la céntrica plaza de Union Square.
Lo hizo bajo la estatua ecuestre del primer presidente de Estados Unidos, George Washington, una de las primeras personas que habrían usado cannabis en ese país.
Según Todd, la estatua tiene el brazo extendido porque también quiere fumar.
Hinden se ha vestido para la ocasión con un frac estampado con hojas de marihuana de color verde y un sombrero de copa que hace juego.
En ese sitio, casi un centenar de personas esperó pacientemente su turno con la tarjeta de vacunación en la mano.
“Hoy es un día alegre, es 20 de abril, hoy celebramos la marihuana, que es legal en el estado de Nueva York y está bien que la gente que ha recibido la vacuna pueda tomar un porro gratis”, aseguró Bill, uno de ellos, mientras esperaba su turno.
Nueva York espera fumando que las vacunas derroten al covid-19
Nueva York legalizó la marihuana para uso médico y recreativo el pasado 30 de marzo, después de años de discusiones en ambas cámaras legislativas.
Según las autoridades, la liberación de la hierba, que es legal en otros 14 estados y en Washington DC, podría generar 350 millones de dólares en impuestos anuales.
Además de crear entre 30.000 y 60.000 puestos de trabajo.
Con su legalización, también se quiere dar prioridad a las comunidad marginadas, que son las que más han sufrido la represión policial y judicial contra el uso de cannabis.
“Este es un día histórico en Nueva York, uno en el que se corrigen los errores del pasado al poner fin a las duras sentencias de prisión”.
“En el que se abraza una industria que hará crecer la economía del ‘Empire State’ (Nueva York), y un día que da prioridad a las comunidades marginadas para que las que más han sufrido sean las primeras en cosechar los beneficios”, aseguró entonces el gobernador, Andrew Cuomo.
Nueva York espera su normalidad tras la vacuna contra el covid-19
Cameron, otro de los afortunados que recibió su segunda dosis de la vacuna anti covid-19, decidió pasar por Union Square para recoger un poco de porro que mostró con entusiasmo.
“Es emocionante, las cosas están avanzando y vamos a salir de esta”, confiesa ataviada con una colorida mascarilla roja en una mañana soleada y primaveral de Nueva York.
Entre los organizadores de la iniciativa está el activista pro marihuana Dana Beal, uno de los principales impulsores en 1999 en Nueva York de la Marcha Global de la Marihuana, que se celebra anualmente el primer sábado de mayo.
“Hemos preparado unos maravillosos porros grandes, largos y gordos”.
“Todo el que puede enseñarnos (que ha sido vacunado) puede ponerse en la fila”.
“Es gente que ha sido vacunada y vienen a llevarse su porro”, dice Beal que muestra su deseo de que todo el mundo se pueda vacunar lo antes posible para poder volver a la vida normal y vivir sin mascarilla.
Para el activista, igual que la gente puede conseguir un donuts gratis o una cerveza si se han vacunado, también pueden llevarse un cigarrillo de marihuana que para Beal “es tan estadounidense como la tarta de manzana”.
El también activista por la ibogaína hace referencia a una tendencia creciente en aquellos países que están dando la vacuna contra el covid-19.
Se trata de iniciativas lanzadas por cadenas de restaurantes y cafeterías en las que ofrecen productos o descuentos para animar a los estadounidenses a qué se vacunen.
“¿No sería maravilloso si pudiéramos prescindir de estas mascarillas? Todo lo que hay que hacer es vacunarse y podremos prescindir de ellas”, asegura.
Beal se quejó de los negacionistas y de responsabilizar al expresidente Donald Trump de avivar los sentimientos de las personas que rechazan vacunarse.
La fila fue larga y el reparto continuó hasta 4.20 de la tarde, a tono con la celebración.
Los presentes se preocupan por la cantidad de joints, quieren que alcance para todos y todas.
“No estoy del todo seguro, pero hemos hecho como unos 3.000 porros, posiblemente”.
“Y lo que intentamos hacer es que la gente se conciencie de la situación y que vayan a vacunarse y que se cuiden y que ayuden a todo el mundo a volver a lo normal, si es que alguna vez las cosas vuelven a ser normales”, dice justo delante de varios carteles en los que se lee “porros por pinchazos”.
2 Responses