El estado de Florida, en Estados Unidos, goza como pocos los alcances de la industria de la marihuana, sin embargo, sigue siendo un negocio para pocos.
Da cuenta de esto Chicago Tribune, en un artículo en el que resalta los avances del rubro, aún en un año difícil para las industrias en general.
Es que, durante 2020, el estado perdió más de 400.000 empleos, pero la industria del cannabis de Florida añadió en 2020 casi 15.000 empleados, según el sitio web sobre el cannabis Leafly.
Cuatro años después de que los votantes de Florida aprobaran su legalización con fines médicos, la marihuana ahora es un negocio de 1.200 millones de dólares.
Y los especialistas en la materia dicen que crece cada día.
Ese tipo de éxito normalmente se ganaría el apoyo de la Legislatura de Florida, que es muy amigable con los negocios.
No obstante, la sesión legislativa de 2021 es cualquier cosa menos una carrera por la victoria para el sector de la marihuana de Florida.
Sucede que tanto empresarios como pacientes de la marihuana medicinal en Florida están preocupados por una serie de reformas radicales en forma de legislación.
También de una opinión del Tribunal Supremo de Florida.
Pero el verdadero problema es qué, en la actualidad, es notoriamente difícil entrar en el mercado de la marihuana medicinal.
De momento, solo 22 empresas cuentan con licencias del estado de Florida para dispensar marihuana.
Las firmas a las que el estado permite vender marihuana medicinal también deben tener suficientes recursos para estar integradas en forma vertical.
Esto significa que cosechan, empaquetan y venden los productos recetados a los pacientes.
Todos los servicios ofrecidos por la misma empresa, lo que coarta mucho la aparición de pequeñas empresas satélites al negocio.
MARIHUANA EN FLORIDA, UN NEGOCIO PARA POCOS
Fue en 2017, cuando el estado negó a Florigrown, una firma con sede en Tampa, el derecho a convertirse en una de las empresas con licencia para vender marihuana medicinal.
Ahora, la compañía está demandando, argumentando que la ley de 2017 que creó el programa de la marihuana medicinal de Florida equivale a una serie inconstitucional de sorteos del gobierno a ciertas empresas privadas afortunadas.
“Podría tener implicaciones gigantescas”, advirtió Ben Pollara, defensor de la marihuana medicinal en Florida, fundamental para el impulso de 2016.
“La Corte Suprema tiene tanta libertad en esto, podría ser nada, podría ser todo”, agregó.
La Legislatura también metería la cola, ya que la letra propuesta por los republicanos, SB 1958 y HB 1455, limitaría la cantidad del principal ingrediente psicoactivo de la marihuana: el THC.
Según las propuestas de los republicanos, las plantas fumables tendrían que tener un máximo del 10 por ciento de THC en volumen.
La mayoría de la marihuana fumable que se ofrece a los pacientes tiene más que eso.
No es este un problema nuevo: la Cámara de Florida aprobó un tope del 10 por ciento de THC para los pacientes menores de 21 años en 2020.
Sin embargo, esa medida murió en el Senado.
Este año, los propulsores de las medidas, el senador Ray Rodrígues y el representante Spencer Roach, ambos republicanos, quieren ampliar la propuesta a toda la marihuana medicinal.
La única excepción es a la marihuana recetada a los pacientes terminales.
Para Brady Cobb, director general de One Plant, los límites propuestos pondrían en peligro el ecosistema del que dependen casi 470.000 pacientes en todo el estado.
One Plant es uno de los centros de tratamiento de marihuana medicinal con licencia en Florida.
Los pacientes, miles de los cuales sufren de dolor crónico severo, se verían obligados a cambiar la medicina que están acostumbrados a tomar.
Insatisfechos con el producto, muchos dejarían inevitablemente el programa médico legal por el mercado negro, señaló Cobb.
“Esto no se basa en la ciencia, no se basa en la defensa del paciente”, dijo Cobb. “Se trata de una batalla política”.
TODOS CONTRA LOS TOPES A LA MARIHUANA EN FLORIDA
La comisionada de agricultura Nikki Fried, la única demócrata elegida en todo el estado de Florida, se postuló en parte para ampliar el acceso a la marihuana medicinal en 2018.
Ella también ha pedido la legalización de la marihuana para uso recreativo en Florida, lo cual casi seguramente ignorará la Legislatura.
En una conferencia de prensa, Fried calificó los topes propuestos como “escandalosos”.
“Podría hacer retroceder el programa durante años”, agregó Fried. “La gente de nuestro estado debería estar enfadada. Debería estar frustrada”.
Los defensores de los topes indican que son necesarios para combatir lo que afirman son los efectos psicológicos negativos a largo plazo del consumo de cannabis.
La subcomisión de Salud Pública y Profesiones de Salud de la Cámara Baja recibió en febrero a la profesora de psicobiología de Harvard Bertha Madras.
El objetivo fue la mujer hiciera una presentación sobre algunas de las consecuencias sociales negativas asociadas a la ampliación del acceso al cannabis de alta potencia.
Gran parte de la presentación de Madras tenía poco que ver con el programa de cannabis medicinal de Florida.
Una diapositiva describía la supuesta relación entre el consumo de marihuana y los ingresos en centros de salud mental del siglo XIX en una parte de la India.
Pero el argumento central de Madras fue que los legisladores no deberían permitir que la marihuana de alta potencia se extendiera por todo el estado sin conocer las posibles consecuencias para el cerebro humano.
Ese argumento se está exponiendo en los niveles más altos de la Legislatura.
Un informe del Senado de Estados Unidos publicado días atrás también pedía más investigación federal sobre los efectos a largo plazo de la marihuana de alta potencia.
El presidente del Senado de Florida, Wilton Simpson, republicano por Trilby, ha dicho que dejará que la propuesta del límite de THC pase por los comités del Senado.
Eso podría ser una buena noticia para la industria ya que el Senado eliminó la propuesta de límite del año pasado.
Habrá que esperar a ver que pasa.