Cosecha. La ansiedad es mala consejera, dice un viejo dicho popular, y se hace muy real si de lo que hablamos es de cultivo de cannabis.
Si estas en tus inicios como cultivador esta será una de las primeras preguntas que te harás.
Si eres una persona metódica, tienes una forma bastante precisa de saber cuándo es momento de metro tijera.
La mayoría de los bancos de semillas informan en sus paquetes el tiempo estimado de cosecha.
Claro que debes tener en cuenta que ese dato puede cambiar según la latitud en el cultivo exterior o según las condiciones de cultivo en interior.
Es que a medida que los cogollos maduran y se van llenado de tricomas en los que navegan THC, CBD y vaya a saber uno cuántos cannabinoides más.
Pero claro, a medida que esto ocurre, y si no interrumpimos a tiempo ese proceso, el codiciado THC puede convertirse en CBN, un cannabinoide no psicoactivo.
Te das cuenta de ello cuando el cogollo deja de crecer, y ya no salen pelillos blancos nuevos.
Tal vez alguno que otro perdido por ahí.
Esa es la señal de que la planta dejó de fabricar nuevo THC, y el que hay se irá convirtiendo poco a poco en CBN que no coloca.
Este es el momento justo para cosechar.
Si dejamos la planta crecer más tiempo, parte del THC acumulado se destruirá y la hierba perderá potencia.
OTRA SEÑAL
Una vez que la planta lleva seis, siete, ocho, tal vez nueve weeks cogollando y deleitándote con su resina verás que algo comienza a cambiar.
Claro que mucho depende de la genética que estés cultivando, así como también las horas de luz y sombra que le dediques a tus macetas.
Pero, en líneas generales, podrás ver que los pelillos de los cogollos que antes eran todos blancos, comienzan a ser casi todos son marrones.
Esos pelillos son los pistilos, comienzan siendo blancos y con el tiempo de floración van cambiando su color a marrón.
No existe un momento exacto del todo para cosechar o en verdad existe, pero tiene que ver con tu gusto personal para consumir.
No obstante, puede decirse que lo ideal es cosechar cuando del 60 por ciento al 90 por ciento de estos “pelillos” están ya de color marrón, o sea, maduros.
Esto se puede observar a simple vista y no tiene más complicaciones, basta con mirar los cogollos y comprobarlo por uno mismo.
También se puede observar con una lupa de, mínimo, 30 aumentos, con las que además podrás hacer unas fotos muy chulas con tu móvil.
Así podrás ver el estado de tus tricomas.
El color de estas gotitas microscópicas es el dato principal que nos indica cuándo están maduros.
Ellos van cambiando su color durante la floración según el estado de madurez de la planta.
En la primera mitad de floración, los tricomas son casi transparentes o cristalinos.
Luego, durante la segunda mitad de floración y maduración van adoptando un color más lechoso hasta obtener un color blanco casi opaco.
Al final, cuando los tricomas se degradan u oxidan se vuelven de color ámbar.
Decíamos que el punto de corte tiene mucho que ver con el gusto del usuario.
Entonces, mientras que a un 60 por ciento el colocón es más cerebral, a un 90 por ciento el colocón se hace más relajante y narcótico.
Aunque todo depende, mucho más, de la variedad.
Tu ya sabes que una índica de por sí tendrá un colocón narcótico, y una sativa, más cerebral.
Sin embargo, dentro de este margen establecido por la genética, se puede variar incluso más controlando el momento de la cosecha.
PODA ESCALONADA
Mucha gente busca tener variantes en su vida, incluso a la hora de consumir cannabis.
Entonces, así como cada comida marida con una uva de vino determinado, cada momento de tu vida requiere una cepa distinta de marihuana.
Si gustas de nadar, por ejemplo, habrás probado que una indica se da mucho más que una sativa, lo mismo si usas la hierba para meditar.
En cambio, para echar a rodar tu bicicleta o montar una reunión social, se da mucho más la sativa.
En resumen, si cuentas con variantes, podrás matizar mucho mejor tu rutina.
Entonces, una buena idea es cortar los cogollos de la planta en diferentes porcentajes, es decir, una rama al 60 por ciento, otra al 70 y una tercera al 80.
No vamos a enseñarte aquí como podar una planta. Tal vez lo hagamos en otros artículos.
Machete, sierra, tijeras de podar o, simplemente, tus manos.
Escoge el método que quieras; lo que sí, ten en cuenta por donde empezar.
Lo más cómodo para cosechar y facilitar las tareas posteriores es cortar rama a rama desde la base y el cogollo del tallo central.
También se puede hacer cogollo a cogollo, de esta forma resultante más fácil después hacer la manicura y el poner a secar también.
Incluso, el secado será un poco más rápido sin perder efectividad, ya que si colgamos la planta entera se demoraría mucho más en secar.
Repasemos los pasos a seguir antes de cosechar, ya que no queremos echar por la borda al menos cuatro meses de trabajo.
Como se supone, seguiste el consejo de dejar de abonar 15 días antes de la cosecha.
También es de suponer que habréis hecho un lavado de raíces después de dejar de abonar.
El objetivo de esto es dejar a la planta sin alimento.
No obstante, puedes darle una alegría a nuestras queridas plantas un día antes de la cosecha.
Piensa en todas las que te dará a ti en poco tiempo.
Hay cultivadores que riegan con soluciones azucaradas, como zumos variados mezclados con el agua, o algunas cucharadas de azúcar disueltas en el agua.
Sobre la efectividad de este método hay diferentes opiniones, pero hay personas que cuentan cómo su cosecha sale más dulce y se nota a la hora de fumar.
No olvides que es preciso hacerlo un día o dos antes de la cosecha, ya que el azúcar podría dañar la tierra, apelmazarla o pudrir todas las raíces.
¿Sabes ya cuando cortar ?, ¿es este tu momento? Entonces, ¡A disfrutar!
