La Unión Europea es un gigante en el que se encuentran muchos países que están en la zona alta del ranking de naciones industrializadas. Las empresas y empresarios dentro y fuera de la UE deben competir contra sus homólogos de otras naciones para vender sus productos en los mercados.
El cannabis es una planta que ya nadie discute que produce nuevas áreas de negocio gracias a sus muchos consumos. Además de nuevas aplicaciones para la salud y cuidado corporal y, un cultivo sostenible muy prometedor gracias a su aplicaciones en tantas industrias.
Esta nueva economía del cannabis que tienes tantos consumidores y en tan distintos campos o sectores, ha hecho que muchos gobiernos “cambien o aflojen las caducas leyes y normas” en pro del establecimiento de sus distintas industrias locales.
Industria es igual a riqueza para toda la sociedad
La industria es generadora de riqueza. Esta se traduce en puestos de trabajo, creación de tejido industrial, recaudación de impuestos, beneficios empresariales y más. El cannabis, despues de decadas y decadas en el oscurantismo está viendo la luz rápidamente en muchas partes del mundo.
Estas nuevas industrias que está creando las distintas aplicaciones de la planta genera nuevas compañías con el cannabis con bandera. Entre ellas, hay desde las que cotizan en bolsa por su tamaño, hasta las que solo tienen un autoempleado.
Pero todas tienen un denominador común, expandirse y ser generadoras de riqueza económica y por inri, creadora de puestos de trabajo.
Pistoletazo de salida en el mundo
Esto ya se ha comprobado en países como Canadá, que legalizaron y ahora son una potencia en esta industria y quieren reforzar su liderazgo. En estados de EEUU, se han creado miles y miles de puestos de trabajo y cientos de millones en recaudaciones de impuestos. En Israel, quieren erigirse como la meca de la investigación con el cannabis medicinal y ahora legalizan la exportación a regiones como Europa.
En países de África como Zimbabue, Uganda, Sudáfrica y más que están por llegar, lo abrazan como una ayuda económica y como generación de empleo en las poblaciones rurales.
En China, se crean grandes complejos industriales y de investigación por sus miles de hectáreas de cultivo para uso de sus diferentes tipos de industrias.
En Latinoamérica se está viendo como una interesante ayuda para sus economías y generadora de recursos.
En Rusia se están creando gigantescos complejos para su cultivo y procesamiento. El que una vez fuese el mayor productor de esta planta, ahora parece que está haciendo un guiño a su producción.
En Oceanía , regiones de Australia ya han legalizado su uso recreativo, como su capital. En Nueva Zelanda se votara su legalización recreativa este año y si se aprueba se implantará su nueva industria. En varios pequeños países isleños de la región ya se ha legalizado.
El Reino Unido y después de su Brexit, ve también en esta nueva industria del cannabis un filón para la futura economía y por ello, está poniendo sus propias bases.
La Unión Europea y su “viéndolas venir”
A todo ello, el mercado mundial más grande del cannabis, según los medios especializados, será el europeo. Pero, qué hacemos por estos lares de la vieja Europa?
De entrada, las grandes corporaciones, de la norteamérica, son las que pueden cultivar en Europa para abastecer al mercado interno. No veo europeas y prácticamente son lo que tienen las licencias en esta región.
El mercado más grande de cannabis medicinal como el Alemán se abastece de corporaciones de otros países. Estas grandes empresas internacionales, sus gobiernos sí que les ayudaron a establecerse y crecer, poniendo las bases legales para ello.
La industria del aceite CBD ¿tocada?
Otra mil millonaria industria a la sombra del cannabis, el CBD, es propulsada en muchos países propiciando el establecimiento de muchas empresas. En la Unión Europea, a esta industria del aceite de CBD se le cortaron las alas cuando se incluyó en el listado “Novel Food”. Prácticamente se dejó de comercializar legalmente en casi todo el territorio. Mientras, países de los posibles competidores de empresas europeas, sí que propician que esta industria del CBD y sus compañías sigan creciendo.
Los empresarios o emprendedores en esta nueva industria no reciben el apoyo que les gustaría tener por parte de sus gobernantes europeos. De hecho, en muchos casos, sienten envidia de sus homólogos de otros países, los ven crecer empresarialmente y ellos aún tienen que esperar a sus dirigentes.
Los funcionarios que están detrás de estas regulaciones en la Unión Europea deben ser más ágiles en sus movimientos para propiciar esta industria, si se quiere. En un mercado global y tan competitivo no podemos dejar a nuestros empresarios y emprendedores sin esa herramienta clara y de regulación. Éstos, deben competir contra sus pares, mejor preparados y más regulados, de otros países en un mercado global o lo será.
En mi opinión, y como dice un refrán español “cuando veas las barbas de tu vecino afeitar, pon las tuyas a remojar”. Sencillamente, dirigentes de la UE ayuden a los emprendedores europeos a crear una industria con la planta del cannabis o por lo menos no la torpedeen. La industria del cannabis con sus compañías ha llegado, crecerá y se implantará en Europa y todo el mundo, dejen algo para los europeos. Por Mac